Para qué vivir

Capítulo 12: Libro 1: Capítulo 11

Aquí vamos, el penúltimo capítulo del Libro 1. Este fue muy divertido de escribir y realmente espero que lo disfruten. ¡El capítulo final saldrá pronto!

Capítulo 11: Esqueletos en el armario

El sol brillaba en el Ayuntamiento. Varias aeronaves ecualistas volaron por encima. Hiroshi Sato se dirigía a una multitud de personas reunidas allí.

"Es un día glorioso, mis hermanos y hermanas igualitarios". El empezó. "¡Amon ha derribado al gobierno tiránico de flexión! ¡Ha declarado que la flexión es ilegal! Y tiene al Avatar huyendo".

Hiroshi hizo un gesto hacia todos los puntos de referencia de la ciudad. La arena era como un templo igualitario. En toda la ciudad, pancartas y carteles igualitarios adornaban cada estructura prominente. Pero la peor parte fue lo que le hicieron a la estatua conmemorativa de Aang. Sostenía un bastón, que ahora llevaba banderas ecualistas y su rostro estaba cubierto por una máscara gigante. La misma máscara que usaba Amon.

Hiroshi continuó. "Nuestro gran líder tiene una visión para el futuro. Un día pronto, la flexión ya no existirá y viviremos en un mundo donde todos finalmente sean iguales. Las Fuerzas Unidas están en camino ahora para tratar de detener ese sueño. Pero ¡Prevaleceremos!"

La multitud comenzó a vitorear salvajemente. Al fondo de la multitud, tres bloqueadores de chi se saludaron y salieron de la plaza. Entraron en un parque donde una gran roca estaba sentada en el suelo.

La única miembro femenina del grupo usó el control de la tierra para sacarlo del camino. Debajo de la roca había un pozo que conducía a los túneles subterráneos. Los tres saltaron adentro y se quitaron las máscaras, revelando los rostros de Korra, Ichigo y Mako.

"¿Puedes creerle a Hiroshi? 'El Avatar está huyendo'. No estoy huyendo de nadie". Korra se quejó de frustración. "Volvamos allá arriba y golpeemos algunas cabezas. Nunca sabrán qué los golpeó".

"Relajarse." Ichigo le dijo. "Normalmente me inclinaría a ir contigo, pero tenemos que esperar hasta que lleguen los refuerzos".

Mako asintió con la cabeza. "Sí. El general Iroh viene con toda una flota de acorazados. Pronto, será Amon quien esté corriendo".

"Odio estas cosas de ser paciente". Murmuró Korra.

"Yo también." Ichigo estuvo de acuerdo. "Pero siéntate bien hasta que vengan. Entonces podemos soltarnos".

Los tres entraron en una gran plaza subterránea. Bolin y Asami estaban sentados y se les acercaron ahora.

"Ustedes dos se fueron por un tiempo". Asami dijo mientras miraba a Mako.

"Estábamos haciendo un reconocimiento", dijo Mako a la defensiva. "E Ichigo también estaba allí".

"Lo que sea."

En el primer día de Ichigo y Korra en Republic City, se encontraron con un extraño vagabundo en el parque que vivía en un arbusto. Ese mismo vagabundo ahora les dio una palmada en los hombros.

"¡Bienvenido de nuevo! ¡Espero que hayas abierto el apetito porque la cena está servida!"

En una olla vieja y oxidada, el vagabundo revolvió un estofado asqueroso y lo echó en varios tazones.

"Muchas gracias por dejarnos escondernos contigo los últimos días". Dijo Korra.

"Honrado por complacer", respondió. "Mis socios y yo nos oponemos sinceramente a las llamadas políticas de Igualdad de Amon. Tenemos a los dobladores y los no dobladores viviendo juntos aquí. ¿Pero nos ven peleando? No, señor. Hemos descubierto que convivimos armoniosamente". Dijo mientras se abrazaba a sí mismo.