8-Muros abajo.

30 2 0
                                    

Yuri no tuvo que esperar mucho, fueron minutos, quizás diez los que espero para que el hombre azabache llegará en aquel lujoso auto.

Sin dirigirse ninguno palabra y con una seriedad tensa, Otabek abrió la puerta aún sentado en su asiento.

Yuri entro y mantuvo una cara sería, Otabek por mientras solo se dispuso a conducir.

- Lloraste - Fue todo lo que dijo el azabache después de un rato.

- Uhum - Respondió afirmativamente.

- ¿El te hizo llorar? - Yuri lo negó con la cabeza, Otabek suspiro.

No llegarían a nada de esta forma.

Otabek comducio un rato más, saliendo de la ciudad, la tensión se podía cortar con un cuchillo, pero ninguno comenzaría a hablar.

Llegaron a un mirador, las estrellas se podían ver desde ese lugar y Yurio abrió sus ojos encantado.

Otabek dejo los faroles encendidos y vio al joven.

- Yura - Llamo con aquel apodo cariñoso - ¿Quien es el? - Trato de sonar tranquilo, pero unos celos incalculables lo invadian.

- Mi entrenador - Dijo avergonzado.

- ¿Entrenador? - Ahora Otabek estaba confundido.

- Práctico patinaje sobre hielo, lo hago desde los 10 - Murmuró escondiendo las manos en su chaqueta y haciéndose bolita en el asiento - Victor, así se llama, el...me encontró y su esposo insistió en que me entrenarán, que yo era un talento joven...bueno, en esa época aún no eran esposos.

- ¿Tu entrenador es gay?

- ¿Te fijas solo en esas minorías? - Yurio frunció el seño, estaba bien con que lo tratarán a él mal, Otabek si quería podía abandonarlo allí en ese mirador y no le importaría, pero diaria que tratarán mal a Víctor, peor aún si se trataba del cerdo.

- Es solo que...olvídalo - Otabek nego - ¿Entonces no me engañaba con alguien más rico que yo?

- ¿Que? No, si estoy contigo no es por tu billetera - Lo dijo de cierta forma que, en realidad lo sintió real.

Quizás eso sí fue real.

Se sonrojo de inmediato, la idea de que haya expresado habiertsmente algo como eso era inaudita.

- ¿No?

El orgullo de Yuri se rompió un poco, se erguio y salió del auto.

Comenzaba a llegar a su límite.

Hoy había Sido un día que le puso a prueba muchas cosas, ya estaba cansado y Otabek no dejaba de derrumbar sus frágiles muros.

Otabek lo siguió y Yurio solo camino por allí pateando piedras.

- No me sigas... - Murmuró dándole la espalda y sentándose de cuclillas para ver una piedra.

- ¿Yura? - Dijo preocupado.

- ¡Y deja de llamarme cariñosamente! - Yurio se levantó enojado y empujó a Otabek, este solo dió dos pasos atrás, en las manos del chico estaba una piedra - ¡Tu, Victor, Chris, Yuuri y Yulia me tienen arto! - Grito desesperado.

Otabek solo se quedó en silencio viéndolo.

- ¡Primero salgo contigo, y me divierto! - Otabek lo veía caminar desesperado y soltar gritos frustrados - ¡Fue divertido pero no era el ¡¡NO ERA EL MALDITO PLAN!! - Otabek lo vio confundido - Luego...Victor interese y me.pide que me aleje de ti... - Toma aire - ¡¡Vete al demonio Victor!! Luego está Yuuri con su preocupación, no soy...no soy nada de el...y luego paso eso en la pista de hielo...tuve miedo.

Finalmente logro calmarse y abrazarse, sentía sus mejillas húmedas y sus mocos colgarse, sirvió su nariz y vio a Otabek fijamente.

- Solo quería aprovecharme de ti...pero no soy capaz - Susurra - Eres la primera persona de la.que no puedo sacar ventaja, la cual no puedo utilizar, por qué no quiero ¡¡¿Dime Otabek por qué no quiero?!! - Yurio furioso camino hacia el Kazajo y sin mucha fuerza golpeó el pecho de este - ¡¡Odio estar así!! ¡Odio no poder tenerlo todo! ¡¡¡Odio ser una zorra que no pudo tenerte!!!

Otabek finalmente lo detuvo, lo tomo de las muñecas y en un intento de calmarlo lo beso.

Eso, contrario a lo que pensaba pasaría, lo empeoró, ahora Yuri lloraba y zollosaba como un niñito.

- Yura - Llamo con voz calma - Sabía lo que buscabas de mi, nunca me negué en un principio - El nombre del chico, ahora sabía a duraznos.

Ya no sabían a una chocolatosa mentira.

- ¿Entonces por qué me tratabas así? - Dijo ahora con la cabeza en el pecho del azabache.

- No lo sé - Dijo envolviendo el pequeño cuerpo del chico en un abrazo - Al principio pensé tal vez en sacarle ventaja a tu cuerpo...pero me gustó tanto que solo he querido adorarlo, pero es cierto que no me gusta verte tan delgado - Yurio se permitió sonreír leve - Después, demostraste que eras listo, reservado con tus cosas, poco hablas de ti - Yurio asintió - Pero lo poco que decías sobre tu vida, cómo tus ex compañeros de instituto, me gustaban, o cuando hablabas de tu gatito.

- Potya es importante - Dijo Yurio aún sin verlo.

- Uhum - Dijo ahora acariciando la cabellera rubia - Poco a poco fui destruyendo tus barreras por qué quiero al verdadero Yuri en mis brazos, no solo un gatito que encontré en un bar y que busco mi billetera, quiero oír tus pasiones, gustos, disgustos o hasta quejas.

- Beka.. - Llamo avergonzado.

- ¿Que tal si dejamos este cuento de sugar dady? Cumpliré tus caprichos, te daré lo que quieras - Se separó para ver los ojos esmeralda profundos.del chico - Pero...no te quedes solo por esta tonta billetera - Dijo el chico sacándola de sus pantalones.

Yurio asintió y lo abrazo.

- Que alivio - Murmuró zollosando otra vez - Perd..dóname.

- Está bien Yura, está bien.

Ahora, al decir aquel nombre, el sabor que se pegaba a su lengua era el de un dulce melocotón..

----------------------------------------------------

- Oye Chris - Llamo Minami desde el sillón al hombre que estaba regando las plantas.

- ¿Si? - Dijo con una sonrisilla.

- ¿Cómo crees que reaccionara Otabek cuando se entere que Yuri solo tiene 16? - Dijo cambiando el canal de la tele.

- Oh, probablemente nada bueno mi dulce Minami. Pero ¿Está mal que ellos se amén?

- No creo - Dijo el chico con una sonrisa - Sería ipocrita de mi parte decirles que hacer y que no, su diferencia de edad es su problema.

- Eso es mi dulce Minami - El hombre plantó un beso en la frente del chico y se retiró.

En aquel pasillo blanco, que lo llevaba a su cuarto, una foto de un cumpleaños colgaba.

"happy 30th birthday"

°•SUGAR LOVE•° [Por Que El Gatito Lo Quiere Todo Y El Está Dispuesto A Darselo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora