-¿Estás seguro que esto está bien? Pueden descubrirnos-susurró escondido detrás del más bajito.
-No va a pasar nada -gruñó cuando el pasador se dobló de la forma incorrecta. -¡Maldita puerta! Ábrete.
-Cállate -miró hacia atrás. -Nos pueden escuchar. Si la puerta no se abre es una señal de que no debemos entrar.
-Listo. Ya podemos entrar –dijo ignorando a su amigo.
El castaño guardo su "herramienta" en el bolsillo del pantalón del uniforme empujando con la punta de su pie la puerta de madera oscura. Entró caminando de puntitas mirando a todos lados comprobando el sitio.
-Esta libre. Te dije que no había nadie.
-Vámonos Kihyun -susurró dejando su mochila en el suelo. -Hay que decirle la verdad a la maestra. Ella nos dará más tiempo para entregarlo.
Kihyun chasqueó la lengua moviendo sus dedos para que lo siguiera.
-La maestra no nos dará más oportunidades. Ya agotamos todas las que teníamos
El pelinegro asintió mordiendo su labio inferior. Se quedó en una esquina admirando el limpio y ordenado departamento. Al parecer el dueño se había tomado muy enserio el concepto minimalista, casi no tenía nada. Un pequeño juego de sala en color gris, un gran televisor sobre un mueble con al menos dos floreros (cabe destacar que los jarrones tenían solo un par de flores artificiales). La cocina y el comedor era de concepto abierto pero ni eso estaba equipado. La mesa era de vidrio y para cuatro personas y la cocina se veía por demás vacía, hasta el bote de basura se encontraba limpio.
-¿No vive aquí? -preguntó abriendo una de las puertas corredizas que daban a la terraza.
-Solo viene a dormir y a bañarse.
-¿Ya encontraste algo? Me muero de los nervios -dijo mordiéndose las uñas regresando del exterior. –Dejemos eso y vámonos.
El castañito negó saliendo de una de las tantas habitaciones vacías.
-Lo más probable es que estén en su oficina.
-¡No!-gritó en un débil susurro-si entras ahí puedes romper algo, ya te conozco.
-Que negativo eres.
-¡Kihyun! -gritó aún manteniendo su voz baja.
Su grito fue ignorado por el mayor que se adentraba en la oficina. Quería seguirlo pero si lo hacía dejaría sus huellas. Ladeó su cabeza analizando las posibilidades de que atraparan a su amigo, por más tonto que fuera no lo dejaría solo. Resopló siguiéndolo hasta la oficina, a medio camino se detuvo al escuchar un ruido extraño en la habitación de a lado.
-Kiki-susurró deslizándose hasta quedar a gatas-¿Tu hermano tiene mascotas?
-No. Solo vive para él mismo-dijo con un tono de burla
El más alto tragó saliva gateando lo más rápido que pudo escondiéndose entre las piernas de su mejor amigo.
-Entonces estamos en problemas
-LEE KIHYUN
-Her-hermanito-rio nervioso girando sobre sus talones
Se jaló más hacia la izquierda en un intento por cubrir a su mejor amigo. Lástima que él fuera más pequeño y su amigo muy grande, delgado pero alto. Sintió unas delgadas manos abrazar sus piernas y una carita restregarse en estás. Casi rio más no lo hizo por respeto a la mirada furiosa de su hermano.
-¿Qué tienes ahí?-cruzó sus brazos haciendo notar los musculosos que eran-o debería decir ¿A quién?
-No es nada ni nadie que te incumba
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¡Me gusta Señor Lee!
FanficHyungwon, un joven de dieciocho años sin experiencia en el amor. Sigue a su mejor amigo Kihyun en todas y cada una de sus locuras, y en una de ellas... conoce al amor de su vida. 2Won Showki Hyungwon; 18 años Hoseok; 30 años