II - MILLER

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Caminaba de regreso a casa cuando mi celular sonó, lo hice emerger de uno de los bolsillos de mis vaqueros para leer un mensaje de texto de Matts:

Nos vemos donde siempre, xo!

Giré sobre mis talones para dirigirme a la cafetería donde siempre se reunía nuestro grupo, quedaba en Ligther Walk, una de las avenidas más visitadas por Gays, ya que era un paseo lleno de tiendas de pornografía y bares de ambiente. Mientras caminaba, varias imágenes rondaban en mi mente, aquel cuerpo inerte sobre el suelo, sangre, todos gritando, me froté los ojos y aparté todos esos recuerdos, aun no concebía el hecho absurdo de atentar contra tu propia vida, estaba de acuerdo que la vida cada día es más difícil, que las razones por las qué vivir cada día son más reducidas, pero ¿El futuro incierto no merece la pena de descubrirlo y vivir por ello?

Las noticias al día siguiente habían llenado todos los noticieros nacionales e incluso internacionales, el bar llevaba dos semanas cerrado por investigaciones, la sombra que había visto ese día caer sobre mí, era una chica que se había tirado desde el balcón de las arpías, las cuales no se percataron hasta que apagaron la música. Matts y Dan me colocaron de pie, y vi a la chica, llevaba un vestido blanco, tenía el cabello rubio recogido en un elaborado moño, sus ojos abiertos y sin vida, eran azules, de tez pálida y muy atractiva. Debido al impacto su cabeza destilaba sangre que iba formando un charco carmesí, su mano derecha sujetaba algo, pero con la multitud arremolinándose alrededor no pude percatarme de qué era. Sentí la bocina de un auto, había caminado unas cuantas cuadras, y me había pasado Ligther Walk, maldiciendo por lo bajo di tras pie entonces escuché mi nombre, vislumbré la calle y allí estaba Sean en su Volvo blanco. Me hizo señas para que subiera, hice ademán de rechazar la propuesta porque iba al encuentro de Matts pero al ver su sonrisa no pude hacerlo, así que caminé el pequeño tramo que nos separaba y me introduje en interior del costoso auto.

- ¿Adivina qué tengo allí? - Empezó Sean señalando la guantera del auto con su sonrisa cómplice que tanto me gustaba.

- ...

- ¡Ábrelo!

Haciendo caso y temeroso por lo que me encontraría (Digamos que Sean no es muy bueno dando sorpresas, siempre son bromas pesadas o algo termina en un accidente mientras él se desmaya de la risa), apreté el botoncito para desbloquear la puertilla, entonces desvelé lo que se ocultaba en ella, era una bolsa de papel elástico transparente que cubría un gran tumulto de marihuana, el corazón me dio un respingo y cerré la guantera casi al instante, pero seguido empecé a reír torpemente.

- Tú... ¡Tú estás muy loco! - Exclamé entre risas.

- ¿Hace cuánto no recordamos viejos tiempos? - Dijo Sean también riendo.

Llegamos a el apartamento, me encantaba, era hermoso, su estilo de loft bohemio lo hacía único, la cocina, la sala y el estudio formaban una sola estancia pero distintos entre sí, la cocina era de ladrillos con una barra con bellas lámparas colgando encima en forma de conos, el estudio era de color chocolate con un geométrico escritorio negro, sillas doradas e impotentes estanterías llenas de libros, sobre el escritorio había un computador el cual Sean había viajado a los Estados Unidos para comprarlo, la sala era blanca de par en par, enormes muebles azules hacían contraste con las paredes, dos grandes ventanas de techo a suelo escoltaban la chimenea de granito blanco, lo único que había separado era la habitación y el baño, este último parecía el baño de una nave espacial, estaba provisto de un sauna, jacuzzi, bañera, ducha, y lo esencial, la cama del dormitorio era estilo japonesa, amplia y cómoda, y a su lado derecho un enorme closet.

Me quité los zapatos como era costumbre y camine hacia la sala, Sean que llevaba la bolsa de cannabis en el interior de su chaqueta, la sacó de ella y la lanzó en la mesita de la sala, fue a la cocina y buscó una botella de vino y dos copas, tomé asiento en uno de los sofás mientras lo seguía con la mirada acercarse hacia donde estaba yo.

Victim of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora