CLASSIC ×(Donde la oscuridad no conoce límites)×

CAP 12 (PARTE 2)

Sheldram, se encontraba a mi lado admirando la escena de celos de Raider, y otra vez, miró coquetamente a Kendrik. Al notarlo, lo fulminé con la mirada. Me pide que la aleje, pero la estaba desnudando imaginariamente con su vista. Kendrik recibió mi mirada y dejó de mirar  a mi amiga emprendiendo camino hacia alguno de sus hermanos. Aproveché entonces la oportunidad para tener esa importante conversación con ella.

-Sheldram- dije mirando su rostro buscar la mirada del de cabellos negros. -¿Qué pasa con Kendrik?- fui directa, de alguna manera, tenía que conseguir matar ese interés rápidamente.

-¿Qué pasa?- preguntó esta vez ella prestándome su atención y haciéndose la desentendida.

-Shel, he visto como lo miras- dije con un tono obvio.

-Mmmmm…- dijo ella sin saber que decir- no voy a ocultar que me interesa,- hizo una pausa- mucho.

-Sheldram, no creo que sea una buena idea. Puede que Kendrik resulte interesante por fuera, pero no creo que sea el chico correcto para ti- quería hacerla entender, hacerla entrar en razón, y aunque haría mi mejor intento, puede que no funcionara, al fin y al cabo, no tenía razones que demostrarle acerca de mi inconformidad con su elección hacia él, ¿qué le diría?: ‘’Hey Shel, no quiero que salgas con Kendrik porque es un enfermo asesino que maltrata a las chicas en la cama, adorna a los cadáveres luego de matarlos, y torturó a esa prima tuya de la cual tanto te preocupaba su desaparición’’.

Debía entrar de otra forma.

-¿Y cuál sería el chico correcto para mí?- preguntó con una mirada de reproche mientras nos movíamos juntas para tomar asiento en algún sitio.

-Alguien que no sea un Evans estaría bien- dije mientras acercaba dos sillas a nuestros cuerpos para sentarnos.

-Erika, entiendo tu preocupación, a mí tampoco me agradaban mucho los Evans y lo sabes, pero, quizás debería conocerlos a cada uno antes, en vez de meterlos a todos en la misma bolsa. – el problema, es que ella no quería conocerlos a cada uno, ella quería conocer a ese uno. Bueno, ciertamente no sé qué sería peor.

-Es que no puedes- dije una vez ya sentada con un tono más desesperado. Sheldram, me miró extraña como ‘’ ¿qué te picó?’’.

-¿Por qué no?, ambos somos universitarios normales, en un pueblo normal, con sentimientos normales- si claro, como no, sentimientos normales, mi perro tenía sentimientos más humanos que ese ser- No entiendo por qué no podríamos conocernos mejor, algo me dice que lo catalogué mal desde un principio, y ciertamente, no me parece que un chico que se dedica a pintar en su tiempo libre, sea alguien ‘’incorrecto’’ para mí. – dijo haciendo comillas en la palabra incorrecto.

Si ella supiera a lo que en verdad dedica su tiempo libro.

-Kendrik…- dije haciendo una larga pausa para que algo se me ocurriera.- está muy enfermo- dije rápidamente como alguien que acababa de recordar algo que llevaba horas tratando de recordar.

Sheldram puso cara de completa confusión, luego me miró seria achicando un poco sus ojos como en desconfianza.

-¿Qué enfermedad tiene?- preguntó aún con su expresión de ‘’no te creo nada’’.

-No lo sé- dije nerviosa- pero es algo que se transmite sexualmente- le dije asintiendo y con los ojos muy abiertos como si acabara de decir un gran secreto, una bomba.

Mi amiga, sentada a mi lado, suspiró derrotada y se acomodó mejor en su asiento.

-Erika, si te gusta Kendrik me lo puedes decir.

Me encanta Kendrik, es tan…tan….tan…no lo sé….tan social.

-¿Qué? No, no, no- dije negando muchas veces en desespero por la situación.