11 - Lo llego a tener

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Caminaba y no dejaba de sentir una mirada o como si la siguieran

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Caminaba y no dejaba de sentir una mirada o como si la siguieran. Se a sentido observada desde ese día en el que alguien entro a su habitación. Mantuvo bien escondida la caja y ahora pone trampas en la puerta por las dudas.

Ahí estaba, con esa katana literalmente desenfundada mirando hacia todas parte mientras caminaba a pasos pesados y rápidos en todos lados. La atención del albino no tardo en posarse sobre ella, intentaba entender qué sucedía. ¿Tanto le afectó esa vez que entró en su habitación?, la volvió paranoica.

El valiente en acercarse (aprovechando que ese pelón no está ahi) fue Arisu. Con los nervios de punta se atrevió a formar unas palabras.

— Madison, estás...?

Levanto ambas manos al ser apuntando con el filo de la katana. Notando quién es, suspiro y bajo su arma para mirarlo fijamente esperando respuesta.

— Habla. —Ordeno bajando el arma.

— Am, solo quería preguntarte... ¿Te sientes bien?

Los demás se acercaron incluyendo el albino, quien permanecía detrás de su compañera llamada Kuina.
Quedo pensativa unos segundos antes de responder y mantuvo la mirada algo baja para evitar contacto visual. ¿Qué debía de responder? Debía evitar problemas, ella misma deberá resolverlo, a lo mejor sea solo imaginación suya.

— Nada. Solo, no dormi bien estos días y pronto me tocara ir a un juego. —Respondió volteando para irse— no molesten que ando de mal humor.

Eso sonó muy a amenaza, así que asintieron excepto el albino: éste decidió ir hacia ella sin que nadie lo note.

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Otra vez se sentía observada y perseguida, detuvo su andar para voltear. Arqueo una ceja al ver que ese idiota estaba con su característica sonrisa mirandola.

— ¿Qué demonios quieres, Chishiya?

Dio unos pasos hacia ella para examinarla con la mirada.

— Solo tenía curiosidad de ver qué sucede, actúas muy extraño y pareces más alerta. Podría... ¿Ayudar?

Entrecerro los ojos y se posicionó para tomar el mango de su katana, provocando que éste levante sus manos en señal de paz.

— Bien, bien, me iré... —Volteo sonriendo— eres muy testaruda.

Salió corriendo al ver que desenfundó el arma para caminar hacia el.

Ya sola suspiro y siguió su camino pensando en que podría hacer para quitarse ese extraño sentimiento de incomodidad, cree que está paranoica.

¿Acaso enloqueció?

¿Acaso enloqueció?

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— ¿Uh?

Lo vio, juraba por su amigo de cabeza rapada que vio a ese hombre esconderse detrás de una pared, era aquel que atrapó confundiendo con el intruso en su habitación. ¿Qué quería?, sospecho más al ir y no ver nada, literalmente escapó.

Pero ella justo mantenía los ojos cerrados intentando tener paz, abrá creído que no lo vio ya que se escondió más rápido.
De reojo logró distinguir ese rostro, borroso pero no había duda. Aún así debía confirmarlo para evitar otra equivocación.

¿Cómo lo hará?

A lo mejor tenia una idea...

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No podía creer que haría eso, incluso se siente como aquel que entro en su habitación esa vez (y espera atraparlo) suspiro y abrió la puerta.
Ya estaba dentro de esa habitación, la del idiota que se encargó de ser distraído.
Decidio pedirle un favor a Kuina (puesto que era la única disponible, Arisu y Usagi andaban en un juego) para que distrahera al mayor. Last Boss mataría a ese hombre así que no quiso arriesgarse.

Aún tiene en mente la expresión de Kuina cuando le pidió ayuda, parecía emocionada.

Camino examinando todo desordenado, noto unos pañuelos por el suelo cerca de un pequeño bote de basura, eso le dio una mala imagen.

<Asqueroso>

La curiosidad en esa cortina tapando una zona de la pared se le hacía sospechoso. Así que toco la suave tela y no dudo en jalarla dejando ver aquello oculto.

— Pero, qué...?

Sos ojos no podían estar más abiertos, eran fotos de varias mujeres que yacían en la playa, en especial de Kuina, Ann, Usagi y... había más recientes de ella misma. Ese infeliz la estuvo acosando y haciendo cosas asquerosas con sus fotos.

Apretó los puños sintiendo una repulsión enorme, quería castigarlo por ese acto tan imperdonable. Antes de cometer una locura intento calmarse a sí misma.
Pensando como hacerlo pagar, primero puso todo igual para que nadie sospeche de que estuvo ahí.

<Pronto...>

Dibujo una pequeña y notable sonrisa llena de malicia, frunciendo el ceño.

La puerta llego a alertarla, así que en un acto rápido se posicionó detrás de la esta. Ahí entro ese infeliz, mirando hacia delante no llego a notar cuando la azabache puso su mano en la puerta y así evitar que cierre.
Detrás de él ella estaba mirándolo fríamente mientras desaparecía del lugar cerrando en silencio.

Ya fuera siguió caminando frunciendo el entrecejo.

— Maldita sea, Kuina. —Musito pero hizo bien su trabajo de distracción.

Ahora le debe un pequeño favor que luego espera. Actuara como si nada hubiese sucedido hasta el día de los juegos, investigara cuando es su día de buscar visas.

Chishiya tendrá que esperar, ella se centrará en otro idiota.

Chishiya tendrá que esperar, ella se centrará en otro idiota

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Sᴇɴᴛᴇɴᴄᴇ [ℂ𝕙𝕚𝕤𝕙𝕚𝕪𝕒 𝕊𝕙𝕦𝕟𝕥𝕒𝕣𝕠] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora