Infinity

20. Te amo infinitamente

Ikaris 

Han pasado 60 años desde que conocí a Caroline, desde esa noche que nos dijimos te amo nos quedamos juntos. Conocí a su familia: a su tía y a su hermano menor así como a su mejor amigo el cual perdió en una misión de esas que ella también solía hacer. Quedó destruida nuevamente. Luego de cinco años de trabajar en Rusty's, con ese dinero pagó sus estudios universitarios para ser profesora de arte. Era feliz teniendo una vida normal. Nos fuimos a vivir en las afuera de Londres como ella también lo deseaba, aunque era un plan que tenía con su ex novio no podía negarme y que ella sufriese por eso; no iba a hacerle la vida imposible... no iba a lastimarla de esa forma así que terminé viviendo junto a ella en un pequeño pueblo llamado Tadfield, solía salir muy poco pero cuando ella comenzó a envejecer me presenté en el pueblo como un sobrino que llegaba a cuidarla.

Cuando eramos jovenes, cuando ella aún podía quedar embarazada, tuvimos una charla sobre tener hijos... yo quería tener hijos con ella pero ella prefirió que no, más no era que no quisiera, dijo que no quería hacerme sufrir viendo a mis propios hijos morir... siempre fue muy considerada con las cosas que a mi podrían afectarme en el futuro por ser un eterno. Últimamente no se sentía bien por lo que estaba en cama, a sus 87 años todavía se ve preciosa. Su cabello era mucho más fino de lo que solía tenerlo y las arrugas ya se habían apoderado de todo su rostro

—¿Cómo te sientes hoy?— le pregunté mientras me sentaba a los pies de su cama, ella tosió para luego hablar

—Muy cansada— cerró nuevamente sus ojos

—Duerme cariño— aconsejé pero era muy terca... siempre lo fue

—Ven... quiero hablar contigo— dijo

—Dime, aquí estoy— hablé mientras tomaba su mano

—Ikaris, te lo he dicho muchas veces... debiste rehacer tu vida y no quedarte aquí conmigo. Cuando comencé a envejecer debiste encontrar un nuevo amor —habló con sus ojos cansados sobre mi— no teníamos hijos para que ellos sufran nuestra separación— agregó luego

—Pero yo si iba a sufrir el ya no tenerte en mi vida. Si conocía a alguien más no iba a ser lo mismo que contigo, tendría que haberle contado toda la historia y no siempre son abiertos a entender eso— dije muy nostálgico recordando nuestros años siendo pareja y jovenes, los viajes que hicimos juntos y los lugares donde tuvimos sexo

—Sacrificaste muchos de tus años para quedarte conmigo hasta el final de mis días— dijo con lagrimas en sus ojos, me acerqué a ella para secarselas 

—No sacrifiqué nada, fui feliz contigo. Me enseñaste muchas cosas que creí que nunca podría aprender, vivir a tu lado me hizo comprender porque Sersi, Ajak, Phastos los amaban tanto. Ahora yo también los respeto y quiero pero es por ti... es a ti a quien amo por sobre toda la humanidad— le confesé mientras veía sus ojitos que ya habían perdido parte de su brillo

—Ikaris... amor mío —dijo con una sonrisa mientras apoyaba su mano en mi mejilla, a pesar de casi tener 90 años no tenía problemas con su mente... no se olvidaba de absolutamente nada.

La dejé descansar un rato, yo sabía que pronto moriría por eso estaba a su lado al menos moriría en la tranquilidad de su cama y no cayendo de un edificio o por un disparo al corazón. Tuvo una vida plena y llena de felicidad. No me enojaba ni me daba celos saber que al morir se reencontraría con su gran amor en el cielo, eso me lo enseñó Caroline, los humanos se rigen por una religión donde creen en el cielo y en el infierno... ella decía que si podía entrar en el cielo entonces allí se reencontraría con Bucky. No me molestaba en absoluto porque la tuve conmigo durante décadas y la amé como nunca amé a alguien... ni siquiera a Sersi había llegado a amar de esa forma pero es que Carol era especial.