Capítulo 18

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Al último vehículo. Todavía quedan bastantes cosas que arreglar antes de poder distraerse y regresar con Bucky a casa.

Bucky apenas termina con el vehículo. Ja. Ahora sí le gané. 3 candados, ahora él tendría que comprar el postre también.

--Hey Bucky, te gané, quité más candados que tú. Te toca comprar el postre. -Le presumo mientras quito el último candado-.

--Ah, oye. No es justo, yo no tengo un brazo de metal.

--Bueno, tú eres mejor desactivando bombas, yo soy mejor quitando candados supersecretos con fuerza. Yo digo que es justo.

--Esto no se va a quedar así muñeca . -Me dice mientras sonríe-.

--Ya lo veremos soldado.

--Ey, chicos. Ya llegué. -Es Sam-.

--Vaya Sam, te tardaste.

--Bueno, quedaba algo lejos y tuve que ayudar a una viejita en el camino, así que yo diría que llegué a tiempo. Pero bueno, ¿qué ha pasado?

--Ah, nada. Solamente desactivamos 4 bombas en menos de 1 minuto y sacamos a todos esos rehenes de sus propios vehículos de seguridad.

--Ah, claro. Casual.

Pero bueno, la calma no puede durar mucho, ¿verdad? Por supuesto que no.

Ehri llega, con un puño de secuaces armados y ninguno de ellos nada contentos.

--Les dije que no se metieran y que no permitiríamos que lo arruinaran. Bien, pues perdieron su oportunidad. No tendremos piedad.

--¿Ah, sí? Bueno, yo te dije que somos demasiado tercos para irnos, perra. Y ya quiero ver sus intentos por tratar de vencernos.

En realidad, vaya que sí tienen oportunidad de vencernos. Son supersoldados, ok, Bucky y yo también, pero contando con Sam sólo somos 3 y ellos son 5.

Bueno, hay oportunidad, hay que ver lo positivo. Tengo un brazo de metal y armas, Bucky superfuerza y armas y Sam... un traje de pájaro y armas. Positivismo...

--Acabemos con ellos. -Dice Ehri-.

Y entonces, se arma lo bueno.

Su principal defensa es su fuerza, no usan las armas a menos que el objetivo estuviera huyendo y tuvieran que darle un tiro de lejos.

Por una parte, ayuda.
Por otra, duele.

Estos chicos dan golpes, y golpes en serio. Uno de ellos me saca el aire con una patada mientras estoy distraída golpeando a su compañero.

--Ay, oigan... -me quejo-.

Hay que añadirle un poco de humor a toda esta tensión.

--De verdad que sí duele. Las películas no mienten.

Aunque ellos no se lo toman con tanto humor. Ellos van en serio a matarlos, sin ningún miramiento.

Aunque ya dejamos a un par inconscientes en el suelo.

Los chicos habían tenido más entrenamiento de lo que parecía. Sabían lo que parecían artes marciales y perfectamente manejar un cuchillo y disparar un arma.

Bucky está luchando con un chico que es más flacucho que los demás, pero eso lo hace más hábil.

Uno de ellos viene a mi aprovechando un momento de destanteo por un golpe de la chica en mi cara. Es el más musculoso del grupo, pero trae una daga en su mano.

--¿Es enserio chicos? Creo... creo que deberíamos parar un momento y reconsiderar todo esto...

Pero él viene decidido.

Till the end of the line - Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora