19.

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Los rayos de luz comenzaban a entrar por la ventana golpeando directamente el rostro de la más baja logrando que despertara, cerrando los ojos de golpe al ser cegada levemente por el sol, cuando logro acostumbrarse volvió a abrirlos nuevamente de forma lenta suspirando tratando de sacar el sueño de su cuerpo. Dispuesta a levantarse se movió levemente para salir de la cama, notando inmediatamente un peso sobre la parte derecha de su cuerpo, giro un poco su cabeza y su corazón se aceleró al notar lo cerca que estaba el rostro de la castaña del suyo, sus mejillas se tornaron rojas inmediatamente, sin embargo, no pudo evitar observarla detalladamente, admiraba su belleza. La tranquilidad de su rostro, parecía un ángel, sus labios tan, a simple vista, delicados y apetecibles, sus facciones tan definidas.

—Eres hermosa. —susurro sin alejar su mirada de ella.

El brazo de la castaña rodea su cintura de manera posesiva, su respiración era tranquila y profunda. Algo, muy dentro de ella, le decía que esto no era nuevo, algo la hacía sentir que todo parecía repetirse.

—¿Por qué siento que te conozco desde antes? —susurro frunciendo el ceño.

El sonido vibratorio de un teléfono capto su atención al instante, junto a ella está la mesita de noche y sobre esta se encontraban su teléfono y el de Daniela y por lo que pudo ver el teléfono de la castaña era el que estaba vibrando, dudando un poco decidió tomarlo y ver que era, tal vez era Paula y no se equivocaba, era un mensaje de la mujer, sin embargo, su mente entro en un estado de shock total al ver el fondo de pantalla de la castaña. En aquella foto claramente se les veía a ambas costadas en una cama desconocida para la mayor, estaban abrazadas, ella misma sacaba la foto mientras la castaña ocultaba su rostro en su cuello.

Flash Back.

—Bueno sobrevivimos a la primera noche juntas. —bromeo la más baja.

Calle soltó una risita mientras se abrazaba a ella ocultando su rostro en su cuello. Ambas se habían levantado hacia un par de minutos, pero ninguna tenía ganas de levantarse de la cama.

—¿Acaso lo dudabas? —cuestiono la castaña.

—No, pero creí que con mis chistes malos me correrías a patadas en menos de una hora —explico mientras le acariciaba el cabello —. Esto merece una foto, primera noche juntas como novias.

—¿Enserio tomaras una foto?

—Te dije que amo la fotografía —contesto extendiendo una de sus manos hasta alcanzar su teléfono en la mesita de noche —. Documentare cada experiencia.

—Que no salga mi cara. —le advirtió, aunque claramente no le molestaba.

Poche activo la cámara y extendió su brazo hacia arriba sacando la foto para luego dejar el móvil a un lado y abrazase a su novia.

Fin del Flash Back.

—Mierda. —maldijo en voz baja sintiendo fuertes pinchazos en su cabeza.

Sin poder evitarlo su cuerpo se levantó abruptamente de la cama sin percatarse que despertó a la castaña en el proceso.

—¡¿Pero qué carajos?! —exclamo Daniela totalmente asustada hasta que vio a Poche de pie junto a la cama respirando con suma dificultad mientras miraba a todos lados horrorizada — Poche, oye, oye. —se levantó rápidamente y trato de acercase a la más baja.

—¡No! —dio dos pasos atrás hasta chocar con la pared — no te me acerques.

—¿Qué te pasa? —pregunto tratando de mantener la calma. Sus ojos cayeron rápidamente a su teléfono, el cual estaba en el suelo.

Bajo la atenta mirada de Poche se agacha sin dejar de mirarla para tomarlo, al volver a incorporarse miro la pantalla y cayó en cuenta de lo que estaba pasando y se maldijo internamente por no cambiar el fondo de pantalla.

—Poche, mírame —pidió acercándose lentamente. La más baja la miro, aunque sus ojos seguían proyectando miedo —, es un…un brote psicótico —aclaro rápidamente. Poche negaba con la cabeza frenéticamente —, lo que sea que esté pasando en tu mente no es real.

—Sáquenme de aquí. —murmuro María José pegando su espalda a la pared hasta deslizarse y sentarse en el suelo. Llevo sus manos hasta enredar sus dedos en su cabello mientras se escuchaba como respiraba con fuerza.

—¿De dónde? —pregunto con cautela acercándose cada vez más.

—No quiero estar aquí… —susurraba con la mirada perdida.

—¿De dónde? —pregunto un poco más desesperada.

—Tengo que buscarla. —Calle frunció el ceño y rápidamente marco a Paula dejando que cuando contestara pudiera escuchar todo.

—¿A quién?

—A Calle, tiene que saber que no fue un accidente —explico en voz baja sin estar totalmente consiente de su realidad —. Fue Samuel…él…él ayudo con el choque.

—¿Samuel?  —se preguntó la castaña sumamente confundida.

Y sin más su cuerpo se desplomo, totalmente inconsciente. Calle rápidamente se arrodillo a su lado totalmente conmocionada.

—¡¿Calle?! —se escuchó la voz de Paula en el teléfono inmediatamente y con la mana temblorosa lo tomo acercándolo a su oreja.

—Es Poche yo no… no se q-que le pa-paso —explico con la voz entrecortada.

—Llego de inmediato.

Sus ojos escanearon rápidamente el rostro de la más baja, llevo su mano al punto de pulso en su cuello comprobando que sus latidos eran constantes. Con una de sus manos palmeo suavemente su mejilla tratando de hacerla reaccionar.

—Poche…por favor, no me hagas esto —pedía en voz baja mientras se abrazaba al cuerpo de la chica notando su respiración suave y profunda —, por favor, despierta.

De forma suave pero rápida se levantó y corrió al baño de la habitación, tomo el botiquín que se encontraba colgando en la pared, salió de la habitación dejándolo en la cama, lo destapo y tiro todo sobre la cama, tomo un algodón y alcohol, volvió donde el cuerpo inconsciente y le acerco el algodón mojado a la nariz.

—¡Suéltame! —grito incorporándose de golpe quedando sentada, aun en el suelo. Calle rápidamente le sujeto el mentón con una mano y la obligo a mirarla. Poche conecto su mirada con la de ella dando un respiro profundo, perdiéndose en esos ojos marrones que la enloquecían.

—Cálmate —le pidió mirándola fijamente —, respira conmigo —le pidió. Poche asintió —uno… —inhalo y luego exhalo lentamente siendo imitada por la contraria —dos… —repitieron la acción —tres… —otra vez. Calle asintió notando que Poche estaba más calmada — ¿Mejor? —cuestiono suavemente. La más baja asintió ya más calmada.

—¿Qué paso? —pregunto totalmente desorientada. Calle le miro confundida.

—¿Qué es lo último que recuerdas?

—Solamente…me desperté y luego…luego... solo, no sé. —admitió negando con la cabeza.

—¿En qué estás pensando?

—¿Tú y yo nos conocemos? —se atrevió a preguntar. Calle se tensó totalmente ante la interrogante — Calle, por favor… —suplico pasando saliva, notablemente frustrada —¿ya nos conocíamos? —repitió con la voz temblorosa.

—Sí. —confeso apartando la mirada.

....

Ahora si se puso interesante esto.

  
     


  

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