09.

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—¿No crees que están actuando muy extraño? —le preguntó Yoongi a Jungkook, quien mantenía su ceño fruncido mientras observaba la escena frente a ellos —. ¿Habrán discutido?

—¿Qué sé yo? Por eso les he indicado que traer un humano con nosotros no fue la mejor idea y...

—¿Seguirás con eso?

Jungkook bufó fastidiado y se inclinó para alcanzar un libro anticuado y polvoriento de las estanterías, dándole a entender que no quería seguir discutiendo con él.

Era un tanto incómodo estar en la misma habitación que el humano y el Dios. Más cuando no se dirigían la palabra ni la mirada por nada del mundo. Era casi como si una fuerte discusión se hubiera dado paso entre ellos. Yoongi conocía a Seok Jin, y aquel rostro de serenidad que traía consigo era una señal de preocuparse.

No sabía bien qué era lo que pasaba por sus pensamientos. Por más que había trabajado cientos de años junto a él, Jin seguía siendo un Dios Infernal que, por consiguiente, no se ataría a una sola personalidad.

Sin embargo, cuando Yeomra solía mantenerse en total silencio, concentrando su atención en algún vago libro mortal, significaba que había algo que quería evitar.

Pero, ¿qué era lo que quería evitar?

—Aun así... —insistió Yoongi. Jungkook giró sus ojos y le hizo una señal de que lo escuchaba —. ¿No te parece extraño que Seok Jin esté actuando de forma tan humana?

—¿A qué te refieres con ello? ¿Humana?

—Ya sabes de lo que hablo. ¿Desde cuándo se muestra tan expresivo?

—Los Dioses no son expresivos la mayoría de las veces —recalcó Jungkook cada una de sus palabras —. Eso no evita que lo sean de vez en cuando. Seguro que está cansado.

—¿Y cómo explicas que se la pasa más tiempo aquí que en el otro plano? —contraatacó.

—Mira, que yo también pienso que algo anda mal, ¿pero qué podemos hacerle?

—¿Será por el chamán? —preguntó Yoongi ladeando la cabeza y posando su vista en el mencionado.

Jungkook lo volteó a ver con sorpresa. ¿Acaso ya sospechaba lo que sucedía entre ellos dos?

Por más que se moría de ganas de contarle lo que de verdad pasaba con Yeomra, se abstuvo de hacerlo. Lo menos que quería en esos momentos era desatar la furia del Dios por contar algo que tal vez estaba guardandose.

Si no le había contado a Yoongi debía ser por una razón.

—¿Qué tiene el chamán?

Yoongi chasqueó la lengua —. ¿No sientes que sobras cuando estamos junto a ellos dos?

—No —el muchacho negó con la cabeza mientras subía y bajaba los hombros.

—No estás cooperando.

—Se le llama tensión —respondió con obviedad —. Lo que hay entre ellos dos es tensión y nada más. Deben romperla.

—¿Y cómo? —preguntó Yoongi, haciendo que el otro le mirara con incredulidad y exhalara cansino —. En fin lo que quiero decir es que no hay forma de que él actúe así.

—¿Ah, sí?

—Kook —le llamó con insistencia, quitándole el libro para que prestara atención ante un tema muy importante —. ¿Podrías escucharme?

—Lo hago, puedo hacer muchas cosas a la vez.

—Claro... —murmuró entre dientes mirándole de mala forma —. Pues ya lo he dicho, Jin está extraño y algo nos esconde. ¿No crees que esté atado a algo?

Death God; JinTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora