El Susurro Azul (Completa) ✔️

CAPITULO 87: PRUEBA

Los tres escaparon de la posada sin atreverse a mirar atrás. Aji y Ji Ning terminaron quedándose en un templo abandonado en la parte norte de la ciudad.

Las Tierras del Norte ahora eran muy diferentes de cuando llegaron el jiaoren por primera vez. Se había convertido en un área extensa de civilización con Demon Terrace sentado en el medio como un palacio real.

El demonio serpiente había estado aquí por más tiempo, por lo que, naturalmente, tenía un hogar al que regresar. Lu Jinyan también tenía muchos amigos maestros demonios que estaban felices de acomodarlo. De los cuatro, Aji y Ji Ning eran los únicos que estaban completamente solos.

Tenían miedo de ir con el demonio serpiente, ya que sería más fácil para el jiaoren encontrarlos. Tampoco podían volver con Lu Jinyan, ya que esos maestros demonios todavía tenían muchos prejuicios contra los demonios y los discípulos de la casa del Gran Maestro. Su única opción era el templo en ruinas.

Lu Jinyan les trajo el desayuno a la mañana siguiente. Aji dijo mientras comía: "Todavía tenemos que ir al sur lo antes posible. No entiendo a este jiaoren". Ella analizó: "Si no nos vamos ahora, es posible que nunca podamos".

Aji no sabía cómo se sentía el jiaoren sobre su yo pasado, pero obviamente él era muy dominante. Si él viera la más mínima conexión entre ella y la que solía conocer, definitivamente no la dejaría ir.

Tal vez incluso encarcelarla de por vida...

Todavía no había visto lo suficiente de este mundo y no quería estar prisionera en esta tierra fría y amarga para siempre, sin hacer nada más que mirarlo a la cara.

Aunque ese rostro también era bastante hermoso. O más bien, la más hermosa que jamás había visto.

"Tienes que irte", estuvo de acuerdo Lu Jinyan. "Pero tengo que quedarme en el norte. Aunque el jiaoren no es lo que esperaba, todos mis amigos están aquí, así que no puedo irme".

"Bueno, está bien, entonces esto es un adiós. Ji Ning y yo nos iremos de inmediato". Aji luego le preguntó a Ji Ning: "¿Cuáles son tus planes después de dejar el norte?".

"¿Me?" Ji Ning pensó un poco, luego bajó la cabeza y susurró: "Tengo que volver a la casa del Gran Maestro, mi maestro todavía está allí..." Su voz se volvió más y más suave mientras hablaba. Tenía miedo de que Aji lo despreciara por esta decisión...

Pero Aji solo asintió y respondió casualmente: "Está bien. De camino al sur, te llevaré al puesto más cercano a la capital.

Terminaron su comida y se despidieron de Lu Jinyan, luego se dirigieron a la puerta de la ciudad.

Aji pronto notó que los seguían dos personas vestidas de negro. Se dio la vuelta y allí estaban. Volvió a darse la vuelta dos pasos después, y allí estaban, habiendo dado también dos pasos. La estaban siguiendo abiertamente y no intentaron ocultarlo de ninguna manera.

Tiene sentido. Después de todo, este era el territorio de el jiaoren, podía hacer lo que quisiera. Si quisiera enviar a dos personas para que los siguieran, ¿quién se opondría?

Aji se sintió estresada, pero aún esperaba lo mejor y se dirigió a la puerta. Como era de esperar, tan pronto como llegaron a la puerta, las dos personas dieron un paso adelante y bloquearon su camino.

"No tienes permitido salir de las Tierras del Norte en este momento".

Ji Ning estaba un poco nervioso. "Pero... pero el jiaoren... No, quiero decir... tu venerable señor dijo que podíamos irnos".

Aji interrumpió: "Nos perdonó la vida, nunca dijo que podíamos irnos".

Los dos guardias dijeron al unísono: "Exactamente".