мατєοLara estaba sudando, pero no tanto como yo.
Yo realmente estaba cansado, exhausto, y ella todavía parecía lista para continuar.
Maldita sea la vez que la invité a salir, me arrepentí en el instante en que dijo que quería volver a hacerlo. Por cuarta vez.
—Ya bastaa. —dije con dificultad mientras aún buscaba aliento para mantenerme con vida.
—Admití que soy mejor que vos. —dijo riéndose de mí.
Apenas podía mantener la boca cerrada porque respiraba con dificultad.
—Sos la mejor bailarína que ya conocí.
Busqué el lugar más cercano para sentarme, puse una mano en la mesa y la otra en mi pierna.
Lara me miró riéndose, y aunque estaba sudando, tampoco se creyó el estado deplorable en el que me encontraba.
Ella se acercó, caminando suavemente como si no hubiera pasado incontables minutos bailando, quizás incluso mejor que los propios bailarines de máquinas. En cuanto a mí, solo jugué pisando los cuadrados parpadeantes y aun así logré cansarme.
—Sos un atleta, Mateo, deberías tener más resistencia. —dijo en tono burlón y se sentó en la silla a mi lado.
Era la primera vez que salíamos juntos, la primera vez que estuvimos juntos más de diez minutos.
No se resistió mucho cuando la invité, y me aseguré de tomar una foto en el momento en que estábamos en mi auto.
Sabía que Daniel la vería, y estaba seguro de que lo lastimaría. Tal vez de esa manera aprendería a no entrometerse donde claramente no lo llamaron.
Mi relación con Lara no era la mejor. De hecho, ella era totalmente indiferente. Vivíamos juntos solo por Isabella, que la llevaba a todos lados y terminó convirtiéndose en amiga de Camilo y en el amor platónico de Daniel.
Pero esa noche estaba siendo divertida. La dejé elegir a dónde íbamos porque no tenía otra cosa en mente que no fuera adónde llevé a Aurora, y definitivamente no quería seguir acordándome de ella.
—Solo tengo energía para otras cosas. —le expliqué en un tono pícaro y noté que sus mejillas adquirían un tono sonrojado.
Me gustaba hacer que las chicas se sintieran incómodas. Con Aurora solo lo conseguí una vez, pero con los demás fue muy fácil que sucediera si sabías decir la oración correcta y le dabas doble sentido.
—¿Por qué me invitaste a salir? —preguntó mientras se recogía el cabello.
—Nunca salimos solos vos y yo, quería hacerlo antes de que terminaran las clases. —ella levantó una ceja e hizo una expresión de que no estaba creyendo esa información.
Antes de contestar se levantó y se dirigió a una de las máquinas de refrescos, trayendo dos latas en sus manos.
—Nunca me bancaste y ahora decis que querías hacer esto antes. —comentó mientras extendía su mano para que yo tomara la lata y luego volvió a sentarse a mi lado.
—Obvio que me caes bien. —me defendí. —¿Querés ir al club ahora? — sugerí intentando cambiar de tema.
Era el día en que todos irían al club, tal vez incluso los demás jugadores del equipo. Pero mi foco era Daniel, que estaba allí con Camilo y Isa, le advertí que tardaría en llegar porque estaba con alguien.
Eso fue suficiente para que se preguntaran qué estaba haciendo, pero todo lo que sucedió esa noche fue que Lara y yo jugamos varios juegos de arcade.
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cliché; trueno ✓
Fanfiction¿Cuántas veces has escuchado la historia donde la nerd se enamora del popular?. Mateo sabía que algún día viviría su cliché. Así es como todos vivirían. Pero la ironía del destino, o karma, hizo que el orden de los factores cambiara cuando fue él, e...