My Little Sunshine

Capítulo 2

Phoebe

Después de llegar al centro comercial inició la búsqueda entre locales para poder localizar los atuendos perfectos para las 3. Ciertamente, estaba ya cansada de tanto esperar a que mis dos acompañantes pudiesen ya elegir para marcharnos. 

—Ese me gusta Sandy, te queda bien. ¿No es así Phoebe? 

La voz de Susan me saca de mis pensamientos haciéndome parpadear un par de veces antes de hablar. 

—Se te ve increíble, ciertamente como los diez anteriores que te has probado ya... 

Mi herma coloca los ojos en blanco tras escuchar lo que digo y la encargada de la tienda que nos ayudaba también al igual que yo, asiente. 

—Bien, que me lo pongan para llevar. 

Mi hermana vuelve al probador mientras yo me estiraba un poco, estar tanto tiempo sentada en ese sofá se había vuelto un fastidio. Pronto ya estamos saliendo de aquella tienda con los 3 respectivos vestidos envueltos de forma en que no se estropeen. 

—Próxima parada, el salón de fiestas para el evento de esta noche, con una escala en Mc'Donalds.

Caminamos hacia el coche en el estacionamiento y tras indicar que seguía en los pendientes, mi hambre se hizo presente. 

—Y bien Phoebe. ¿Qué te gustaría tener? —Aquella pregunta me toma por sorpresa ya que no quisiera adelantarme a nada, aunque varias veces he soñado con una niña pelirroja y ojos verdes. 

—He imaginado en ocasiones que tengo a una hermosa bebita, aunque lo primordial es que nazca sano, lo demás pasa a segundo plano. —Susan sonríe y vuelve su vista hacia el camino. 

*****

—Estas patatas fritas están deliciosas, ¿De verdad no quieren?—ellas negaron y yo continúo comiendo las patatas que estaban deliciosas. San enciende la radio y mi canción favorita suena.

It's been a long day, without you my friend
And I'll tell you all about it when I see you again We've come a long way from where we began Oh I'll tell you all about it when I see you again When I see you again

—Listo chicas, llegamos. ¿Qué revisaremos con exactitud? —pregunta mi hermana mientras yo me quito el cinturón de seguridad.

—Que los arreglos estén en su sitio, los meseros se encuentren ya aquí y que la iluminación haya sido colocada como pedí. No me tardo, esperen aquí. —No les di oportunidad a responder ya que salgo del vehículo dirigiéndome a la entrada de aquel salón de eventos; la entrada ya tenía el sofisticado adorno que se había solicitado, los meseros trayendo y llevando botellas de una mesa a otra. 

El salón pese a que era bastante amplio, había sido destinado a 20 mesas solamente, el 50% de los invitados eran nuestros aliados y el resto los trabajadores de la empresa. 

— ¿Las luces ya están acomodadas como yo deje indicado? — La pregunta salió de mis labios de forma tan natural pese a que no estaba con nadie, pero un mesero se detuvo con su charola con los platos para alguna mesa. 

—Todo está acomodado al pie de la letra de cómo usted dejó en las especificaciones. De todas maneras, yo me encargaré personalmente de darle una última revisión a sus indicaciones. 

Termino cediendo a lo que dice y con un asentimiento de cabeza me dirijo a la salida para volver con las chicas a mi departamento, en donde las 3 nos arreglaremos para la noche.

****

—Susan, ¡estas hermosa!

Las tres, y después de muchas horas, estamos terminando de arreglarnos en mi habitación. La organización no tardó en darse después de llegar: Susan peinó y maquilló a mi hermana, mi hermana a mí y yo a Susan. Ninguna se amarró el cabello, por lo que Susan y mi hermana tenían una media coleta y el resto del cabello suelto perfectamente lacio mientras, yo llevo una corona hecha con trenzas y unas bonitas ondas caer por mi espalda.