Entre Melodías

20.

—Lleva una hora encerrada ahí —comento Calle pasando una de sus manos por su cabello totalmente frustrada mientras mantenía su mirada fija en la puerta del baño de su habitación. Cuando Paula llego Poche se encerró con llave con la mirada totalmente perdida, como en un estado atónito —. Todo esto es mi culpa.

—No lo es, no es tú culpa Dani —dijo Paula sentándose junto a la castaña en la orilla de su cama — no sabías como iba a reaccionar con ver una simple foto, era imposible descubrir en que momento detonaría un brote psicótico.

—Dijo que Samuel ayudo —susurro recordando las palabras de la mayor durante su momento de locura —, Erika, Cristina y Samuel están metidos en esto y no encuentro forma de ayudar al amor de mi vida…no sé cómo devolverle todos sus recuerdos sin que la aborden los ataques de pánico o los brotes psicóticos. ¿Qué puedo hacer?

—Esperar a que ella misma pida respuestas —contesto colocando una de sus manos sobre el hombro de la castaña dándole apoyo —. Esto será difícil Daniela, Poche está comenzando a revivir cosas que paso, ese momento de lucidez que me contaste delata, claramente, que estuvo secuestrada, quien sabe por cuánto tiempo. 

—¿Quién querría secuestrarla? —pregunto la castaña en voz baja, la frustración e impotencia no la dejaban tranquila y menos sabiendo que ella misma estuvo involucra con uno de los culpables del actual estado de su ex novia.

—Samuel siempre le guardo rencor a Poche, la pregunta es ¿Por qué Cristina y Erika? Ellas y María José eran mejores amigas ¿Por qué se involucrarían en esto de esta manera?

—No lo sé —las lágrimas comenzaban a correr por las mejillas de la castaña —, no tengo ni la más remota idea, no puedo creer que el chico con el que compartí parte de mi vida sea parte de tan semejante atrocidad.

—Hay que averiguarlo, hasta ahora tenemos tres culpables y para hablar con mis contactos necesitamos a los cuatro involucrados. Es obligatorio que Poche recuerde todo.

—Pues diré todo lo que se o por lo menos todo lo que creo saber. —La voz de Poche se escuchó por todo el lugar. Ambas chicas la miraron inmediatamente.

—No queremos presionarte, no sabemos qué tan afectado esta tu cerebro ni por cuantos traumas pasaste. —intervino Daniela rápidamente levantándose de la cama para acercase a María José con lentitud, temiendo que esta volviera a alejarla.

—Quiero ayudarlas —insistió segura de sus palabras. Paula se limitaba a mirarlas atentamente —, pero primero necesito respuestas.

—Y las tendrás, aprovecharemos estos meses que se quedaran aquí para poder reunir toda la información que podamos. Llamare a la disquera para decirles que la gira en conjunto que harán será pospuesta para…

—No —negó Poche rápidamente captando la atención de ambas —, Samuel estaba en el concierto.

—Por eso tu pequeño estado de trance…lo viste. —razono la castaña sintiendo como el enojo poco apoco remplazaba la frustración. Poche asintió.

—Sí posponemos la gira y todos los proyectos notara que nos dimos cuenta de algo y si están planeando algo de nuevo aceleraran sus planes.

—Bien, seguiremos como si nada —concordó Paula —¿Qué quieres saber?

—¿Qué tipo de relación teníamos Calle y yo? —pregunto con seguridad.

—De todo lo que puede preguntar ¿preguntas eso? —cuestiono Daniela sintiendo un nudo en su garganta, sería difícil para ella relatar todo lo que vivieron como si Poche se tratase de una extraña a la que le cuenta su vida.

—Calle, necesito saber eso. —contesto mirándola a los ojos.

—¡¿De qué sirve si no vas a recordar todo con una simple historia?! —pregunto altera sintiendo como las lágrimas caían con mayor intensidad. Se sentía impotente al no poder hacer nada para mejorar la situación.