23.

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Escapar del palacio no fue tan difícil como Taehyung lo esperó.

Tan pronto Taehyung aceptó ser guiado por la Diosa, esta logro escabullirlos por el palacio sin ser vistos por ningún guardia real. No sabía cómo lo habían logrado, y la muchacha dejó escapar una risa al observar la expresión de incredulidad en el contrario.

—Cada Dios tiene sus propias habilidades —mencionó ella, caminando a su costado —. Algunos aprendemos otras diferentes a las que estamos destinados. No me ha sido difícil manipular las mentes de los guardias ya que he aprendido y mejorado mi técnica.

—¿Manipular mentes?

Jijang arqueó una ceja y, al ver la expresión de horror en el otro, sacudió la cabeza —. Manipular sus recuerdos y su visión del mundo que los rodea. Prácticamente su mente, sí. Solo lo puedo usar en ocasiones especiales, si hago mal uso de ello puedo ser castigada con un drenaje inmediato de energía que me dejaría sin poder levantarme por semanas.

—Ya veo...

—Sigo pensando que te vendría de maravilla trabajar en el Otro Mundo —mencionó ella, mirándolo de pies a cabeza. Taehyung se encogió de hombros —. ¿Por qué no te conviertes en uno de mis ángeles de la muerte? Prometo que trabajar conmigo será divertido.

Taehyung soltó una risa por primera vez en aquel largo día y la Diosa pareció tranquilizarse debido a ello.

—¡Has sonreído! —exclamó con sorpresa —. Mi propuesta sigue de pie, ¿sabes? Desde que te vi por primera vez supe que podrías ser una parca. Esperaré paciente tu llegada al Otro Mundo y lucharé contra Yeomra para poder tenerte como ángel de la muerte.

—¿Estarás esperando a que muera?

Jijang abrió los ojos y sacudió la cabeza repetidas veces —. ¡No quise decir eso! ¿Por qué estás torciendo mis palabras?

El chamán no pudo evitar reírse de nuevo. La Diosa se sintió avergonzada y no volvió a tocar el tema de conversación de los ángeles de la muerte, sin embargo no dejó de hablar del Otro Mundo durante todo el camino.

Taehyung no podía quejarse de ello. La emoción con la que le contaba era suficiente para que el chamán pudiera distraer su mente un poco. Ella le habló sobre los juicios, los espectros que deambulaban por los infiernos y también acerca de las criaturas y espíritus vengativos que se escondían en los rincones de estos.

Y, cuando ella le habló acerca de la elección de los Dioses en ese plano, el semblante de Taehyung cambió en un instante.

El chamán miró a la muchacha, que seguía caminando sin ser consciente del caos que acontecía dentro de él. Los pequeños espectros que la acompañaban oscilaban con ligereza a la altura de sus hombros. De repente, alguno de esos espectros se acercaba a Taehyung con curiosidad, y lo examinaba de pies a cabeza. Acción que lograba brindar un pequeño rastro de emoción positiva en el chamán.

—Pero... ¿Sabes algo? En mi opinión, Seok Jin aún no debería terminar su estadía como Dios —mencionó ella, mirando a todas direcciones y luego haciéndole una señal al muchacho para que continuara siguiéndola.

—Creí que los guardianes sabían decidir el momento correcto.

Jijang hizo una mueca —. Claro, saben decidir el tiempo correcto. Pero el juez Junseo está aplicando una terrible presión en todos los habitantes del Otro Mundo para echar a Yeomra antes de tiempo.

—El juez Junseo...

—Sí. Ya te han contado sobre él, debo suponer —la muchacha frunció el ceño —. Quien debería dejar el Otro Mundo y hacernos un favor es él. Seok Jin tiene un largo camino que recorrer. Sus enseñanzas como Dios no están completas, y sus faltas durante su reinado no son lo suficiente graves para quitarle su derecho de formar parte del ciclo de la vida.

Death God; JinTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora