IV

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No he tenido muchas parejas jóvenes en mi consulta. La mayoría de las veces que pienso solicitarlas alguno se adelanta y acaba la relación sin pensarlo. Con los años las relaciones se han vuelto más complejas, en especial por la independencia de la mujer. Ya no es como hace unos años, donde ella se quedaba en casa, atendiendo los quehaceres del hogar hasta que su esposo llegara. Cuidando a los niños, entre otras labores más cotidianas. No fue sino con los abusos de algunos hombres, y las infidelidades propias que eso cambio. El deseo de la mujer por igualarse, aunque personalmente dudo que eso pueda llegar a ser completamente, ya que no somos idénticos, y hasta pensamos distinto. Solo tenemos las mismas "Libertades" que ellos.

Son pocos los jóvenes que conservan una relación por años, dedicándole la madurez que merece, y van creciendo hasta el matrimonio. O ni siquiera optan por casarse. En algunos países la Homosexualidad sigue tratándose como un tema tabú, y hasta condenado por leyes. Incluso hay quienes optan por la familia, a pesar de que sean ambos del mismo sexo. Honestamente, no creo que ese tipo de cosas afecten, si se le sabe explicar a un niño porque sucede.

De cualquier manera no es sobre los jóvenes que quiero hablar. Esta tarde he visitado a una amiga que alarmada me llamó, solicitándome atención en su departamento. Su voz era nerviosa y asustada, por lo que pensé podría ser algo grave. Me apresuré en visitarla, dejando a un paciente con su visita cancelada. Tuve que llamarlo yo misma para disculparme con él, ya que prefiero tomar esos errores de la vida por mi mano que dejar un asunto personal a cargo de mi secretaria.

Iris fue una compañera de la universidad, aunque no estuviéramos estudiando lo mismo. Ella estaba más motivada por la pediatría que yo por la psicología. A pesar de los años que han pasado siempre mantuvimos contacto, y es una de las pocas personas a las que confió mis problemas personales, salvo los que considere confidenciales totalmente. Como la ausencia de Edwin.

Se casó el mismo año que yo, con un hombre que apenas conozco, salvo por nombre, Héctor. Sé que se dedica a una empresa, pero no sé de qué tipo sería. La única vez que le vi fue en la boda, para luego desaparecer. Con Iris tenemos la norma de no juntarnos los cuatro, por si en algún momento alguna se separara. Ella es de ese tipo de pensamiento, moderno, que daría un paso definitivo, pese a que considera la posibilidad de que los años vengan con nubes negras.

Temía lo que pudiera decirme ahora, en especial cuando recordé aquella norma entre nosotras. Me imaginé lo peor. Quizás el hombre no era tan bueno como su rostro mostraba, en una sonrisa enamorada, durante la boda.

Toque la puerta dos veces, manteniendo la calma, pese a que mi estómago se revolvía con mis fantasías tenebrosas. Tragué saliva a la espera, observando el pasillo del edificio, tan desolado y cálido a su vez, en contrastes de pintura con la soledad y el silencio. Torcí mis labios, tocando por segunda vez, hasta que la puerta se abrió, dejándome ver a Iris con una sonrisa nerviosa, abrazándome con prisa.

Mi querida amiga, es mucho más joven que yo, y a su vez, más inteligente. Siempre la he visto como alguien a quien admirar. Como una hermana menor que supero la dependencia de sus padres para lanzarse a la vida de forma madura.

- Tengo mucho que contarte - Dijo iris, mirándome con ojos luminosos. Parecían cargados de lágrimas, pero noté una sonrisa ansiosa en sus labios, contrastando la tristeza aparente.

- ¿Qué sucede, amiga? Me has asustado

- Mujer. Tranquila. No es nada... grave. Bueno, es una novedad. Una acontecimiento que debo confesar. Ya no puedo mantenerlo conmigo. Ven, pasa. Bebamos algo y hablemos - Sonrió.


Por un momento creí que lo mejor sería cobrarle, si lo que necesitaba era una Psicóloga y no precisamente una amiga. Hasta me sentí ofendida que me usaran de tal manera. Ella sabe bien que distancio mi trabajo cuando se trata de ella, dedicándole mis consejos y oído como amiga, no profesionalmente hablando.

ÁgataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora