12. Amigos y salidas

15 4 32
                                    

Lunes a primera hora en la mañana, lo primero que oigo mientras limpio la barra es un reproche de Martin que se había enterado que fui a desayunar con Ikaris

—Con que has venido a desayunar con Isaac y no me dijiste nada —reprochó el joven de cabello de colores, suspiré pesadamente—. Vamos Carol, dije que me gustaba ¿porqué hiciste esto?— continuó el reproche; dejé el trapo con el que estaba limpiando la barra para enfrentarlo... era un adulto, no un maldito adolescente 

—Martin, hay cosas que no entiendes —fue lo primero que dije— por empezar soy una adulta y tengo derecho a desayunar con quien se me antoje, que el te atraiga o te guste no lo convierte en tu propiedad. Las personas no somos objetos que nos pertenecen— tal vez con Ikaris no aplicaba ya que era un eterno... bueno en cierto caso aplicaría con más razón, aquel chico se quedó viéndome unos momentos 

—Lo siento— se disculpó después

—No me digas lo que tengo que hacer o no, Martin se lo que estoy haciendo— respondí, no iba a decirle que iba a casarme con el soldado del invierno... no quería que nadie sepa de mi pasado

—En verdad lo siento, no quise hacerte enojar pero es que me puse celoso de que hayas salido con él— se acercó a mi

—Martin tengo muchos secretos y no quiero contarlos, te decepcionarías de mi y uno de ellos comparto con Isaac pero como dije no quiero que me odies— hablé sincerandome un poco pero no lo suficiente como para decirte que he tenido que matar gente. Nos abrazamos y el tema quedó olvidado, al menos por un momento.

Pasaron entre dos o tres días, con la paga de este mes ya puedo mudarme de lugar así que eso me ponía contenta... al fin tendría mi propio lugar y no tendría que conocer gente nueva todos los días; el día estaba lluvioso y muy frío por lo general era un día donde la cafetería se llenaría pero hoy estaba prácticamente vacía, estaba sentada detrás de la caja registradora cruzada de brazos y Martin a mi lado... observamos a una pareja de personas mayores, se los veía muy enamorados

—¿Crees que ibas a llegar a eso con quien te ibas a casar?— cuestionó de pronto

—James era su nombre —lo recordé y sonreí— sí, hubiésemos envejecido juntos— concluí justo cuando vemos entrar a Ikaris al lugar, Martin se puso de pie con una gran sonrisa

—Hola, bienvenido a Rusty's— comentó, negué mientra sonreía

—Hola —le dijo el eterno— hola Carol— me saludó luego a mi

—Hola Ik... Isaac— hablé casi diciendo su nombre real

—¿En qué te puedo ayudar?— se apresuró el chico de lentes a mi lado, me causaba gracia toda la situación

—Un café negro esta bien— fue la respuesta del castaño

—¿Algo más?— volvió a hablar mi compañero

—No, gracias— se dirigió a Martin

—Son dos libras— le dije, me entregó el dinero para luego hablarme

—Oh, Carol ¿tienes algo que hacer el domingo? Podemos ir a Stonehenge, solo si quieres— parecía nervioso, me inquieté un poco porque Martin estaba a mi lado y habíamos pasado por una situación al principio de la semana

—Bueno, si claro— dije nerviosa

—Es un buen lugar, te va a encantar— mencionó el eterno

—Siempre quise ir a Stonehenge— oímos que habló Martin a nuestro lado

—Puedes venir, si quieres— mencioné para luego ver a Ikaris, no estaba muy convencido de aquello pero al final aceptó

InfinityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora