9-Nada que ocultar.

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Nuevo día, desperto y una leve luz se colaba por sus ventanas, era un dulce rayo de sol que lo termino animando.

Se levantó con prisas y se fue a duchar, ese día despertaba con un extraño buen ánimo, se vio en el espejo y...tenía una leve sonrisa en su rostro.

- Oh, es un buen día - Dijo mientras se ponía el uniforme.

Fue a la escuela, hasta participo en una clase, y finalmente fue a trabajar.

Su día había sido lindo...su noche, bueno, al menos esperaba que fuera aceptable.

Atendió como si nada, su plan era irse a las 4 para poder dormir, no se quedaría mucho en el bar y Chris lo sabía, el rubio estaba próximo a una competencia.

Cuando la puerta se abrió Yuri inmediatamente vio hacia el hombre que recién entraba.

- ¡Beka! - Grito feliz llendo hacia el - Hiii! - Dijo feliz.

Pero algo..más bien un olor, lo hizo dar un paso atrás.

- Yura - El hombre sonrió relajado.

- ¡Estás ebrio! - Dijo tomándolo de la manga del saco y dejándolo en una silla - Ha..hablaré con Chris, le diré que me iré temprano ¡No puedo dejarte así!

- Yuuura - El hombre se aferró a la cadera del chico y lo obligó a sentarse en sus piernas - Vamos a divertirnos ¿Si? Estoy feliz, no quiero ir a casa.

Yurio suspiro y dejo un beso en su mejilla, camino a la barra y cruzó palabras con Chris, el de pestañas largas acepto y el rubio, pasando el brazo del azabache por su hombro, se retiró.

- Beka ¿¡Dónde demonios se supone que vives!? - Se quejo.

- Vayamos a tu casa - Murmuró ya un tanto adormilado.

Yurio solo imagino llevando a Beka a su casa.

Habían dos razones por lo cual no lo hacía, se llamaban abuelito y Yulia.

- Negativo - Dijo el chico sacudiendo su cabeza.

Otabek comenzó a reír escandalosamente.

- ¿Ahora de que te ríes? - Dijo confundido caminando por la acera.

- Yura a veces parece un adolescente, sigo preguntándome qué edad tiene mi lindo novio - Otabek suspiro.

Yurio paro en seco ¿Cuando hicieron formal su relación?

- Beka - Llamo el chico - Quiero conocer tu casa.

Otabek sonrió y le dió su dirección, tomaron un taxi y fueron allí.

Yurio lidió feo con las llaves y las escaleras, no era fácil para el, un muchacho delicado/semi desnutrido cargando un hombre pesado y musculoso.

Al llegar a la casa dejo a Otabek tirado en el sillón.

- Yuuura - Dijo Otabek quejándose - Durmamos juntos....

- Suenas como Victor - Murmuró fastidiado, recordando perturbado como Victor insistía en que el durmiera junto con el y el japonés.

De la nada Otabek se sentó y lo vio molesto.

- Has dormido con otro hombre - Dijo en un murmullo venenoso.

- Seh - Dijo viéndolo, luego reaccionó - ¡¡Pero con Víctor no!! Que jodido asco, ese imbécil es lo más cercano que e tenido a un padre...

- Aún así, has dormido con más hombres - Dijo tendiendose denuevo en el sillón.

- Otabek, fue antes de conocernos - Dijo fastidiado - Además, fue con alguien del instituto, así que ya va un tiempo de eso.

Yuri no mentía, la última vez que estuvo con un hombre, antes de conocer a Otabek si fue con un hombre de su instituto, un compañero para ser precisos.

- Uh, okey , te lo perdono - Dijo ahora durmiendo en el sillón.

Yurio suspiro agotado y se arrecosto en la suavecita alfombra.

Cuando abrió sus ojos la luz del sol comenzaba a colarse por una ventana, ya no estaba en el suelo, en una alfombra, si no que estaba en una cómoda cama, cubierto con una acolchada manta.

Confundido y sin saber dónde se encontraba parado camino hacia la puerta y salió, el pasillo era corto y se escuchaba movimiento en la cocina, cómo un gatito curioso se asomo y vio a Otabek cocinar.

- Vaya vaya - Dijo el hombre viendo la precensia de su invitado - ¿Que es lo que veo? Un gato curioso.

- Jeje - Río Yurio - Vale, pero al menos yo no cocino sin camisas en Rusia.

- En mi defensa, la parte donde vivía en Kazajistan era un poco más fría.

Después de una amena plática ambos desidieron desayunar, Yuri vio nervioso la comida, su estómago le exigía alimento, pero su miedo no le permitía pasar bocado.

No quería engordar nada, ni un gramo.

- ¿Yura? - Yuri vio a Otabek, este lo vio confundido.

Genial, ahora parecía un raro frente a su novio/nonovio.

Tomo un bocado de los huevos y lo comió, el sabor de la comida fue tal, que comenzó a comer rápidamente, su cuerpo le exigía mucha más comida, su estómago gruñía.

Al terminar el plato sonrió leve, y luego se lamento.

- Que bien Yura, alfin te veo comer algo - El hombre le sonrió amable y Yuri intento devolverle el gesto.

Otabek había Sido tan amable de llevarlo a su casa que Yurio al despedirse le dió un beso.

Subía a su cuarto para ahora prepararse para la escuela, pero al verse en el espejo se aborreció.

Recordó todo lo que comió, su estómago se revolvió y Yuri tembló mirando el retrete.

(....)

La clase de educación física no era su favorita, irónico al el ser un deportista, pero es lo que hay, comenzaron un leve calentamiento y luego un trote.

Todo al principio estaba bien, solo sentía esa hambre que era justificada, pero luego comenzó a sentir agrieras y un leve mareo.

"¿Que demo...?"

Y el mareo fue tanto que perdió el equilibrio y todo se volvio borroso.

Un grito que sonó más distante de lo que en verdad fue lo sorprendió, era Minami, lo reconocía por su singular cabello.

Y luego, todo se volvio negro.

(...)

Al despertar estaba en enfermería, un suero estaba conectado a su muñeca, se sentía débil y con náuseas, quería vomitar, dehecho lo hizo en un balde que Minami le había pasado, pero solo salió flema y saliva con pequeños trosos de comida sin digerir.

- ¿Cómo te sientes? - Le pregunto Minami muy preocupado.

- Cómo la mierda - Dijo fastidiado limpiándose la boca con la muñeca - ¿Que paso?

- Te desmayaste - Dijo Minami nervioso, jugando con sus dedos sin verlo.

- ¿Que hiciste? - Dijo Yuri, ya anticipando que Minami había hecho alguna cosa, peligrosa, tonta o arriesgada ¿O por qué no todas al mismo tiempo?

- Bu..bueno,.te trajeron a enfermería, y amm, - Desvío la mirada - Una de nuestras compañeras llamo al primer número de tus contactos recientes.

- ¿Que? ¿Yulia? - Dijo fastidiado, lo último que quería era un regaño de su invensata y estúpida madre.

- Ammm, no...más bien ¿Otabek? - Yuri abrió sus ojos y nuevamente pidió el balde para vomitar.

Una vez acabo y lo dejo en el suelo la puerta corrediza fue empujada con fuerza, allí se encontraba el azabache, sudado, respirando rápidamente y con una expresión confundida.

- Creeeeo que yo me voy - Dijo Minami retirándose rápidamente.

"Traidor"

Y ese día, ya no tuve nada que ocultar le a Beka.

°•SUGAR LOVE•° [Por Que El Gatito Lo Quiere Todo Y El Está Dispuesto A Darselo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora