Capítulo 12

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Bucky tiene que salir, otra vez Sam tiene nueva información.

--Tengo que ir, pero te prometo que cuando regrese, vamos a hacer un maratón de tus películas favoritas, ninguna de terror.

--Ok. Te quiero. -Él sonríe ante el comentario, nunca se lo había dicho-.

--Yo también.

El día es aburrido, pero mientras veo por la ventana, encuentro a una gatita que se acera a mí. Decido ponerle “Alpine”, es blanca con ojos azules.

Se queda un rato conmigo, sentadas en el sillón, es muy cariñosa, se deja acariciar, bueno, siempre y cuando tenga comida.

Después, pongo la televisión y ella se acurruca a mi lado. Hay nuevas noticias, un nuevo grupo “terrorista” está haciéndose cada vez más grande, consiguiendo que más personas se unan a él.

Tal vez eso es lo que investigaban Sam y Bucky. Pero después lo descubriría.

Cuando llega Bucky, viene con una sorpresa, trae un ramo de flores casi idéntico al primero que me había regalado.

--Aw, son hermosas.

--Igual que tú.

Sonrío y él deja todo a un lado para acercarse y abrazarme por la cintura para finalmente besarme.

Me levanta del suelo y me toma en brazos hasta llegar al sillón donde me recuesto en él.

Aunque respetando, que tal vez para mi no fuera momento de avanzar a algo más.

Hicimos un maratón de mis películas favoritas toda la noche, entre los dos hicimos palomitas, compramos dulces, y llevamos almohadas al sillón junto con una frazada de Bucky.

Nos sentamos en las almohadas frente al sillón y me recargo en él, casi no nos movemos de ahí, él quiere que me sienta cómoda, tranquila, después de lo que había pasado y sabe que las pesadillas no se han ido del todo.

Son las 12: 30 de la noche, cuando me quedo dormida en él. Me habías recargado en él todo el día, y simplemente no dijo nada, solamente me ve, me da un beso en la cabeza, me abraza, pasa sus brazos por mi estómago y se acomoda en el sillón, no tiene intenciones de pararse y menos despertarme para llevarme a la dormir a la cama.

Además, él también tiene sueño, sólo quería esperar a que me durmiera primero, no quería dejarme sola. Se lo había prometido.

Se acuesta un poquito más sin moverme tanto y se acurruca conmigo, hasta que ambos nos quedamos dormidos, yo casi sobre él y él recargado en ti.

Pero después de unos momentos, se levanta con mucho cuidado tratando de no moverme y luego me toma en brazos para llevarme hasta la cama con tal tacto, como si estuviera cargando lo más valioso del universo.

Ya había despertado, pero sigo con sueño y no digo nada. Sólo dejo caer mi cabeza sobre su pecho. Él me cobija y luego se acuesta junto a mi.
Con un susurro "Buenas noches muñeca".

En la mañana, me levanto antes que él, (por fin) y me meto a la ducha.

Al salir, Bucky ya está despierto, esperando afuera para él también hacer lo mismo.

Sin camisa, recargado en el marco de la puerta con una toalla colgada en su brazo.

--Buenos días bello durmiente. -Le digo recordando la nota y él sonríe-.

--Buenos días muñeca, ¿por fin puedo usar la ducha?

--Ja ja, tú te tardas más que yo. -Él ríe y pasa a mi lado, dejándome un beso en la mejilla-.

Till the end of the line - Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora