CONSUMIR

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Después de aquel golpe recibido tome sus muñecas delgadas y lo jale hacia la cama donde lo tire en ella, subiendome sobre él.

¿Así que de todas las personas no estarías conmigo?

¡Bajate!

No.

Tengo una cita, date prisa.

Pagare ese dinero, ahora quiero acostarme contigo.

Estupideces, ahora bájate por un demonio.

El sentimiento en mi garganta se había vuelto pesado, pensar que el fuera con otra persona para ser tocado y besado, hacia mi respiración sonará como un toro en una corrida.

Tome sus manos contra la cama, besando su cuello sus labios con desesperación, su mejillas comenzaron a tornarse de color rosas.

Haré aquí lo que tanto quieres hacer con otra persona

Sueltame, ¿a ti qué te importa con quién me acueste?

Me importa más de lo imaginas, desde que me mostraste aquella de mirada de suplica, que pedía ser rescatado y salvado...

¿Ahora eres mi salvador?

No, pero si me dices que hacer te ayudaré.

No sabes lo que dices, no me conoces.

Dejame entrar en tu corazón, déjame conocerte, por favor...

Recargue mi frente en su pecho, suplicando no ser dejado, ¿ahora quién era el que quería ser salvado?, estos sentimientos ahogados en la confusión.

Hyunjin

Me miro, me besó y me empujo en la cama, para subirse sobre mi cuerpo, me besó con pasión y desespero, la temperatura de mi cuerpo subia, si bien no era virgen, parecía un niño ante aquellos movimientos experto de aquel delgado cuerpo.

Mi mente era un caos quería todo, besarlo, consumirlo, tomarlo hasta que no pudiera estar lejos de mi nunca más.

Nuestros cuerpos se funcionaron en uno, pude probar aquel cuerpo como una bedida que embriaga todos mis sentidos.

...

La luz del día tocó mi rostro que entraba por la ventana, me levante con el cuerpo pesado, había perdido la cuenta de cuántas veces había eyaculado, lo cual mi energía aún estaba baja, al girar mi mirada me di cuenta que el no estaba, suspire, me había dejado, al parecer ni siquiera había dormido esa noche conmigo.

¿Cuanto tengo que hacer para poder tenerte a mi lado y no huyas?

𝐔𝐍𝐀 𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑𝐎𝐒𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora