Capítulo VII: Sequía

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En todo sembradío, cosecha, plantación...

Siempre habrá (aunque sea una vez) sequía, esa época tormentosa donde todo está en el limbo y no sabes cuál será el resultado.

Quizá nada brote, quizá todo muera, quizá todo se marchite.

Quizá todo renazca, todo brille y viva un largo, largo tiempo.

Pero, lo único que se sabe, es que en la época de sequía lo que queda es rezar y tener fe, fe en que todo salga bien, porque además de tu esfuerzo, lo demás, queda a labor de las plantas y flores.

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[Aparición de drogas y lenguaje malsonante]

En la sombra de su mente, JungKook se preguntó una infinidad de cosas en su subconsciente, pero sus principales preguntas fueron: ¿Desde cuándo estoy persiguiendo al hanahaki? ¿Desde cuándo le busco solución?, y, por supuesto, ¿desde cuándo lo odio tanto?

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Cuando JungKook tenía apenas cinco años, se metió por primera vez en una pelea.

—¡Eres un tonto sin mamá!

—¡Huérfano, huérfano!

Después de las tontas palabras y empujes de los niños de su clase, JungKook rompió su primera nariz al golpear al niño 'capitán' de los brabucones, la pelea fue poco agraciada y las profesoras le separaron rápido.

Pequeños raspones estaban en el cuerpo del joven cabellos ébano, quien estaba lleno de curitas sentado frente al director con su padre al lado derecho.

—Señor Jeon —inició el director—, nuestra escuela es un lugar de ejemplo y prestigio —prosiguió luego de leer un poco el informe de lo ocurrido—, las conductas violentas no solo están mal vistas, a su vez, son penalizadas con breves sanciones como reflexiones escritas, pero en caso de nuestro joven —señalo con la cabeza al menor—, serán tres días de suspensión en casa —anunció y luego anexó—, sin mencionar las disculpas públicas a los estudiantes por la terrible escena y las disculpas a los involucrados que salieron heridos.

—Con todo respeto, director —el padre de JungKook, SungJoon, suspiró y acarició suavemente la cabeza de su hijo antes de seguir—, JungKook es un joven amoroso y bien portado, no digo que este comportamiento esté justificado, la violencia no es la solución —miró a su hijo al decir la última oración y volvió a enfocar su mirada al director—, pero, esto es sinónimo que mi hijo ha sufrido de estos comentarios en innumerables ocasiones, para llegar a esto todo me lo indica, ¿no es así JungKook? —miró a su hijo quien inclinó la cabeza en confusión—, estos chicos, ¿te han molestado antes? —preguntó suavemente.

—Sí —apretó nervioso sus manitos antes de subir la cabeza y asentir con más fuerza hacia su padre—, siempre me dicen que soy una abe-abe... —pensó por un momento y luego murmuró—, una aberración, un monstruo —se encogió en su sitio tratando de ser más pequeño.

—Eres muy valiente por decir esto, cariño —su padre le felicitó guardando su enojo en una cajita mental—, ¿por qué no me lo habías comentado? —preguntó curioso.

El brote de mi corazón [TaeKook/KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora