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Mis ojos me ardían de tanto llorar, me desesperaba tener las manos esposadas, sentía náuseas y mi corazón palpitaba tan rápido, tenía miedo de ir a prisión, sinceramente no lo soportaría, terminaría suicidándome, de pronto enfrente mío pasaron los señores Iero, entraron rápidamente a la dirección, unos minutos después ví a mis padres.

-¡Mamá!- Ella corrió y se inco para abrazarme-

-Gerard ¿Que paso?-

-Mamá, tu sabes que es mentira, no hice nada, por favor no dejes que me lleven mamá- No podía parar de llorar-

-Tal vez es lo que necesitas, ir a prisión, tal vez así veas lo que es el verdadero sufrimiento- En eso un policía salió y le susurró algo al tipo que me estaba cuidando-

-Levantate muchacho-

-No-no, señor no me lleve, es mentira lo que dijeron, sueltenme-, ¡Mamá no dejes que me lleven!- Creí que me levanto para subirme a la patrulla, pero solo me quito las esposas, corrí a los brazos de mi madre, y la familia Iero salió-

-Señor Iero, lamento mucho esto- Dijo mi papá estirando el brazo-

-No quiero volver a ver a su hijo cerca de mi Frank, por ahora no pusimos cargos debido a que solo fue un mal entendido, cosas estúpidas, de jóvenes estúpidos, pero se lo advierto, se acerca a mi hijo, y no vivirá para contarlo- Mire a Frank y el solo agachó la mirada, finalmente se fueron-

-Vamonos ¡Ahora!-mi padre me jalo del brazo, me estaba apretando muy fuerte, sentí que estaba tocando mi hueso, mamá fue por Mikey y nos subieron al auto, el camino fue callado, finalmente llegamos a casa, baje del auto, entre a casa y me serví un vaso de agua, ví como mamá subió con Mikey, en cuanto lo termine papá me dió un golpe tan fuerte que ví borroso, y caí al suelo- ¡ME MENTISTE!-

-Papá, espera, debes creerme, yo no hice nada- le respondí con la boca bañada en sangre-

-¡MALDITO MARICON DE MIERDA-Pateó mi estómago con tanta fuerza que vomite-

-¡AAAH! papá me duele, para-

¡MALDITO INGRATO!- Ahora había pateado mis costillas tres veces seguidas-

-¡AAAAH!- Lo mire mientras llenaba la alfombra de lágrimas y sangre- Te lo ruego, no más papá-

-¡¿POR QUÉ SIGUES VIVO?!- Está vez me levanto del suelo sosteniendome del saco, y otro golpe llegó a mi cara, papá me daba puñetazo tras puñetazo, sentía como mi cara completá estaba bañada en sangre, mientras que sentía como no podía ni levantarme por las patadas de papá, estaba a punto de desmayarme, escuchaba las voces muy lejos, mi vista cada vez era más obscura-

-¡DONALD! ¿¡QUE HICISTE!? ¡GERARD!- Levanto mi cabeza e intento abrirme los ojos- Despierta cariño, no le hagas esto a mamá-

-¡GERARD!- Mikey bajo corriendo- Mamá está sangrando mucho, va a morir, mi hermano va a morir-

-Ni morirá, apenas y lo toqué- dijo papá

-Debemos llevarlo a un hospital, ahora-

Llegamos al hospital y me atendieron de urgencias, tenía dos costillas rotas, el labio inferior roto, una muñeca fracturada, la ceja abierta, y mi ojo completamente morado, tuvo que ponerme un parche porqué dijeron que estaba muy delicado y se infecta me dolería mucho, tuve que quedarme en casa durante 3 meses, por mis costillas, no comía nada, era como un muerto con vida, mi hermano seguía estudiando, dijo que Frank intento hablarle, pero él tenía sentimientos negativos hacia Frank, por lo que siempre lo evitaba, Bert iba en las noches y entraba por mi ventana, era buena compañía, no había una sola noche que no le llorara a Iero, solo quería volver a besarlo, no podía vivir sin el, Bert fue testigo de mis desvelos, de mi dolor y de mi sufrimiento.

Por fin pude levantarme y caminar un poco, cada paso me dolía, eran las 3:00 AM, me levanté al baño, mientras estaba hay, mire mis brazos, estaban morados y llenos de marcas de dedos, llevaba puesta una pijama sin mangas y un short corto, mis piernas tenían marcas de golpes, de pronto escuché un golpe en mi recamara, creí que era Bert, salí lo mas rapido que pude del baño, pero no era el, era Frank.

-Gerard- dió unos pasos para acercarse a mi, retrocedí rápidamente-

-¿Qué haces aquí?-

-Oh por Dios, ¿Quien te hizo esto?-

-Vete de mi casa, dirás qué te secuestre, aléjate de mi-

-No, escúchame-

-¡PAPÁ!-

-Gerard ¿Qué haces?-

-¡AYUDA!- Mamá y papá entraron rápidamente y prendieron la luz-

-¿Qué hace este desgraciado en mi casa?-

-Entro por la ventana mamá, por eso los llame, no quiero ir a prisión-

-¿Y mi hijo era el acosador? llamaré a su padre y no quiero volverlo a ver cerca de él y de mi casa-

-Donald, diles que vengan lo más rápido posible, no quiero a este mentiroso con Gerard- mamá me llevo a su habitación-

-Señora...-

-Mira Frank Iero, si hubieras visto todo lo que le causaste a mi hijo... Tu también te odiarias-

-Quiero... Arreglar las cosas-

-No joven, Gerard te odia, se cansó de luchar por ti, por tu atención, el puso tu felicidad antes que la suya, aún sabiendo que lo engañaste se quedó a tu lado, siguió apoyándote aún que nadie lo notará, ni siquiera tu, se ponía lindo para ti, quería ser un buen chico para que tus padres lo aceptarán, el te dió la mano y tú le diste la espalda, el siempre estuvo para ti, pero cuando el te necesitó, ¿Dónde estabas?, No vengas a decirme que lo amas, cuando te encargaste de destruirle el alma y el corazón-

-Se lo que hice, y quiero arreglar las cosas-

-Hasta cuando dejaras de pensar en ti, tú quieres tener a Gerard contigo aún que eso lo mate, piensa un poco en su felicidad, el te dejo ir hace meses, déjalo, en paz- Frank no dijo nada-

Los señores Iero llegaron y lo subieron al auto, se veían muy molestos, cuando finalmente se fueron, Bert salió de entre los arbustos, cuando el llegó para verme, noto como Frank estaba subiendo por mi ventana, y miró todo lo que hizo, yo ya no quería seguir hay, quería irme, mudarme, empezar desde 0.

•Promesas• (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora