AMBEDO
(palabra)Hace una semana que no veo a Amelie. Tanto ella como yo nos la hemos pasado ocupados con nuestras tesis, aunque mi castaña eligió hacer un trabajo de diseño práctico para su examen de grado y yo me fui por un ensayo teórico, el cual ya había finalizado.
Lo único que debía esperar era a la retroalimentación de mi tutora, pero estaba confiado en que estaría perfecto.
Luego de esto finalmente me titularía de la carrera, de la misma forma Amelie.
Estaba en la biblioteca esperando a que mi tutora volviera con el ensayo, pues habíamos quedado de vernos aquí para la retroalimentación final, veía por la ventana, ya había comenzado la temporada de lluvias y me preocupaba que la descuidada de mi novia se haya confiado y no llevara consigo un paraguas.
Por eso yo llevaba dos.
Tenía mis ojos fijos en la entrada por si ella salía y se topaba con la cortina de lluvia que se había formado.
Cuando una chica apareció por la puerta de entrada no era ni Amelie ni una desconocida, sino una persona a la que, yo creía, ya había dejado en el pasado.
Su rostro de preocupación al ver la lluvia hizo que mis piernas se movieran por su cuenta, y para cuando fui consciente de que me movía ya estaba frente a la peliazul extendiéndole un paraguas.
Sus ojos, por primera vez no me vieron solo con desprecio, aquella opaca mirada sin emoción dejaba entre ver un asomo de asombro por mi acción.
—Vamos, no querrás mojarte, ¿o sí? —comenté en vista de que ella no parecía reaccionar.
—Oh, sí... —agitó su cabeza saliendo de su ensimismamiento—. ¡Sí, gracias! —me dedicó una sonrisa.
Mientras ella tomaba la sombrilla que le ofrecía, sus dedos rozaron los míos y esa fue la primera vez que nos tocamos.
Su piel era tan suave como me había imaginado tantas veces y estaba fría.
—¿Y tú? —preguntó de pronto, una vez sostuvo la sombrilla sobre su cabeza.
—Oh, no te preocupes por eso —me apresuré a responder.
Su sonrisa se había vuelto tan cálida como una chimenea encendida en medio de una noche tormentosa, mi corazón latía con fuerza dentro de mi pecho. Sentía la adrenalina circular por todo mi cuerpo.
—¿Seguro? —asentí—. Bueno, te debo una, Félix.
Oír mi nombre salir de sus labios envió una descarga eléctrica por todo mi ser que jamás había sentido, sin duda me tenía a sus pies.
Si me pidiera que me tirara al suelo bajo la lluvia y rodara, lo haría.
Sus mejillas estaban sonrojadas por el frío, llevaba un gorro de lana y un abrigo largo, estaba abrigada pero, aun así, me quité la bufanda que llevaba y la pasé por detrás de su cuello. Ella solo me miraba sin decir palabra.
Cuando terminé de acomodar la prenda para que cubriera su cuello del frío, ella la sujetó con una sonrisa enternecida.
—Gracias por todo, Félix —una de sus manos se posó sobre mi mejilla y, mientras se acercaba a mi rostro poniéndose de puntitas, sentía cómo podría desfallecer en cualquier segundo a causa de la conmoción que me provocaba la mezcla de sensaciones y emociones—. Eres un gran amigo —sus labios se plantaron en mi mejilla de una manera casi delicada, más suaves y húmedos de lo que alguna vez pude llegar a fantasear—, deberíamos vermos más a menudo ahora que saldremos de aquí —comentó mientras se alejaba y comenzaba a caminar hasta perderse entre la lluvia.
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Corazón de Limón [Abril Felinette 2022]
Fanfiction¿Cuánto estás dispuesto a perder por una obsesión? _______________________________________ Parte del Abril Felinette 2022 creado por -JAZVAL-