Perfect Choice

Capítulo 16: ¿Qué demonios pasa?

Yo tampoco sé qué demonios estás haciendo conmigo, estoy molesta pero con solo ver que sonríes toda mi furia se va, desaparece, es impredecible como me sentiré estando junto a ti, siento ganas de vomitar, me siento tan nerviosa estando contigo y es tan estúpido que pueda hablar contigo asi como lo hago, solo con Lex podía hablar de esta manera, cuando estoy contigo me siento segura, siento que nada me pasara, sé que soy bastante difícil, Lex me lo ha dicho, soy muy molesta a veces, lo admito, pero no puedo hacer mucho con eso, tu viniste a poner mi mundo patas arriba y no te interesa, sales con más chicas, estoy ansiosa por la cita que tendremos hoy por la noche, ni siquiera sé que usare, pero sé que me estoy enamorando de ti, y tengo miedo de esto, mis relaciones no han sido del todo bonitas y he pasado por mucho, tengo miedo de que la caguemos y que jamás vuelva a saber de ti, no soy una de tus putas, no tendría sexo contigo, claro que no, no por ahora, ni tampoco pronto, pero sé que estas volviéndome loca...

-Creo que es momento de que digas algo -hablo Carter, cuando el termino de hablar un montón de pensamientos llegaron a mí, muchos no los diría, eso lo tenía claro.

Lo pensé por un momento, él había puesto todas sus cartas sobre la mesa y yo sería una perra si no ponía las mías también, suspire. Sus ojos estaban llenos de dolor, él se estaba preparando para lo que sea que yo diría.

-Esto también es difícil para mí -comencé- haces que me sienta nerviosa con solo tenerte cerca, no sé qué decir cuando hablas conmigo porque tengo miedo de decir algo completamente estúpido. Suelo estar de mal genio para que nadie note que empiezo a tener sentimientos hacia ti -él se relajó un poco, pero entonces vi que alguien se aproximaba a nosotros, rodeo los ojos al escuchar su voz.-

-Carter -chillo mientras se acercaba-

Se sentó entre nosotros, llevaba una falda bastante corta, dejando ver sus largas piernas, un top que también dejaba a la vista bastante de sus pechos y entonces ella se acercó más a Carter, dejando ver una considerable parte de sus pechos. Me moleste en seguida y me arrepentí de poner un poco de mis cartas sobre la mesa, Carter comenzó a ignorarme, cada vez más, Sheila le dijo algo en el oído por lo que el rio, ¡qué momento más incómodo! ¡Soy la reina de los imbéciles! Me aleje hasta llegar a la orilla de la banca, ¡ella era una maldita perra arrastrada! Cuando los volví a mirar se estaban besando. ¡Ahora si me merecía un el Oscar de la estupidez!, claro si hubiera uno, yo lo ganaría, de eso no hay duda. Se pusieron de pie a lo que yo di gracias, al menos se irían de aquí y no tendría que verlos. Carter me dio una mirada rápida, le dijo algo a Sheila para después ir hacia mi con ella tomada de la mano.

-creo que después de todo, podrás caminar tu sola -me guiño el ojo y después se fue con ella.

Estaba feliz de que se largara de una vez, comencé a sentir ese estúpido nudo en la garganta y los ojos me quemaban, saque mi celular y llamé a la única persona con la que no me daría pena llorar, exacto, Lex.

-¿puedes venir al parque? -dije una vez que contesto.

-¿Estas bien? -pregunto, la angustia en su voz era notoria.

-abrí la boca para contestar pero se me escapo un sollozo- solo ven sin decirle a nadie que vienes contigo.

-Llevare kleenex y me contaras todo -asentí, sabía que no me veía pero aun asi, colgué.

No tardo más de quince minutos en llegar, llamo una vez que se encontraba en el parque para saber dónde estaba exactamente, el parque era muy grande asi que solo le mande mi ubicación por WhatsApp, tiro la caja de Kleenex a mi lado y después se dejó caer junto a mí. Le conté todo, ella asentía en las partes donde debía asentir y yo estaba más que aliviada de que no hiciera tantas preguntas, cuando termine, hizo solo tres preguntas más, las conteste enseguida y después de soportar tanto, las lágrimas comenzaron a rodar en mis mejillas, sabía que me debía ver espantosa, pero ella solo me recostó en su hombro y se quedó en silencio hasta que me canse de llorar, eso era lo que hacíamos cuando la otra lloraba, nos quedábamos en silencio pero estábamos ahí. Ella estaba molesta, muy molesta, sabía que algo le tenía que decir a Carter y aunque no me lo dijera, sabía que estaba planeando mil y un maneras de matarlo dolorosamente.