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La temperatura cada vez era más baja, sentía como mi cuerpo enfriaba, Frank lo noto y me propuso que saliéramos y nos fuéramos a nuestra habitación, obviamente acepte, nos despedimos de los chicos y subimos, entramos y Frank comenzó a ponerse su pijama, cuando tuve una gran idea.

-Eh... cariño- Dije jugueteando con mis dedos.

-¿Si?

-¿Podrías traerme un café? Tengo mucho frío cariño- puse mis brazos en su cuello y sus grandes manos tomaron mi cadera-

-Pero amor ¿Porque no lo pides a la habitación?

- Ay Frankie, ya sabes que me da miedo que le pongan algo a mi comida-

-Oh Gee- Solto una risita- No estamos en el instituto, aquí no te harán nada de eso, fue inevitable poner mi cara de tristeza- ¿Que pasa? ¿Estás bien?-

-S-si... Solo, me da miedo entrar a la preparatoria, se que estaremos juntos, pero, ya sabes, la gente, Bob... Mi padre- Frank me interrumpió.

-Shh, ey, ey, baby- Me sonroje, no podía evitar poner mi cara sexual cuando me llamaba así- Pasaremos juntos la mitad de las vacaciones, y el tiempo que no podamos vernos te llamaré cada noche, hasta que duermas, y luego estaremos juntos de nuevo en la preparatoria- Acaricio mi rostro tiernamente- Lo prometo-

-Yo también lo prometo Frankie- Sonríe y tome su mano- Pero Por ahora... Ve por mi café- Le dije mientras lo empujaba a la puerta- ya sabes, café solo, sin- Interrumpió mientras rodeaba los ojos afuera de la habitación-

-Si azúcar, y sin crema, lo se- Ambos sonreímos-

-Exacto, bye cielo, te amo-

-Pero Cariño- Cerré la puerta de inmediato y corrí a prepararme.

Saque de mi maleta una lencería rojo vivo, era el color favorito de Frank, me pareció buena idea jugar con su bisexualidad, me puse una mini falda que no dejaba nada a la imaginación, unas medias con ligero y arriba una corbata roja, sin camisa, puse sobre la cama un juguete que Frank y yo desde hace tiempo queríamos usar, unas esposas, condones sabor chocolate, mi sabor favorito, y una cola de gato anal. Por último me coloque una diadema con orejas y apague todas las luces, cuando escuché que estaba abriendo la puerta deje el celular sobre la mesa con una foto provocativa mía, era la única luz que alumbraba.

Frank sonrió al ver la foto y mordió sus labios, cuando estuvo cerca de la cama prendí la luz y me recargue sobre la pared.

-Hola Frankie ¿Trajiste mi café?- Le dije mientras lamía mis labios seductoramente-

-Wow... Gerard- No le salían las palabras- s-si, y no es lo único caliente- Me acerque a él y le pregunté.

-¿Qué quieres usar primero... Daddy- La erección de Frank era más que obvia, miró emocionado y cuando iba a decir algo se levantó y se sentó en una silla, se quitó la playera y se puso una camiseta de botones, tenía desabrochada la parte de arriba, dejando ver su hermoso y excitante pecho-

-Tu elige, que utilizamos primero- Lo mire confundido-

-¿Yo? P-pero?- río y cruzo las piernas-

-Aprovecha, porque es lo único de lo que tendrás control...Puta- nunca me había dicho tal apodo, pero por alguna razón, al ver a Frank así de serio y controlador hizo que mi pene creciera de un momento a otro-

-Esta bien, joven Iero- tome las esposas y voltee a verlo- E-estas- Se levanto y acaricio mi rostro- Eres tan tímido, lindo y tierno... Tu carita sonrojada me de unas ganas inmensas de follarte- Comenzó a besarme mientras me tomaba del cuello y nuestras erecciones Rozaban, era tocar el cielo.

•Promesas• (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora