esa noche soñé con unos ojos verdes, pantalones negros y camisas blancas, acompañadas de unos converse color negros, cabello castaño un poco revuelto y una perfecta sonrisa...
-Jade... -comenzaron a llamarme- vamos levántate -me movieron.
-5 minutos más -pedí aun con los ojos cerrados.
- extrañaba eso -dijo Steven, abrí un solo ojo y el estaba sonriendo, sentado junto a mi.
- oye, te amo pero de verdad, déjame dormir -rogué y el río.
- no seas floja, ya dormiste casi 18 horas -me miro mal, bufe y de malas me puse de pie.
-Bien, estoy levantada -dije mirándolo toda modorra- ¿y ahora qué?
- vístete, hoy saldremos tu y yo -advirtió.
- ¿para que?
-vamos a conocernos -hablo decidido.
- ¿acaso no nos conocemos?
- si, pero vamos a conocernos un poco más -sonrió- ya sabes, cosas de hermanos, quiero saber todo lo que me he perdido de ti -asentí y comencé a caminar hacia el baño-.
Me dí una ducha rápida, me puse unos jeans ajustados, una blusa suelta sin mangas, unos vans y deje mi cabello suelto, puse algo de maquillaje en mi rostro y termine. Baje a desayunar, ya que al parecer eran a penas las ocho de la mañana, tome un cereal con leche y una manzana y después tome un poco de helado, tienen el refrigerador repleto de comida y helados, salude a Cárter quien estaba llegando cuando yo termine de lavar lo que había utilizado.
-Buenos días -dijo sonriente ¿de verdad tenia que verse tan bien sonriendo?
- Hola, Buen día -dije algo ¿apenada? ¿que es lo que me pasa? - creí que vivías aquí, con mi hermano...
- si, aquí vivo, mi madre me pidió que me quedara anoche con ella y mi hermana -se encogió de hombros- yo solo acepte la propuesta.
- oh, que solidario -reí- ¿desayunaras algo?
-me encantaría, pero como puedes notar, nadie sabe cocinar muy bien aquí, solo Stev quien siempre se niega a alimentarnos -hizo pucheros.
-bien, solo por que soy amable -reí, la verdad solo quería seguir viéndolo y tal vez con suerte, conocerlo más- te haré algo de desayunar -asegure.
-no quiero abusar -hizo una mueca y después se escucho un ruido algo extraño que provenía de su estomago.
-vamos, tienes hambre, no te hagas el difícil -rodee los ojos, si se niega otra vez, simplemente me marchare de aquí-
-de verdad, ¿no te molesta preparar el desayuno para un desconocido? -me miro a los ojos y yo le regrese la mirada-
-para nada, de hecho tal vez también haga algo para los demás -reí, abrí el refri y saque las cosas para hacer huevos con tocino (lo se, lo se, que original)-
- ¿necesitas ayuda? -se acerco a mi lado.
- si me quieres ayudar, yo no tengo problema -sonreí y le comencé a dar instrucciones, aun que no son muchas, se que le costaron trabajo.
- listo, he terminado -sonrió satisfecho al poner el huevo revuelto en la sarten.
- bien ahora el tocino ponlo en esa sarten -reí- y es todo lo que tendrás que hacer, yo me encargo de lo demás... -después de que estuviera listo todo y me percatará de que había suficiente para todos-
- haré un batido de fresas -informo, lo mire y asentí.
- ¿Cárter en la cocina? - dijo un chico güero de cabello negro que hacia que sus ojos color miel (desde mi punto de vista) fueran hermosos, sin mencionar la ayudada que les daban esas largas pestañas oscuras, muy atractivo, pero no me gusta.
- te estoy haciendo el desayuno Scott -le contesto, sin darle mucha importancia.
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Perfect Choice
RomancePerfect Choice ¿Qué tanto cambia la vida de una persona cuando la alejan de todo lo que conocen? Yo puedo decirte, cambia bastante.Me llamo Jade, Jade Smith y al irme de Londres no solo cambie de país, cambie de familia, de amigos, de todo. ¿Por que...