Muke.

Rude.

(Basado en la canción de Magic!)

Michael p.o.v

Me desperté un sábado que parecía cualquier sábado, hasta que recordé lo que tenia que hacer ese día. La decisión más importante que había tomado en mi vida, y la más seria también. Estaba completamente decidido. Ese sábado iría a la casa de mi novio, Luke, a pedirle su mano a su madre. Liz jamás me quiso, y estaba nervioso por eso. Ella siempre pensó que era un bueno para nada, un inútil, un imbécil, un ebrio idiota que terminaría arruinado en una calle pidiendo limosna, que era una mala influencia, que llevaría a su hijo por el mal camino, que le rompería el corazón, que no lo merecía, y un millón de cosas más. Pero eso nunca me separó de Lukey, yo lo amaba y él a mi. Eso no cambiaría por más que ella así lo quisiera.

Desde el momento que conocí a Luke, traté de caerle bien a Liz. ¿Alguna vez lo conseguí? No, claramente, no. Cuando Luke y yo solo éramos amigos, mejores amigos y luego amigos con derechos, ella me toleraba... Algo (claro que no sabía de lo último, precisamente) ,pero desde el momento en que nos volvimos novios oficiales me odia. No sabía si me odiaba por estar con su hijo más pequeño siendo dos años más grande que él, ¿o que mierda?

Fui al baño, lavé mis dientes, hice mis cosas y me di una ducha. Cuando salí, me sequé con una toalla y me puse mis boxers de la suerte, la necesitaría. Busqué la ropa que había preparado para este día especialmente. Ash me ayudó con eso. Calum supuestamente también ayudó pero todos sabemos que decir "ajam" no es ayudar, en realidad. Pero con lo sumisa que era Ashton con el kiwi, le dio la mitad del crédito.

Mi ropa consistía en mis típicos skinny jeans negros, las converse negras más limpias que encontré, una camiseta blanca de Green Day (era mi camiseta de la suerte, Lukey me la regaló ), un saco raro que era una mezcla entre elegante, punk rock y agregándole una pizca de sexy (así como yo) y para terminar una corbata sin ajustar. Peiné mi cabello pero parecía un idiota, así que sacudí mi cabeza nuevamente para alborotarlo. Ahora parecía Cruella de Vil, pero Luke amaba mi cabello tal y como era, aunque Liz decía que parecía que un unicornio con sida me había vomitado la cabeza después de haber comer su propia mierda de arco iris. Dulce mi suegra, ¿no?

Me miré al espejo una vez que estuve listo.

-Que sexy eres, Clifford. Desearía ser como tú... Un momento, soy tú.- le dije al sexy hombre de mi espejo riendo. Un poco de autoestima no estaba demás.

Estaba revisando mi apariencia como por milésima vez cuando me llegó un texto, era de Luke.

De: Lukey ♥

"Hola, bebé. Ya despertaste?"

Sonreí al leerlo, como cada vez que lo veía, que lo tocaba, que lo sentía cerca aunque estaba lejos, que pensaba en él, que le decía que lo amaba, que me decía que me amaba más, como cada vez que me mandaba un simple mensaje de texto o me llamaba, cada vez que oía su voz. Dios, que cursi me ponía este hijo de puta.

Le contesté:

"Sí, Lukey, ya desperté. Qué haces? :-*"

"PD: Amo que me digas 'bebé'."

De: Lukey ♥

"Nada, pienso en ti. Como siempre :3"

"PD: Amo que me digas 'Lukey'"

Para: Lukey ♥

"Awww yo también pienso en ti, amor :3"

"Ya salgo para tu casa c:"

Tiré el móvil a la cama, lo cual fue una mala idea, ya que rebotó y cayó al suelo. Por suerte, esa mierda a la que llamaba 'móvil' no se rompió. Miré la hora y eran las 9:45. Bajé corriendo las escaleras y casi me caigo llegando al final de esta, pero no lo hice (porque soy el puto amo). Mi madre estaba en la cocina, haciendo lo que probablemente era mi desayuno.