Para qué vivir

Capítulo 39: Libro 3: Capítulo 10

¡Hola a todos! En lo que va del año, he podido mantener esta serie de un capítulo cada mes, lo cual es bastante consistente para mí, jaja. Hay cuatro capítulos más después de este, así que espero poder terminar el Libro 3 durante el verano, lo cual sería increíble. ¡Este capítulo es un poco más corto que el anterior y espero que todos lo disfruten!

Capítulo 10: La vigilancia

La brumosa luz del amanecer se convirtió en otro día luminoso y soleado en el Reino Tierra mientras el Equipo Avatar se abría paso en busca del fugitivo Aiwei. A pesar de todo lo que se decía sobre Korra dejando abiertos los Portales de los Espíritus y la inmigración de espíritus al mundo físico, no habían visto ninguno durante algún tiempo. Pero aquí, en el desierto abierto, la tierra y el cielo estaban aplomados con ellos.

Korra lideró la carga contra Naga, el oso-perro polar olfateaba continuamente el suelo y el aire para rastrear al vidente de la verdad. Los demás estaban en un pequeño jeep, conducido por Asami. Eventualmente, llegaron a un pequeño pueblo en ruinas en medio de la nada. Las casas de tierra eran viejas y sucias y los habitantes del pueblo les miraban con curiosidad y suspicacia.

"Aiwei definitivamente ha pasado por aquí", declaró Korra. Ella acaricia a Naga. "Buen seguimiento, niña".

"Vamos a preguntar", dijo Mako. Tal vez alguien lo haya visto.

Al entrar en una taberna lúgubre, recibieron más de las mismas miradas poco acogedoras de los clientes del interior. Ichigo se movió y encontró sus miradas sin miedo, acercándose sutilmente a Asami mientras lo hacía. Nadie se movió para desafiarlos.

Los ojos de Bolin se abrieron con asombro. "¡Ooh, mira! ¡Tienen un póster de mí! Deben ser grandes fanáticos de Nuktuk. Sí, debería ir a saludarlos".

Mako lo agarró. "¡No! Esos son carteles de búsqueda. Y hay uno para cada uno de nosotros, Uryu también. 'Se busca por Su Majestad la Reina Tierra, por crímenes contra el reino'. ¿Supongo que es porque nos llevamos a sus maestros aire?"

Ichigo negó con la cabeza molesto. "Típico."

"¡No eran suyos para quedárselos!" Korra exclamó. "Te juro que si alguna vez vuelvo a ver su pequeña carita de reina, voy a-"

El roce de una silla que se movía contra el suelo detuvo sus amenazas. Los hombres en la taberna se estaban poniendo de pie, claramente sumando dos y dos y reconociendo las caras en los carteles de búsqueda. Las armas se sacaron lentamente de sus vainas y se adoptaron posturas inclinadas. Incluso el cantinero había sacado una espada de la nada.

Un hombre, más valiente que los demás, dio un paso adelante. "Están superados en número por dos a uno. Vengan en silencio, niños, y no los lastimaremos tanto".

"Esa es una declaración potencialmente incendiaria", bromeó Bolin.

"No hay necesidad de pelear", dijo Asami, levantando las manos. "Guarden sus armas y nos iremos. Nadie saldrá lastimado. Porque créanme, ustedes no quieren tener nada que ver con nosotros. Si han leído los carteles, saben quiénes somos y quién está con nosotros". ."

Una oleada de miedo atravesó a los hombres.

"¿Ese es el Avatar?" preguntó uno.

"No, idiota", replicó su amigo. "El otro es el Avatar. ¿No sabes leer?"

"No tenemos tiempo para esto," murmuró Ichigo y se adelantó. En unos segundos, la docena de hombres estaban en el suelo inconscientes o gritando de dolor. No les prestó atención y pasó rozando a los demás mientras volvía a salir. "¿Vienen chicos? Soi Fon y Zaheer no se están acercando más. Sigamos rastreando".