ADIÓS

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《Felix》

Aquel día no había comido nada, últimamente no tenía ánimos de siquiera probar alimento.

Ahora solo deseaba que te fueras.

—¿Desea algo más? —dije como era lo trabajo.

Tus hermosos ojos me miraban, había pasado tanto tiempo desde que había sentido tu mirada.

Agonía.

—¿Estás bien? —soltó a la chica y tomó mi mano.

¡Vete demonios!, ¡vete!, ¿¡no vez acaso que me estoy muriendo!?

—Sí, son 560 — dije sin mirarlo.

Mi cuerpo se tambaleó, no se si era la falta de alimento, si era aquellas emociones desbordandose pero todo comenzó a nublarse.

Me sostuvo en sus brazos, sentí de nuevo aquel hermoso aroma, no quería estar en ningún lugar más que en sus brazos.

Lo escuché pelear con la chica, luego con mi jefe, me subió en su moto, sosteniendome entre sus brazos, mientras manejaba con cuidado.

Llegamos a mi departamento donde me coloco en mi cama, puso la tetera en la estufa, tomo una toalla y la humedecio con agua fría, para limpiar con una sutileza sobre humana mi cuerpo.

Las lágrimas recorriendo mis mejillas, antes los ojos de él, no quería mirarlo, así que mantuve cerrado mis ojos, solo sentía su mirada.

Preparó el té y lo dejo aún lado de mi cama.

—Bebé un poco, te sentirás mejor, ahora me voy, no descuides tu cuerpo.

—Si lo hago, si descuido mi cuerpo, si muero, ¿quién llorará por mi?

—La persona a la que le has roto el corazón, a la persona que está aquí ahora contigo, se que lo que hiciste fue para alejarme, yo de verdad lo siento, perdóname, te obligue a ser lo que hiciste, cuando no entendí tus sentimientos, solo fui egoísta, por lo cual te pido perdón y gracias, por enseñarme amar, adiós Felix.

Me levante de golpe pero no pude caminar mi cuerpo había perdido las fuerzas, no pude correr para detenerlo, solo pude escucharlo marcharse.

𝐔𝐍𝐀 𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑𝐎𝐒𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora