My Little Sunshine

Capítulo 25 Parte II

Dylan

Hoy se cumplen seis días desde el accidente de Phoebe y Susan. Aunque ambas han estado estables, Susan es la que ha estado más delicada los primeros días. Las dos cayeron en esta situación por los golpes en la cabeza que recibieron. Ambas están intubadas y un respirador les ayuda a que sigan vivas. Susan tiene la pierna derecha con unas vendas porque le sacaron un vidrio de allí.

No hay persona que no sufra por la ausencia de Phoebe y Susan pero Mia ha sufrido más que todos, sin duda. Alimentarla, dormirla, que no lloré, cada cosa se ha complicado con ella. La trajeron un día, solamente un día porque no es un lugar apropiado para una bebé de tan corta edad.

Los únicos momentos en los que abandono el hospital ha sido para darme un baño y cambiarme, duermo en el sofá en la habitación de Phoebe. Han venido sus amigos casi todos los días a visitarla.

"Tercer piso, habitación 58" Me alarmo, es la habitación de Phoebe. Tiro mi café en el cesto de la basura y corro a la habitación, pero hay una enfermera en la puerta que de inmediato niega con la cabeza. Aún estando afuera, el sonido de las máquinas logra percibirse haciéndome sentir mucho más inquieto.

Veinte minutos después salen tres enfermeras y un doctor, me acerco a él y suspira largamente..

—Hemos logrado estabilizarla. Le hemos retirado el tubo, eso es buena señal, aunque sigue dormida.

—Muchas gracias, doctor.

Entró a la habitación y la veo allí, como últimamente, sus párpados están cerrados, su color de su piel ha cambiado ya no tiene color en sus mejillas, sus largas pestañas ya no tienen esa mascarilla, sus carnosos labios están secos. Su cuerpo sigue igual pero cubierto por esa bata blanca.

—Hola amor, como todos los días, vengo a contarte que hice hoy. Mia te busca como siempre; Jackson ha recibido un reconocimiento por sus buenas calificaciones. Sandy ha empezado a tener una relación con el chico que me comentaste. Karen y tu tía han estado con Mia, yo he estado aquí. Hoy te han quitado el tubo, amor. Pero por favor, despierta.

El agarre que tengo en su mano se intensifica unos segundos, ha apretado mi mano. La veo con una sonrisa en el rostro, pero ella sigue con sus ojos cerrados.

Algunos flashbacks llegan a mi mente; las veces que la veía reír o se enojaba porque le hacía trampa, las tantas veces que logro que me diga "Te amo" o cuando me decía "Te odio" porque la contradecía. Suspiro frustrado y me levanto de allí. Camino hacia la puerta, pero apenas agarro el mango de la puerta un susurro me detiene.

—Dylan...

Phoebe

Todo es tan claro, siento como el viento golpea mi cara y cierro los ojos disfrutando de eso. A lo lejos veo a mi madre, que se acerca a mi sonriendo, sonrío y corro hacia ella.

—Phoebe... Mira que grande estás.

—Mamá, te he extrañado demasiado, no tienes idea de cuánto.

—Pequeña, siempre he estado contigo, aunque tú no me veas allí estoy.

—Quiero estar contigo, así, abrazándote por mucho tiempo.

—Pequeña, tienes que despertar, mi nieta no puede quedarse sola; además de que tú no puedes morir aún. —agarra mi rostro entre sus manos— Tienes que ver por tus hermanos, por Mia y no puedes dejar a todos así. —niega y limpia mis lágrimas.

—Te amo mamá— susurro

—Y yo a ti mi pequeña.—ve hacia atrás y yo imito su gesto, ahora mi padre es quien se acerca— Mira cielo—corro hacia él y lo abrazo con fuerza.