3

1.3K 184 196
                                    

POV. Techno

En cuanto lo vi entrar a la biblioteca supe que sería un día largo, había tenido una tarde agradable en la biblioteca. No había mucha gente así que había muy poco que hacer.

Estaba recibiendo un libro cuando llegó, no despegué mi mirada de él, parecía un vándalo, ropa desaliñada así como su cabello. Solo entró y se sentó en una de las sillas del fondo. Ni siquiera tomé un libro, puse un poco más de atención...

espera...

¿Está durmiendo?

Es un desvergonzado, como se atreve a tomar la biblioteca como su cama.

Me levanté de mi asiento, iría a sacarle. Este es un lugar para leer y aprender, no para dormir y hacer el vago.

Sin embargo una mano me detuvo.

Era Karl

-Tranquilo... Está bien. - Me dijo suavemente, después de todo no debemos alzar la voz aquí adentro.

-Pero está dormido como si no le importase - Realmente me molestaba.

-Dave...a veces, las personas no tienen a donde ir. La biblioteca es un lugar tranquilo en el que la gente puede olvidarse del exterior. No veo nada de malo con que él tome asiento y se relaje. - Su sonrisa tranquila me calmó lo suficiente como para volver a mi asiento.

Sin embargo, durante todo el día el tipo fue molesto para mí. Después de que se despertó, me miró retándome. No le convenía mirarme de esa forma, sin embargo pasó por mi lado y un sonido como un gruñido me sorprendió...

El tipo incluso se atrevía a gruñirme. Es un estúpido.

Sin muchos más inconvenientes concluí mi primer día de trabajo, el tipo de verde se quedó todo el tiempo ahí sentado leyendo un libro.

Al cerrar la biblioteca él simplemente se despidió de nosotros y se fue.

-No es un mal sujeto, espero que vuelva. - Karl era demasiado buena persona.

Solo lo mire y asentí, al final era mi jefe. Decidí guardarme mi opinión al respecto.

-Gracias por todo hoy - El solo me sonrió y asintió enérgicamente.

-¡No es nada! Gracias por la ayuda, hoy trabajaste espléndidamente. ¡Nos vemos mañana! - Sin decir más solo me despedí con la mano y me encaminé de vuelta a casa.

Caminé hasta la parada del autobús, y pude ver que el tipo de sudadera verde se subió a uno de esos autobuses viejos que llevaban a la parte peligrosa de la ciudad.

Como lo suponía, no era más que un vándalo. Esperé mi autobús y subí dejando mi cuota en la máquina de monedas junto al conductor. Tome asiento al fondo del autobús, me gustaba mirar por la ventana, podía ver algunos edificios y a la gente pasar.

Envié un mensaje a Phil avisando que pronto llegaría a casa. Sin importar nada, hoy ha sido un buen día. Conseguí el empleo y tuve un buen primer día, éste era el inicio de un buen camino, o al menos eso es lo que siento.

Por fin llegué a mi estación, bajé del autobús y caminé a casa. El vecindario donde vivía era un sitio tranquilo, las casas eran todas distintas pero era un barrio colorido. Llegué al fin a nuestro hogar, parecía una cabaña si la mirabas de lejos, una cabaña en los suburbios. Sin embargo era una casa que tenía decoración con troncos de madera en el exterior.

Siempre me había gustado esa casa, es donde mis hermanos y yo crecimos.

Abrí la puerta que era de una madera un poco más clara y entre.

LibraryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora