✨️twenty five

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⚠️+18

Una vez las puertas del elevador se cerraron los besos acalorados entre la pareja se presentaron, cada vez que el beso se rompía, Jungkook mordía y chupaba los labios de Jimin mientras éste solo se limitaba a gemir y hacer el vano intento de respirar.

Las puertas se abrieron, viéndose obligados  a separarse.  Jungkook se ubica tras su pelirrubio, justo donde  podía sentir el culo de su chico en su entrepierna, eso no lo ayudaba, pero recordó la sorpresa que había improvisado e hizo su mejor intento por no arruinarla.

Una de sus manos tapó los ojos de su acompañante mientras la otra lo estrechaba hacia él por la cintura.

— ¿Que haces? – jadeo el rubio al sentir al más alto tras él.

Un ligero "shh" en su oído le hizo dejarse guiar, de esta forma ambos se movieron hasta la puerta, Jungkook puso en el seguro la tarjeta que les concedió el acceso y vió todo tal y como esperaba.

Tae le había mencionado que para Jimin el número 13 era especial por varias razones, como el hecho que había nacido ese día o que tambien fue su primera presentación de danza. Así que esperó a que dieran las doce en punto para poder subir a la habitación.

Una gran vista del río daba con la sala, y a un costado, preparado para ellos el camino de velas hasta la habitación principal

Suavemente descubre los ojos de Jimin, dejando un suave beso en su oreja para continuar el camino pegado a su espalda.

Al abrir la puerta de la alcoba los pétalos de rosas sobre la cama les dieron  la bienvenida.

Sin dudas Jungkook era un romántico, y había hecho sentir a Jimin como el chico más especial de la tierra.

No era ni parecido de lo que él rubio había pensado, en su mente algo más sexual era lo correcto, porque para su perturbada cabeza el sexo era una de las cosas más importantes en la vida.

Pero ahora que se encontraba en este ambiente que hacía a su corazón saltar otra vez, por el hombre que se movía a sus espaldas, empezaba a cambiar de idea.

Jungkook caminó hasta la botella de Champaña que habían dejado en la hielera de la mesita de la habitación. Y frente a ellos, se imponía  el ventanal que daba al balcón.  De todos lados la vista era hermosa, pero había una que lo maravillaba por sobre cualquier cosa, el chico parado a pocos pasos de la puerta.


—Creo que sabes lo que quiero decirte con esta sorpresa – murmura acercándose con ambas copas en la mano. La mirada cristalizada de Jimin mientras recibía la copa le animó a continuar – Para ser sincero me gustas mucho, me encantas de mil formas distintas, como nunca nadie me había encantado

Una caja terciopelo aparece desde de la chaqueta de Jungkook, mientras  la atenta mirada de Jimin intentaba enfocar entre sus lagrimas el rostro del pelinegro que le hablaba.— Quiero empezar algo de verdad contigo, algo que de momento no se hasta donde nos lleve, pero te juro que no me molestaría en lo absoluto que fuese cercano a una vida –abre la caja donde reposa una cadena con una pequeña llave en forma de dije.— Park Jimin, ¿Quieres ser mi novio?


Tras una pequeña lágrima que resbaló por su mejilla, se lanzó a besar a su chico, la respuesta era más que evidente, pero de todas formas se separó y musitó un  "me encantaría" a sus labios antes de volver a besarlos.

Con cuidado a no derramar las copas continuó besándolo hasta que se le olvidó respirar.

— ¿De dónde es la llave? – susurra alejándose de sus labios para ahora observar detenidamente a los ojos del otro mientras tomaba la caja con su mano libre.

Jungkook guía su mano hasta su cuello y con habilidad retira sus primeros tres botones dejando ver su collar con un dije de candado.

—De aquí, es la llave de mi corazón – murmura con un ligero sonrojo.

Jimin deja su copa en una de las mesas de noche, y ofreció la cadena a Jungkook invitándolo a ubicarla en su cuello.

Entendiendo el movimiento, dejó su copa a un costado y con cuidado la amarró a su cuello comenzando un camino de besos desde su nuca hasta su clavícula.

Jimin voltea quedando cara a cara frente al pelinegro.

Y un beso desesperado comienza apenas sus labios se contactan, el rubio quita la estorbosa chaqueta del pelinegro para luego saltar a los botones de la camisa que lentamente van desapareciendo, mientras la caliente piel de Jungkook aparece entre las pequeñas manos de Jimin, que toca cada parte de su tonificado torso. Aunque él quería mucho más que eso, quería verlo en su totalidad.

Se aleja para contemplar parte de la desnudez de su amante, sin dudas era el hombre más sexy que había visto, y esa idea sólo aumentó cuando éste retiró su camisa dejando ver los tatuajes en su brazo derecho.

Contuvo el jadeo que amenazó con arrancarse por su garganta, bajo esa intensa mirada que analizaba cada uno de sus sexys gestos.

Jungkook pasó al botón de su pantalón, pero está vez fue Jimin el que tomó los bordes y lo quitó de sus atléticas piernas.

Subió lentamente besando las piernas de su chico mientras se afirmaba de sus abdominales. Y cuando se posicionó frente a su entrepierna, no dudó en desparramar besos sobre la notoria erección que se notaba por sobre el boxer negro del pelinegro.

¡Dios! cuánto deseaba tener una cámara en estos momentos, quería conservar esta deliciosa imagen todo el tiempo que pudiera.

Sus manos traviesas empezaron a bajar la pretina del Calvin Klein, sacando a relucir la imponente erección. Terminó de deslizar la prenda con un deseo incontrolable de echarlo a su boca, en vez de ello comenzó a besarlo con los labios suficientemente entreabiertos como para trepar "accidentalmente" su lengua.

— No es justo si no estamos en iguales condiciones bebé –susurra el pelinegro antes de levantar a Jimin y quitar su camisa holgada por su cabeza, en este minuto no iba a andar jodiendo con botones pero tampoco quería romperla.

Sin perder tiempo quita el pantalón junto al boxer, y acaba por recostarlo entre los pétalos dándole la imagen más sensual que en su vida había visto. Pero sabía que con ese hombre serían muchas.

Se recuesta sobre él apoyado en uno de sus antebrazos, y lo devora con avidez mientras baja su mano hasta la erección de Jimin, la masajea lento pero con fuerza causando los gemidos del rubio que hacen perder el beso.

Baja saboreando la delicada piel de su novio hasta su pubis, donde alza la mirada para encontrarse con esos lujuriosos ojos que solo pedían que continuara.

Cuando empezó a lamer, la cabeza de Jimin fue hacia atrás mientras soltaba un jadeo. Aunque rápidamente volvió a levantarla para no perderse detalle del erotico juego de la lengua de Jungkook con su pene.

—Kook... – gimió cuando sintió como ingresaba en la cálida boca de su novio. La abstinencia y tanto erotismo le jugaban una mala pasada ya que sentía que su éxtasis culminará pronto – Mmh... Kookie... me voy a correr

Intentó jalar su cabello, pero consiguió que este succionara un poco más fuerte cuando llegaba a la punta y luego sentir como su semen salía disparado a la boca de su ahora novio quien lo tragó sin ascos.

—Eso, te lo debía por la cena, amor – Dijo con voz ronca mientras se acercaba a la mesa de noche y sacaba una botella de lubricante y una tira de condones – Ahora, es por nosotros.

Niñero de tus sueños- En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora