Capítulo 14

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(Phoebe)

He perdido la cuenta de los días que han pasado, pero lo que si ha cambiado es el tamaño de mi vientre, mi armario ha tenido que crecer con la ropa que ahora uso. El no saber el sexo de mi bebé me ha ocasionado fantasear con niñas y niños en diferentes situaciones, ambos igual de hermosos. 

Las cosas con Dylan no podrían ir mejor, ha estado conmigo el máximo tiempo posible e incluso hemos dormido mucho más de lo que es costumbre, lo cual es un fastidio ya que me levanto muchas veces al baño y me cuesta conciliar el sueño lo que lleva a que lo despierte. Tiene mucha paciencia y yo estoy en deuda con él por soportarme. 

Mi oficina quedó completamente remodelada y como siempre, han superado mis expectativas; tengo muebles nuevos y todo el suelo está con alfombra junto a los muebles para bebé que he pedido. Otra cosa que me tiene ansiosa es decorar el cuarto, aunque continúo esperando porque quiero saber el sexo para eso. 

Lo que si tengo ya es una lista de las cosas que tengo que comprar con antelación: asiento para el coche, pañales, talco, loción, pomada para rozaduras, cojín para alimentarlo, baberos, una tina, toallas, una carriola, un monitor.

El sonido de mí celular me saca de la nube en la que estaba.

— ¿Si? —digo estirándome en mi cama.

—Phoebe... —en seguida me puse tensa, como si hubiese hecho algo malo.

— ¿Qué sucede? —contesto lo más fría posible, la única persona que en un pasado pudo habernos ayudado o incluso darnos techo no lo hizo.

—Sobrina... —dice y controlo mis ganas de querer decir una palabrota—Se que no tengo porque llamarte después de tanto tiempo; pero entiéndeme, no sabía cómo tomar lo que pasó. Ustedes son mi única familia, quiero verlas —mi tía; en un pasado la íbamos a visitar cada fin de semana, vive a las afueras de la ciudad.

Recuerdo las veces que ella nos leía algún libro. Pero todo eso cambio el día en que mis padres murieron, ella no quiso ayudarnos, incluso no asistió al funeral. Por eso perdimos contacto con ella. Y si, es mi única familia, ya que la familia de mi madre nadie apoyo el matrimonio con mi padre, y por ese motivo mi madre no quiso tener contacto con ellos, para ser honesta nunca supe exactamente lo que pasó.

—Nos dejaste solas cuando más te necesitábamos —unas lágrimas resbalan por mis mejillas inevitablemente.

—Perdóname mi niña, fui una egoísta, después de eso perdí tu número, hasta que alguien me dio el número de tú oficina y allí me dieron este número —ella comienza a sollozar.

—Te perdono, no tienes porque decir más —le digo, ya que ella es mi única familia, y mi hija también tendrá a su tía.

— ¿De verdad? —limpio mis lágrimas.

—Así es —digo y me siento en la cama—Pero quiero tener tu apoyo, sin importar nada.

—Por supuesto que tienes mi apoyo mi niña —sonrío—Pero bueno, mejor cuéntame que has hecho este tiempo.

—Pues hay varias cosas que contarte tía... —sonrío y acaricio mi vientre.

—Pues empieza, ¿O tienes algo que hacer?

—No, hoy no voy a ir a trabajar. Y pues para empezar estoy embarazada —tengo que alejar el teléfono de mi oreja, porque un grito se escucho.

— ¿De verdad? ¿Quién es el padre? ¿De cuánto estas? —sus preguntas me hacen sacudir la cabeza, comienzo a abrumarme.

—Él padre es Ed y tengo 20 semanas de embarazo —digo y acaricio nuevamente vientre haciendo un círculo.

—Wow... Felicidades —dice ella, y aquí es donde le tengo que decir la parte difícil.

My Little SunshineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora