—Mami.
Una sonrisa se instala en mi rostro escuchando a Gianira entrando a la habitación. Han pasado 4 años y las cosas han cambiado muchísimo desde que acepté la propuesta de matrimonio de Dylan.
La boda con Dylan fue maravillosa, nuestros amigos y las personas más cercanas a nosotros nos acompañaron en la ceremonia. Fue en la playa, un día de octubre. Y después de eso, las cosas no hicieron más que mejorar. Mi hermana se fue a estudiar a Londres con una beca, pero no se fue sola, porque su novio también se fue y desde entonces viven juntos.
Ella estudió diseño de modas y su novio, que ahora es su prometido, porque planean casarse algún día, estudió marketing. Jake sigue viviendo conmigo y con Dylan. El cual, por cierto, ha conseguido mucho éxito, siendo ahora uno de los abogados de renombre del país.
Mi empresa igual ha crecido, porque la sucursal en Canadá fue solo el principio, gracias al éxito abrimos otra más en París. Will y yo hemos tenido que ir y venir entre las sucursales. Edward y Stefanie son felices, tienen un pequeño de 2 años que adoptaron, Mia es la más contenta porque tiene una buena relación con su padre.
Por otro lado, la familia que he formado con Dylan está compuesta por Gianira, de casi 4 años y Leonardo de 1 año.
—Amor, Leo está inquieto.
Me giro a ver a Dylan quien carga al pequeño antes mencionado, quien es igual a su padre, solo que con el cabello completamente chino, como la madre de Dylan. Gia se acerca a ellos y toma la mano de su padre.
Agarro mi bolso y camino hasta ellos resonando los tacones en el suelo, caminamos por el pasillo y me detengo en la habitación de Jake, pero al no verlo frunzo el entrecejo.
— ¿Y Jake?
—Está abajo hablando con Sandy por videoconferencia, está listo desde hace media hora. Te dije que era tarde.
Niego varias veces y bajo las escaleras cargando a Gia. Mia se ha ido con Edward así que la veremos en el salón.
—Jake... Vámonos.
—Finalmente bajan, hermana, nos vemos.
—Dile que no se olvide que iremos el fin de semana a visitarlos.
Gianira, se acerca a Jake tomando su mano y caminan al exterior. Dylan se adelanta a acomodar a Leo en su asiento mientras yo observó mi mano, jugando con aquella alianza.
*****
—Y sin más que decir, quiero agradecer a la señora Rose por la organización de este evento.
El señor Green habla en el escenario viéndonos a todos, el mencionado es dueño de una de la cadena de restaurantes más exitosa de Manhattan y su aniversario se festejo de la mejor manera posible. El evento fue grande, incluso la prensa se encuentra aquí.
—Señor Rose... Que coincidencia tan grata encontrarlo aquí. ¿Podríamos hablar un momento?
Dylan aprieta mi mano antes de irse con aquel hombre. Sonrió y veo pasar corriendo a Mia con su hermana.
—Ey ey, princesa. ¿Es que no saludas?
La riña ríe un poco y se devuelve hacia mí besando mi mejilla antes de volver a irse. Leo jugaba con uno de sus juguetes a mi lado. Edward se para a mi lado junto a su esposa y a Theo, su hijo.
—Ey, si vinieron. Creí que no llegarías a tiempo.
Digo antes de abrazar a Stephanie y ella ríe. Nos hemos unido mucho desde que se mudaron, quien diría que aquella modelo con problemas de droga sería ahora la encargada de relaciones públicas de mi empresa. Y vaya que nos hicimos amigas, Theo me dice tía aunque no haya ese lazo sanguíneo..
—Theo, por allá esta Mia y Gia. ¿Por qué no vas?
Edward suelta la mano del niño y este va tras las niñas con vestidos rosa en diferentes tonos. Volvemos a sentarnos y Edward levanta a Leo jugando con él, ambos rien. Me giro a Stephanie y sonrió.
—Cuéntame. ¿Como te ha ido en París?
—Todos los problemas quedaron solucionados y el área de relaciones públicas ha sido reestructurada. Extrañaba a Theo como no tienes idea. Y eso que sólo fueron unos días.
—Te entiendo perfectamente, me ocurre lo mismo cuando se quedan con mis hijos cuando los viajes han sido de sorpresa. La maternidad.
Me encojo de hombros y volteo a ver a Edward, quien iba tras las niñas con Leo en brazos.
—Theo está enorme. No puedo creer que el tiempo pase tan rápido.
—Phoebe, has sido mi ejemplo, la vida que llevas, el éxito que has conseguido y mira a tus hijos.
—Stephanie, si algo me ha enseñado la vida es que todo es difícil, perdí a mis padres, me hice responsable de mi hermana cuando apenas comenzaba con mi empresa. Después me dejó mi ex novio embarazada sin que lo supiera. Mi primer embarazo fue toda una montaña rusa, me enteré de la existencia de mi hermano menor, seguido de un secuestro, perdí a una de mis mejores amigas y de nuevo me enteré que estaba embarazada. Mis hermanos han crecido, uno de ellos no vive más en el país... Nada es sencillo, incluso la maternidad. Con Mia hubieron muchos problemas, dudas e inseguridades, además de que Gia fue mucho más inquieta, más difícil, pero Leo ha sido todo más sencillo, es cuestión de práctica.
—Además de que Dylan es sin duda un gran apoyo. Basta con ver cómo te ve. No sé cómo tienes tal cuerpo si has dado a luz 3 veces.
—Theo es un niño maravilloso... ¿Qué ocurre?
—Nada en realidad, simplemente que nunca había admitido que te admiro, el cambio a mi vida fue en parte gracias a esta oportunidad que me has dado al dejarme trabajar contigo.
—Stephanie, no tienes absolutamente nada que agradecer. Eres feliz, tienes a Theo, haces feliz a Edward y aprecias a Mia junto a mis hijos. También mereces mi admiración.
Nos abrazamos y una manita en la pierna de la contraria nos hace separarnos.
—Mamá...
Me pongo de pie y me disculpo para ponerme de pie caminando hacia el baño. En el camino saludo a un par de personas que conozco de tiempo atrás.
—Miren nada más... Después de muchos años finalmente me encuentro con Phoebe Anderson Brooks...
—Ahora soy Rose... No esperaba verte aquí.
—¡Me importa una mierda quien es tu esposo! Aún tienes una deuda conmigo. ¿O lo has olvidado?
Continuará
•••
Después de muchos años actualice, no me odien, pero no me sentía para nada segura con las mil versiones que tenía escrito de este epílogo. Y como tenía pensado, las cosas no van a terminar así, aún hay cosas que contar de Phoebe.
Tengo mucho cariño de esta historia, me ayudó a despertar ese amor en la escritura y aunque ya no está en edición, siempre habrán pequeños detallitos que arreglar.
Déjenme en los comentarios que les ha parecido, si ha válido la espera y cualquier otra cosa que quieran decirme, me gusta recibir su amor.
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My Little Sunshine
RomanceLa vida siempre tiene retos en los que se pone a prueba nuestra fuerza espiritual. La vida de Phoebe no es la excepción. Quedó embarazada y tiene que arreglárselas sola. Tenía la esperanza de poder compartir su felicidad con el padre del bebé. Pero...