01. i'm not shy!

683 46 9
                                    


Millie nunca entendió por qué la gente insistía en decirle que era tímida y que parecía una manzana roja 24/7. ¿Exagerados? Totalmente. Ella prefería la descripción de "reservada en ciertos aspectos," lo cual, en su mente, sonaba mucho más cool.

Claro, esa teoría se desmoronaba cada vez que Sadie Sink abría la boca.

—¡Brownie! —gritó Sadie desde el otro lado del pasillo con la sutileza de un megáfono.

La sangre de Millie decidió que era un excelente momento para mudarse, no al rostro, sino directamente a sus mejillas, orejas y probablemente hasta las rodillas.

—¿Por qué... por qué sigues llamándome así? —farfulló Millie, con la voz de alguien que preferiría ser absorbida por el suelo.

—Porque eres linda como un brownie —respondió Sadie con la misma naturalidad con la que uno pide una pizza. Luego, como si la vergüenza de Millie no fuera suficiente, le pellizcó la mejilla.

Millie, para sorpresa de nadie, sintió que se derretía. Literalmente. En su cabeza, ya era una sopa de nervios.

—Y-yo no... no lo parezco —balbuceó, intentando, sin éxito, sonar digna.

Owww, qué linda eres siendo tímida —Sadie soltó una risita y, porque claramente Millie no estaba al borde del colapso suficiente, le plantó un beso en la mejilla.

Si antes su cara ardía, ahora podía calentar un edificio entero. Sin pensarlo dos veces, salió corriendo, como si la perseguía una manada de gansos rabiosos.

En su desesperada huida de la vergüenza, localizó a Noah a lo lejos. Corrió hacia él, pero cuando estuvo a punto de abrazarlo para camuflarse del universo, la timidez golpeó de nuevo. Así que se detuvo... y simplemente se quedó ahí. De pie. Como un poste nervioso.

—Hola, Millie... ¿qué te pasó? Pareces un tomate cherry.

Millie consideró brevemente mudarse a otro país. O al menos a otra aula.

—Sadie —murmuró con voz apagada, esperando que Noah entendiera la profundidad emocional detrás de una sola palabra.

Noah, siendo Noah, sonrió con picardía.

—Deberías cambiar de novia y regalarle a alguien a Sadie.

Millie, en un acto reflejo de indignación tímida, le dio un pellizco en la costilla. Noah soltó un quejido dramático digno de un Oscar.

—¡Lo siento! ¡Ay, Dios mío, lo siento mucho!

Noah se enderezó, sonriendo como si nada.

—Millie, soy un drama queen. Estaba exagerando. No dolió. —Se encogió de hombros con la confianza de quien ha hecho esto antes—. Ya casi suena la campana. Busquemos a Sadie antes de irnos al aula.

Caminaron juntos hasta que, de repente, sintieron que alguien los separaba por la fuerza. Era Sadie, por supuesto, con su sonrisa angelical de "no estoy planeando nada caótico, lo juro", pasando su brazo por la cintura de Millie.

—Hola, novia. Hola, idiota.

—No le digas así —protestó Millie, aunque una sonrisa se le escapó.

—Cierto, cierto. Es tu bestie for the restie y no quieres que le pase nada al drama queen.

—¿Quién soy yo para negar ese título? —replicó Noah, orgulloso de su estatus. Luego añadió—: Millie, deberías considerar vender a Sadie en vez de regalarla.

Sadie rió con una confianza inquebrantable.

—Ni en un millón de años lograrían venderme. Mi cara cuesta más de lo que tú ganarás en toda tu vida.

Noah rodó los ojos tan fuerte que probablemente vio su propio cerebro.

—Solo vayamos al aula. Nos toca taller de computación y no quiero llegar tarde.

Media hora después, Sadie ya había aceptado encargos de medio salón para la cafetería. Al parecer, era la versión escolar de una app de delivery.

—Caleb, acompáñame.

—¿Y por qué yo? —se quejó Caleb, como si tuviera alguna esperanza de escapar.

—Porque Dios te escogió entre tantos idiotas para acompañarme a comprar sin que el profesor se entere.

Millie intentó intervenir, movida por un misterioso impulso de sentido común.

—Sadie, no creo que sea buena idea...

Sadie le guiñó un ojo.

—Tranquila, corazón. Nadie atrapa al amor de tu vida.

Y ahí estaba el rubor otra vez, fiel como un reloj suizo.

Cinco minutos después, Sadie y Caleb regresaron... escoltados por el prefecto. La expresión de Sadie gritaba "esto es parte del plan", aunque claramente no lo era.

Noah tuvo que taparse la boca para no soltar una carcajada. Millie también, aunque con menos éxito.

Al final, la reprimenda fue épica y la nota para sus padres, legendaria.

Solo otro día normal en la vida de Millie, Sadie y su pandilla de desastres funcionales.

.

.

.

.

Buenas gracias muchas tardes.

Traigo esta historia que serán como pequeños one shots y a la vez una historia con desarrollo¿

Además, esta basada en cosas que me pasan en la escuela y mi vida diaria

𝗦𝗛𝗬 ━━ Sillie !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora