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Las clases terminaron, ambos castaños caminaban a su casa con total tranquilidad.

- oye Victor - llamó su hermano.

- mm?

- cuándo desaparecí... Me mantuve oculto en una manada al sur, no recuerdo mucho su nombre. Pero quisiera contactar a alguien de allá -no miró a su hermano.

- hay demasiadas manadas al sur, no podríamos encontrar la correcta en varios meses.

- ah... Y si... Me tomo el tiempo para buscarla? Voy a ir por transporte público hasta lo las cerca que pueda. Según recuerdo había un lugar prohibido por el alfa, debe ser una ciudad o pueblo y

- no lo sé Andrés... Es muy peligroso; si te sacaron de la manada por solo no ser nacido ahí... Si vas como turista... No creo que te den una buena bienvenida - habló con algo de preocupación.

- tranquilo, actualmente debe haber un nuevo alfa en la aldea, el alfa de esa aldea solo tenía tres hijos, una mayor, un intermedio y un menor. La mayor salió beta y el intermedio tenía más pinta de serlo. Yo era amigo de él.

- Andrés. Yo creo que no es una buena idea, no creo que te reconozca, nunca te ha visto en tu forma humana. Y antes eras literalmente un cachorro, ya eres más grande.

- y el aroma?

- pues... Los aromas se olvidan, tu recuerdas exactamente el aroma de tu amigo?

- no...

- exacto - abrió la puerta de su hogar, sus padres no estaban, fueron a la manada.

El castaño de ojos verdes sacó la comida del congelador y la puso a calentar.

- oye Victor, tienes algún libro de la manada, necesito algo para un trabajo.

- si, llegando a la manada puedo buscar uno - sirvió un plato con pollo con salsa de champiñones. (Eso comí ayer xd)

Los castaños se sentaron a comer, se cambiaron de ropa y pronto estaban listos para tomar un bus bastante cerca de la manada.

Llegando solo debían pasar por un sendero algo difícil de pasar. Era demasiado peligroso para un humano. Ellos en su forma humana son mucho más fuertes, ágiles y rápidos.

Dieron un par de saltos y pronto llegaron a la aldea, un pueblito con chozas no muy elaboradas, escondida del mundo.

Varios residentes trabajando en lo que ellos les gustaba, varios cachorros jugando con sus padres y amigos... Que bonito debe ser tener una vida así.

El castaño nunca la vivió, siempre se mantuvo escondido, solo tenía un amigo, y eso que el es de otra manada muy alejada. Su nombre era Miguel, un rubio de ojos verdes obscuro.

- iré a buscar tu libro, anda a decirle a Rius que ya llegamos - ordenó Victor sacando las llaves de una pequeña biblioteca.

- okey.

El castaño caminó por la ciudad, varios de los civiles lo saludaban con cortesía. Se llevaba con muchos de los jóvenes de su edad, pero uno en especial, un castaño de ojos azules oscuros.

- Musi! Que tal? A los años que te dejas ver - habló el castaño al de ojos azules.

- Sparta! Yo muy bien, y sip. La expedición duró más de lo esperado - abrazó al omega.

Musi, o mejor dicho Sebastián. Un alfa dominante muy aniñado.

- y? Encontraron algo interesante? - preguntó separandose del abrazo.

- pues no mucho, pasamos más por algunas aldeas humanas, no encontramos más manadas al norte y las del sur son... Algo agresivas.

- como que agresivas, has estado ahí? - preguntó con varias dudas en su cabeza.

- no, pero mi padre sí. En varias lo capturaron y se quedó casi sin agua y comida. El ambiente frío y rojo da miedo.

El castaño recordaba eso, los árboles en la mayoría del tiempo eran de colores rojos, al igual que sus hojas.

Llegaron a una pequeña casita de campo, si debían quedarse en la manada, está casa tenía todo lo que necesitaban.

El alfa de pelo azul se encontraba revisando algunos reportes de las otra manadas, han estado pidiendo refuerzos, al parecer hubo varios ataques.

El Omega peli blanco entró al sentir como su esposo se frustraba. Literalmente estaba apunto de votar el escritorio.

- amor... Cálmate, no queremos pagar otro escritorio - se acercó a su esposo.

- perdón... Es solo que- - dejó de hablar unos segundos - no se que está pasando, no quiero que se vuelva a repetir... La manada de mi padre desapareciendo en las garras de esos- - el albino lo calló con un beso.

- no se volverá a repetir. Estamos todos juntos en esto... Nuestros hijos ya no son niños... Pueden defenderse. - jaló de la corbata de su alfa.

- si... Debo tranquilizarme un poco - bajó sus manos, hasta la cintura del albino.

- vamos a ver si ya llegaron los niños - se separó de su pareja.

El alfa solo suspiro, guío su mirada hasta el escritorio. Estaban muchos papeles regados. Volvió a mirar la puerta, y salió.

- emm, puedo preguntarte algo? - preguntó el castaño de ojos azules al de ojos ámbar.

- claro, dime

- ya... Ya tienes pareja? - preguntaba con un cierto rubor en sus mejillas.

- no, todos los que conozco fuera de la manada son humanos, salvó uno que otro lobo por ahí

De ahí se presentó un silencio incómodo para Musi, el estaba enamorado de Sparta ya hace mucho tiempo, desde que ambos eran cachorros. El de ojos azules quería que el sea el Omega que daría sus cachorros. Lo amaba con locura. Y que sería solo ellos para toda la vida.

- al parecer ya llegaron, oh! Musi, ya llegaron de la expedición? - era algo obvio la respuesta, pero aún así, puede que el resto siga por ahí.

- si, no encontramos nada, solo pueblos humanos... Solo quedan las ruinas de las manadas.

- somos la última manada del norte. Y hacia el este? Encontraron algo?

- pues... Algunas manadas pequeñas y nómadas. Tal vez tengan solo 30 o 40 integrantes.

- oeste?

- manadas grandes y pequeñas. Pero demasiadas ruinas de aldeas.

- ... Sur?

- emm pues, el equipo que debía ir ahí, huyó. Yo intenté llegar, pero unos pocos de mi equipo fueron capturados.

- capturados? Esas manadas son demasiado peligrosas. Quienes fueron capturados?

- Lyna, Silvio y Emi. - musitó bajando un poco la mirada

- hay no... Timba va a estar muy preocupado, ellos son amigos de Victor y Sparta y nuestros también, necesitamos ir a buscarlos.

- Rius, yo digo. Necesitamos un representante de la manada, Timba no puede ir, es demaciado peligroso para el alfa, usted tampoco, es el Omega líder.

- podemos ir Victor y yo. Somos los próximos al mando.

Continuara...

1062 palabras

Alfa y Omega ~Spartor~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora