Nobody, mum.

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—¿Con quién hablas, hijo?

—Nadie, mamá.

—No me digas "nadie, mamá". Estas todo el puto día sonriendole al móvil, Luke. ¿Con quién hablas? Solo quiero saber eso.

—Con nadie, mamá, ya te lo dije.

—Si no hablas con nadie, prestame tu móvil.

—No.

—¡Dame esa endemobiada cosa, Robert!

—¡No! Ya te dije que no es nadie, mamá.

—¡Luke, dame eso!

—¡No, mamá!

—¡Robert! ¡Oye tú- espera! ¡No te vayas!

Al otro dia...                                                           
—¿Quien era, Luke?

—Nadie, mamá.

—Estuviste hablando por teléfono como 45 minutos, no creo que hables solo. Dime quien era.

—¡Es cosa mía con quien hablo, mamá!

—¡No me hables de ese modo!

—¡Agh! ¡Deja de meterte en mis asuntos!

—¡No se quien sea la persona con la que hablas, pero te esta haciendo cambiar!

—¡No tienen nada que ver las personas con las que hablo o no! ¡Yo solo estoy cansado de que te metas en mi vida!

Dos días después...

—¿Luke?

—¿Que quieres?

—Escuchame, hijo. Se que discutimos, pero no puedes evitarme todo el tiempo.

—...

—¿Me escuchaste?

—...

—¡Puedes dejar el móvil un momento! ¡¿Con quien diablos hablas?!

—Con nadie, mamá.

—¡Estoy harta! ¡Estas castigado!

—Ok.

—¡No saldrás de tu habitación!

—Bien.

—¡Sin computador!

—Da igual.

—¡Sin televisión, ni videojuegos!

—Como quieras.

—¡Y sin móvil!

—No import- espera, ¿que? ¡No puedes hacer eso!

—¡Claro que puedo! ¡Soy tu madre, estas bajo mi techo y sigues mis reglas!

—¡Ya no estaré bajo tu techo, entonces!

—¡Luke, no te atrevas a salir por la venta- mierda.

Dos semanas después...

¿Luke?

—¿Mamá?

—¿Que estas haciendo aquí?

—Aquí duermo.

—¿Aqui? ¿En esta esquina?

—Si, en esta esquina. Ahora vete, mamá.

—No, espera. ¡Hijo, por favor, vuelve a casa! ¡Te extraño tanto!

—También yo, mamá. Volveré a casa, pero no ahora.

Muke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora