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So... I'm back

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POV. Dream
Las olas del mar llevaban y traían las corrientes desde temprano en la mañana. Los últimos días habían sido así.

No es que no me gustase el mar o las vistas, en realidad es relajante, un ambiente tranquilo.

Sin embargo prefería mil veces empezar mi día en casa, haciendo el desayuno para mis hermanos, para llegar lo antes posible a la biblioteca y ayudar a Techno a limpiar.

Y no importa cuánto amara esa pequeña zona de confort que creé en tan poco tiempo, no podré volver.

Después de un mes, Drista volvió a la escuela lejos de nosotros, al menos pudimos pasar navidad juntos los 3. Y yo no volví más a la ciudad que me había visto crecer por sus calles.

Quackity nos ha mantenido aquí desde ese día a mi y a Ranboo, la isla quesadilla no es que fuera mala. Es decir, es un lugar agradable, paradisíaco e incluso diría idílico pero no es un lugar agradable si el no está.

Sigo sin creer que no pude decirle la verdad sobre mi mismo, pero esto es mejor asi, al final tanto Karl como Quackity tenían razón. No quiero exponer a Techno a este mundo, el es un chico increíble y no merece eso.

Juro que algún día volveré a decirle todo ... A por fin hablarle con sinceridad. Pero eso será el día que lo pueda proteger de este mundo, cuando no tenga nada que ver con todo esto.

Por fin decidí levantarme de mi asiento junto al pórtico de la "vecindad" como la llama Quackity. La cual da directo al amanecer reflejándose en el mar.

-Eh Dream Capo, ¿quieres ir a la playa?- La voz con acento argentino a mis espaldas me hacía distraerme de todos mis pensamientos, al menos momentáneamente.

Spreen era uno de los trabajadores de mas confianza de Quackity, sin embargo el estaba fuera de los negocios desde hace un tiempo. Quackity le ofreció un lugar en esta isla para cuidarla  y mantenerla limpia. El había sido nuestra compañía junto a Roier, otro chico mexicano que por alguna razón no se despegaba del argentino. Parecían amigos de toda la vida.

- Iré en un rato Spreen. No estoy con mucho ánimo - miré de nuevo a las olas del mar.

-Tu nunca estás de ánimo. Todo el día andas depresivo y en las nubes. Hasta Ranboo encontró un pasatiempo. Tu pasas el día sumido en un ambiente lúgubre. - Parecía mi padre al regañarme de esa forma, eso saco una sonrisa de mi parte.

-No le hables así Sprite está chikito. Hay que cuidarlo- y ahí llegaba la madre. Roier era alguien muy agradable.

-Spreen tiene razón. Debo hacer algo, podría ayudar a Ranboo con sus cultivos, o pescar en el mar...- Roier me miraba, siempre usaba una banda en su frente por el calor.

-porque no ayudás a Roier, ha estado construyendo una cabaña. - Eso por alguna razón sorprendió al nombrado.

-¡¿Lo sabías?!- Gritó el mexicano

-¿No debería?- Spreen tenía una cara de duda genuina.

Un silencio entre ambos dio por terminada la conversación.

-Bueno, podría tomarte la palabra.-

Así eran los días aquí en Quesadilla. Tranquilos sin mucho que hacer, y a la vez tan vacíos...

Había pasado mi tarde ayudando a Roier a cortar madera de palma y juntando tablones. Realmente estaba cansado.

-¿Para que diablos construyes una cabaña?- quitaba el sudor de mi frente mientras mi mirada se clavaba en mi compañero constructor.

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⏰ Última actualización: Jun 21 ⏰

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