Sᴇɴᴛᴇɴᴄᴇ [ℂ𝕙𝕚𝕤𝕙𝕚𝕪𝕒 𝕊𝕙𝕦𝕟𝕥𝕒𝕣𝕠] (PAUSADA)

6 - Que se cansó

En cada momento suele haber uno malo y bueno. Antes de los juegos siempre eran malos, ahora al menos está con algunas personas buenas.

<Me gusta este mundo>

Descartando los malditos juegos le ve el lado positivo, conocio a Samura y los demás militares incluyendo al sombrerero y otros más.
Bueno, Chishiya era un caso especial, quería deshacerse de él.
Daba vueltas en su habitación, ya estaba aburrida y frustrada de todo éste problema.

¿Y si mejor duerme?

Olvidaría por unas horas al idiota de cabello blanco o el maldito color que sea y se relajará.
Si, eso era lo mejor. Así que se dejo caer en el cómodo colchón para después ir cerrando los ojos más tranquila.

No duró mucho gracias a los fuertes y rápidos golpes en la puerta.

Después de saltar y caer de la cama se puso de pie para correr creyendo que podría ser algo grave, en parte con el ceño fruncido.
Cuando abrió se encontró con su amado compañero de la katana, parecía alterado y más al verla casual como si no tuviera cosas importantes que hacer.

— ¿Qué sucede Samura? —Preguntó atenta y nerviosa.

— ¡Debes ir a un juego!

— ¿Porqué? Vayan ustedes, yo estoy castigada. —Comento arqueando una ceja y luego desviando la mirada.

— ¿¡Cómo que Porqué!? ¡Hoy espira tu visa!

— Espera... ¿qué?

Volteo para ver el papel que literalmente estaba todo este tiempo frente a sus ojos, pegado en la pared. Ahí mismo decía el dia en el que su visa espira. Después volvió la mirada al otro, su expresión cambió a una aburrida y desinteresada.

— Ah, eso. Estoy castigada.

— Ve a ponerte tus botas o cualquier calzado y vete. —ordenó con el ceño fruncido.— sabes bien que nadie dirá nada, porque si te quedas morirás.

Suspirando asintió y fue a ponerse los calzados, con su katana salió para esperar a la orden de salir.

Vio como Arisu y Usagi se preparaban incluyendo al idiota de Chishiya, Kuina parece que no debe ir.

— Oye Chishiya, deberías tener un compañero por las dudas. ¿Y si el juego que debes hacer requiere de ayuda? Necesitas a alguien fuerte al menos. —Sugirio Arisu con algo de preocupación.

La otra asintió, además necesitaba ganar más confianza entre algunos militares. Para que nadie llegue a sospechar de él en ningún momento.

— Tienes razón, pero dudo que alguien más quiera hacer equipo conmigo, todos tienen a su compañero y hasta el sombrerero sugirió que esta vez llevemos equipo de dos. Es obligatorio.