°•SUGAR LOVE•° [Por Que El Gatito Lo Quiere Todo Y El Está Dispuesto A Darselo]

5-Real Apariencia.

Yuri ahora se encontraba en el apartamento de Chris, este se había encargado de sanarle los golpes más visibles, de el labio roto no podía hacer más que ponerle una pomada y una vendita.

- Entonces...esta es tu casa - Contrario a lo que Yuri esperaría, no, no había un columpio sexual en mitad de la sala, más bien...era un ambiente tranquilo, los colores eran grises claros y habían plantas por casi todas partes.

- Si.

- Eres un aficionado a las platas - Dijo viendo una con flores realmente coloridas en la sala.

- Yo no, Minami si, el insiste en venir a cuidarlas - Dijo acabando de sanarlo - ¿Y que tal va todo con tu amigo?

- Estamos en una buena relación - Dijo el rubio - Quedamos en salir hoy...pero se me quitaron las ganas al partirme el labio.

- Ya veo...yo diría que fueras, quizás puedas sacarle algo bonito por qué te metiste en una pelea del instituto - Dijo Chris llendo a la cocina.

- Ya ya, de pronto asista a nuestra reunión - Al ver qué Chris se había retirado, de su bolso logro sacar su cajetilla de cigarrillos y fumarse uno.

La primera calada lo revitalizó, se ponía de mal humor si no fumaba tan seguido.

- ¿Fumas? - Pregunto Chirs sin hacer mucho drama, Yuri solo asintió - Tus pulmones son importantes para el deporte que prácticas - Dijo Chris tendiendole una taza de te.

- ¿Que? - Yuri saco su cigarro de la boca y lo vio entre anonadado y asustado.

- Minami me dijo lo que haces...bueno, no lo otro, habló del patinaje sobre hielo - Dijo Chris con una sonrisa amable - Es un lindo deporte.

- Detrás de toda esa apariencia perfecta y armoniosa, hay una persona sufriendo ¿Sabes? - Murmuró fastidiado dándole otra calada.

- Eh de asumir que tienes sentimientos encontrados con el deporte - Yuri simplemente asintió - ¿Que es lo que tanto te preciona? Nadie te matará solo por fallar en un angelical saltó gatito.

Yurio miro fijamente una planta, está tenía indicios de marchitarse pronto y la imagen de Yulia llegó a su mente.

- Hasta crees que te contaré, estás loco - Dijo apagando su cigarrillo.

- Bueno, valía la pena intentarlo - Dijo Chris suspirando.

Después de un rato en silencio, Yuri no soporto la mirada intensa de Chris en su cuello.

- Es mi peso - Dijo finalmente.

- ¿Eh? - Chris no pareció entender.

- Es-mi-peso - Lo Deletreo fastidiado dándole la cara.

- No, eso lo escuché pero ¿Por qué? - Yuri vio el suelo.

- Suelo comer mucho, tanto que no me doy cuenta, y cuando lo hago me da rabia conmigo mismo, y...bueno, el resto ya lo sabes...el mundo del patinaje es competitivo y aunque llevo ya seis años, no e conseguido nada digno de llamarlo un logro - Suspiro - Debería dejarlo ya.

- Deberías - Dijo Chris posando su codo en su rodilla y recargando su cabeza en su mano - Ooo aún mejor, enamorarte de lo que haces.

- ¿Que? - Yuri vio a Chris anonadado.

- ¿Hace cuanto no sientes amor por el patinaje? - Yuri se la pensó.

No lo recordaba.

- Hay está, no eres bueno por qué no estás enamorado, cuando entregas todo de ti, eso da frutos, y Yuri, tu no entregas naaada de ti, eres un gatito avaricioso que lo quiere todo, pero que no quiere entregar nada.

Yuri vio a Chris como si le hubieran crecido otro par de ojos.

- Solo piénsalo, solo inténtalo ¿Quien quita? Quizás está vez, si caigas de pie como los demás gatos - Chris sonrió - O vaya, se te hace tarde~ - Yuri miro su reloj y suspiro.

Se levantó y camino a la puerta.

- Hey - Llamo Chris - Y trata de dejar eso...te afectará en algún momento seriamente.

- Si - Dijo Yurio dándole la espalda - Y...por cierto, gracias.

Y así se retiró.

(...)

Llegó a tiempo a aquella librería y se dispuso a buscar algo interesante en lo que llegaba su acompañante.

Una vez, entre los libreros noto esa melena rubia, sonrió, por un momento creyó que lo habían dejado plantado.

- Perdón por la demora - Dijo Yurio, el cual traía un cubrebocas.

- ¿Te has resfriado? Debiste dejarme llevarte a tu casa esa vez - Con esa vez, se refería a la primera vez de ellos juntos.

- Estoy bien, estoy bien - Dijo con un tono suspirado - Mejor vayamos a divertirnos - Los ojos de Yurio se habían enchilado, osea que había sonreído.

Otabek sonrió y asintió.

Ambos se dirigieron a una cafetería algo lujosa y mientras esperaban sus pedidos, hablaban un rato.

- Entonces me dirás ¿Que edad tienes? - Yurio nego - Vamos mayor que mi persona no puedes ser ¿O no?

- ¿Que edad tienes? - Pregunto el rubio con una sonrisa pequeña.

- Veinticuatro, pronto cumpliré veinticinco.

- Soy menor que tu, con eso debe bastante - Dijo el rubio soltando una pequeña risa.

"Espera, concéntrate, estamos de muy jiji jajaja"

- Vamos, eso no apoya en nada - Dijo Otabek suspirsndo - Hasta dónde puedo analizar, puedes tener tanto lo 23 como ser apenas un niño de algun instituto.

- Oye ¿Me ofendo? - Pregunto curioso por la comparación, acertiva, por cierto.

- Solo digo, que dudo mucho que superes los 20 y eso me preocupa - Dijo con una sonrisa nerviosa - Los superas ¿No?

- No más preguntas - Dijo Yurio cuando justo llegaron las bebidas.

- Carai - Dijo Otabek.

Este se dispuso a beber su café, mientras que Yuri miraba su expreso fastidiado.

Se quitó el cubrebocas y decidió beber.

- Espera ¿Que te paso en el labio? - Yurio dejo de beber, sabía que eso pasaría.

- Una...¿Pelea de instituto? - Bromeó, diciendo la verdad, pero con la intención de bromear.

- No, habló encerio.

- Nada, nada, solo digamos que, alguien quería vengarse y me cruce en su camino, je..je - Río incómodo y rasco su nuca.

- ¿Duele? - Otabek lo había tomado del mentón para ver mejor el labio roto.

- No..ya casi no.

"CONCENTRATE!!!"

- Ten más cuidado, hay personas locas por la calle.

(...)

Yuri iba tomando la mano de Otabek, tontamente se creía ver más pequeño de lo que en realidad era junto al tipo, pasaban por tiendas de ropa y Yuri solía hacer comentarios sobre está.

- Oh.. - Otabek miro a el rubio, y noto que tenía sus ojos fijos en una chaqueta de un tigre.

- ¿Te gusta? - Pregunto señalando la.

El rubio asintió múltiples veces, emocionado.

Después de eso, Otabek procedió a comprarse la, y Yurio salió de la tienda vistiendo su glamurosa chaqueta de tigre.

- Muy ruda para ti - Dijo con una sonrisa.

- Es que yo también soy muy rudo.

- Claro, claro.