‒ ¿Re...Regina?
‒ Emma. ¿Puedo entrar?
‒ ...
‒ Tengo que hablar contigo
‒ ¿Que...tienes que hablar? ¿Aquí y ahora? ¿Con...Conmigo?
‒ ¿Puedo entrar?‒ repitió Regina
Emma se apartó, abriendo paso a la bella morena que dio unos pasos hacia adentro. Emma no se lo creía: después de días evitándose, ¿era Regina la que venía a ella?
‒ Yo...¿Qu...Quieres beber algo?
‒ No, gracias
Emma se quedó allí, inmóvil, sin saber qué hacer. Regina estaba delante de ella y apenas se atrevía a alzar la mirada hacia sus ojos...Hasta que escuchó la voz de Regina.
‒ Espero que no estuvieras durmiendo‒ dijo Regina. Evidentemente las ojeras y la mirada fatigada de Emma sin duda se debían a un sueño perturbado...del que ella misma era la culpable.
‒ No, no, aún no...
‒ Hope...
‒ Está aquí. Durmiendo‒ sonrió débilmente Emma
‒ Bien...
‒ ¿Qué quieres?‒ soltó de repente Emma en un tono más seco de lo que hubiera deseado.
‒ He venido a hablar contigo
‒ Creí que ya nos habíamos dicho todo. En todo caso, es lo que me dejaste entender antes de ayer, ¿no?
‒ Sí, yo...Bueno...Era complicado
‒ ¿Era? ¿Ya no lo es?‒ replicó Emma
‒ Las cosas...Han sensiblemente cambiado
‒ ¿En qué?
‒ Yo...
Emma percibió el nerviosismo de la bella morena. Muy pocas veces la había visto de esa manera. Dejó de lado su postura defensiva, y suspiró.
‒ Venga, siéntate.
Se sentaron en el sofá, cada una en un extremo, y Emma decidió darle tiempo a Regina. Ella se quedó, entonces, algunos segundos en silencio, callada, mirándola. Regina se trituraba los dedos, la cabeza gacha.
‒ Lo siento de verdad muchísimo
‒ ¿El qué?
‒ Haberte rechazado de aquella manera
Emma tembló. ¿De verdad iban a tener esa conversación ahora? Quizás fuera una señal del destino, según la dirección que esta tomara, la decisión de Emma sería irremediable.
‒ Lo he intentado, he perdido. Fui torpe y jamás debí haberte forzado de esa manera.
‒ No has perdido...‒ murmuró Regina
‒ Eso depende de lo que se tome por un fracaso...Si quieres decir que no he perdido nada porque no había nada que perder...
‒ No. Lo que quería decir es que no has perdido nada porque...‒ carraspeó ‒ Emma...Creo que...Yo...
‒ Hey, Regina, respira. Sea lo que sea que tengas que decirme, no es necesario que te pongas en este estado. Pareces estresada.
‒ Te tengo un enorme afecto, de verdad
‒ Eso jamás lo he puesto en duda‒sonrió débilmente Emma ‒ Ese no es el problema. Yo también te tengo afecto...Un poco más de lo que debería tenerse por una simple amiga.
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¿Y después?
Fiksi PenggemarLa historia tiene lugar tres años después del final de la serie: los reinos unificados, guiados por Regina, prosperan. Las relaciones y sentimientos entre cada uno evolucionan: algunos se detienen, otros aparecen. Las cosas cambian...Emma y Regina v...