21.

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Otro juicio terminó.

Yeomra se mantuvo sentado en su lugar, observando cómo los jueces cubrían el espejo del karma y guiaban a los espíritus que acababan de ser juzgados a dirigirse al siguiente infierno.

Las cosas en el Otro Mundo seguían su ciclo natural. Cada mañana, Yeomra tenía la tarea de asistir a las juntas diarias con los jueces sobre los asuntos que acontecían en el plano. Luego se dirigía al área de juicio para continuar con su trabajo.

Era agotador. Los ángeles de la muerte no estaban de su lado la mayor parte del tiempo como antes. Ellos se ocupaban de sus propios asuntos y Seok Jin debía mantenerse encerrado en los suyos. Las cosas habían regresado al punto de partida. No podía salir a cosechar almas con ellos, pues Yeomra estaba bajo la atenta y juzgante mirada de los jueces y dioses del Otro Mundo.

El ambiente en el Otro Mundo se volvió más sombrío. Con el mal humor del Dios de la Muerte, los espectros que vagaban por los pasillos se encogían de hombros con miedo cada vez que lo veían pasar.

Seok Jin tenía un semblante oscuro y peligroso. Todos sabían lo que sucedía cuando él se enojaba, y nadie quería ser una de sus víctimas.

Al ser el mayor Dios dentro del Inframundo, podía jugar con la vida de los humanos y los espectros a su gusto. Si alguien se metía entre sus planes, encontraría la manera de hacerlo sufrir una lenta y dolorosa agonía.

—Su majestad…

—¿Qué quieres? —preguntó Seok Jin antes de que Dowoon pudiera terminar la frase.

El juez se apresuró a alcanzar a Yeomra, quien caminaba con los brazos cruzados tras su espalda y miraba a sus alrededores sin prestarle demasiada atención. Yeomra portaba un hanbok negro con acabados dorados y tras él, decenas de almas vagaban intentando alcanzar su paso.

La presencia y apariencia del Dios, con el mentón alzado, lo hacían ver cómo el Yeomra seguro y egocéntrico que habían conocido antes de la llegada de Taehyung.

—Han pasado dos semanas desde que no tenemos noticias de Taehyung, no lo he visto en ningún lado. ¿Ha pasado algo?

El andar de Yeomra se detuvo. Las almas se detuvieron también. Dowoon abrió los ojos con sorpresa. ¿Acababa de hacer una pregunta que no debía ser hecha? El pánico no tardó en invadirlo. Tanto así que sintió un escalofrío recorrerle cuando Yeomra lo miró sobre los hombros.

—¿A qué viene la pregunta?

—Yo solo…

—¿Los jueces intentan cuestionar a mi ángel de la muerte de nuevo?

Dowoon sacudió la cabeza repetidas veces —. No, no es nada de eso.

—Dowoon habla ahora.

—En realidad… El juez Junseo está preguntando por él.

—¿Y eso por qué?

—Dice que hay una irregularidad… Taehyung es un ángel de la muerte, pero no ha cosechado ni una sola alma en los meses que lleva trabajando.

—¿De nuevo con eso? ¿Cuántas veces van a repetir el mismo asunto? 

—No es solo eso.

Yeomra alzó una ceja y le invitó a seguir hablando.

El muchacho asintió —. Ya ha escuchado acerca de las órdenes de Baekho. Sin embargo, hay nuevos rumores corriendo acerca de usted que no le favorecerán en nada.

—¿Cuáles son los rumores?

—Que Kim Taehyung es un humano —respondió, sabiendo que ante eso la ira de Yeomra sería desatada. Pero eso no sucedió.

Death God; JinTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora