Su corazón latía apresuradamente, cada latido invadía los más pequeños rincones de su ser, provocando que el miedo y la ansiedad aumentara de sobremanera. Sus compañeros parecían estar del mismo modo, pero a diferencia de ella, se mantenían positivos.
Suspiró abrazando con fuerza el violín, estaba sumamente nerviosa.
Lo peor de esta lección era que los estudiantes de la otra sección estaban presentes. Si se equivocaba haría el ridículo, sabía que sus amigos no se reirían pero estaba segura que los demás chicos si lo harían.
—¿Todo bien, T/N-chan? —la castaña ladeó la cabeza.— ¿Estas nerviosa?
—La verdad si... Siento que haré el ridículo Ochako...
—¡No pienses en eso! ¡Eres increíble, lo harás genial! —Sonrió avergonzada y asintió con la cabeza.
Un grito a sus espaldas obligo a ambas girar el rostro en dicha dirección. Izuku y Eijiro intentaban sostener a Katsuki, mientras el cenizo intentaba con todas sus fuerzas ahorcar a Monoma.
—¡Kacchan cálmate! —gritó intentando hacerlo entrar en razón.
—Uh, ya se molesto. —río burlón Monoma, hechandolé más leña al fuego.
—¡Te voy a degollar infeliz! —Jaloneó aun mas fuerte— ¡Sueltenme!
—¡Ya basta bro! —Kirishima estaba al borde del llanto. El estrés y los golpes que Katsuki soltaba al aire los recibía todos él.
El rubio se echó a reír aun más fuerte que antes. Su risa era tan escándaloss que llamaba la atención de los demás.
De la nada, recibió un fuerte golpe en la cabeza que lo obligo a callarse. —¿Se puede saber que rayos estas haciendo, Neito?
—¡Déja de golpearme, Kendo!
—Deja de ser un idiota entonces. —respondió molesta. Tomó el cuello de su camisa y lo jaló. —ve a sentarte, ya va a iniciar la clase.
—¡Suéltame! —Sin hacer caso a su petición continuó caminando. Alejándose del lugar.
Al estar a una distancia segura ambos soltaron a Bakugo.
—¡¿Porque mierda no me soltaron antes?!
—No quiero cargos por complicidad en un asesinato.—Respondió tranquilamente el pelirojo. Izuku acotó asintiendo con la cabeza. Inmediatamente chasqueó la lengua cruzando sus brazos y se sentó de mala gana.
Tras media hora sin hacer nada. Por fin iniciarían la práctica.
—Muy bien, primero irán los violinistas, luego los tamborileros y por último los flautistas. Mañana continuarán los demás, ¿Entendido?
—¡SI!
De manera ordenada cada estudiante tomo asiento en su respectiva silla. Varios minutos transcurrían en dónde de manera lenta y tortuosa llegaba el turno de los violinistas.
El cenizo soltó un bostezo dejando caer su cabeza contra el respaldar de la silla. Estaba aburrido.
—¡Bakugo! ¡No seas irrespetuoso! —puso los ojos en blanco e ignoró el regaño de Iida.— ¡Bakugo!
—Cállate, trozo de mierda. —respondió de mala gana.
—¡No es correcto que no prestes atención! ¡Nuestros compañeros están esforzándose, debes apoyarlos!
—¿Me importa?
—Oye bro... —Kirishima se rascó la nuca nervioso.— creo que Iida tiene razón, debemos animar a los chicos. Es importante para todos nosotros llegar a ganarnos esa beca.
—Ya yo tengo mi beca, así que no me interesa. —ambos abrieron los ojos sorprendidos.
—¡¿Como que ya tienes beca?! —gritaron.
Un fuerte chillido los obligo a callarse. Las quejas y burlas no se hicieron esperar.
—Tiene que hacerlo correctamente señorita. —regaño. Su nariz estaba arrugada, parecía molesto.
T/N asintió rápidamente con sus mejillas sonrojadas. Los nervios la están atascando.
Respiró hondo y retomó el arco posicionándolo sobre las cuerdas, sin embargo sus manos temblaban tanto que ni siquiera podía lograr una correcta postura.
Nuevamente intento tocar, pero una vez mas un fuerte sonido agudo fue lo único que inundó el salón. Podia oir a la perfección las risas y comentarios desagradables, algo qué logró incomodarla. Mordió su labio inferior intentando evitar a toda costa llorar.
—Pobre T/N... —murmuró Kirishima.
Katsuki analizó la postura de la joven, era la incorrecta. Por culpa de ello no podía tocar adecuadamente. Una risa ahogada a su costado llamó su atención, tanto Monoma como Kendo intentaban evitar reír, algo que lo cabreó.
—Imbéciles...
Apartó la vista molesto y la dirigió al escenario. Intento hacer señas para llamar la atención de la joven pero no funcionaba.
—¡Oye fea! —le llamó en un susurró. Soltó un grito ahogado al no lograr su objetivo.
Sin más opciones, rapidamente busco en su mochila su libreta. Arranco una hoja y escribió algunas palabras apresuradamente. Arrugó la página y con todas sus fuerzas la lanzó.
La muchacha muchacha miró confundida a todos lados hasta enfocar a Bakugo, quien hizo claros gestos ordenandole leer el papel. Extrañada tomó la página en manos.
"No levantes demasiado los hombros, no lograrás la postura correcta si continuas así.
Bakugo."
Sus ojos se engrandecieron ¡Katsuki le habia respondido una carta! Sin evitarlo grito de la emoción, pero habia sido tan agudo que asusto al profesor.
—¡¿Esta bien señorita?!
—S-si, lo siento. —respondió apenada intentando disimular.
Rodó los ojos.
—Que molesta... —Llevo una mano a sus labios, intentando ocultar la sonrisita que se había en su rostro al ver la manera en que la muchacha había reaccionado.
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El metro de las diez |Bakugo Katsuki x Lectora
FanfictionM10| Unas simples cartas cambiaron por completo la vida de Katsuki.