Capítulo 2

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En la mañana, por la madrugada salgo de casa sin despedirme y voy a la de Bucky, su hermana me deja pasar en lo que él sale y cuando llega, le explico lo que había pasado.

Ellos siempre me habían recibido en su casa con los brazos abiertos, los considero más mi familia que a mi padre.

Vamos juntos a donde iban a recogernos y pasamos todo el viaje hablando juntos, se hace menos pesado y estresante juntos.

Ya estamos en nuestros respectivos campos y lamentablemente hay puros hombres, así que por todos lados escucho comentarios machistas y bastante provocadores, pero no puedo hacer nada o me corren.

Me dieron un uniforme de soldado, no había de mujer, ¿para qué habría de haberlos? Me queda un poco grande, al fin de cuentas no esperaban a un soldado tan flacucho y no iban a darme una falda, no iba a poder hacer nada así.

Las botas me quedaban algo grandes, pero aunque me odian, hicieron lo posible por conseguirme unas que me quedaran bien, si iba a ser soldado, por lo menos que sirviera de algo y con botas grandes no podría.

Por lo menos el gorrito si me quedaba bien.

Y admitirlo, no me veía tan mal en uniforme, además era un sueño.

Llegamos a la tienda, era grande, pero había como 15 catres, si iba a quedarme, iba a hacerlo como todos los demás, no iban a darme una tienda individual.

Bucky llegó primero y me apartó un catre en la esquina, pegada a una pared, entonces él se pondría junto a mi y así no estaría en medio de todos los chicos y podría protegerme en caso de que lo necesitara, además dormía volteado hacia mi para poder verme cada noche.

Bucky hacía guardia para cuidarme de los chicos estúpidos o despertarme mucho antes que los demás para poder cambiarme.

Así que para no llegar tarde, prefiero levantarme a las 4 de la mañana para cambiarme y ejercitar un poco antes de todo lo que tienes que hacer en el día. El entrenamiento comienza a las 5, así que estoy puntual en el campo.

Durante la formación, soy más baja que casi... bueno literalmente todos los que están ahí.

Muchos me hacen comentarios fuera de lugar, así que Bucky se pone junto a mi para por lo menos ayudarme de un lado y me defiende cada que escucha a alguien decirme algo.

Al final de cuentas soy como su hermana, ¿no? Siente que debe protegerme.

El primer día es horrible, para que negarlo.

Al llegar a formación, llegan todos los comentarios machistas que pudiera imaginar:

--Hola, princesa.

--¿Qué hace una chica aquí?

--Uhh, quisiera ver todo lo que puede hacer.

--Hey, linda, creo que podría intentar enseñarte un par de trucos.

--Cállense. -Dice Bucky juntándose a mi y poniéndose a la defensiva-.

--Ignóralos, son todos unos idiotas. -Digo-.

La verdad sí son todos unos idiotas.

Pero siempre hay un chico que me molesta más que todos: Thompson. Y ya estoy hasta la madre.

Hoy, cuando estamos en formación me dirige un comentario bastante vulgar de su parte, así que le planto cara.

--¡¿Cuál es tu maldito problema?!

--Tú, princesa. Tú eres mi problema.

--¿Por qué? ¿tienes celos de que una chica haya logrado entrar antes que tú?"

Till the end of the line - Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora