CAPITULO 1B "En busca de una nueva vida"

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Llegó la noche y con ella llegó Oscar.

Nos dirigimos al jardín de la casa, mi mano colgaba de su antebrazo. Yo miraba fascinada la luna junto a Oscar, en la banca donde solían sentarse mis abuelos. al mismo tiempo él me recitaba bellas poesías que juraba haber escrito para mi. Al terminar el me miró a los ojos y dijo

— Cuando mi madre aún vivía, me decía que para poder llegar a sentir los latidos de una dama, tenía que declamarle bella poesía y para enamorarla la vieras a los ojos

—eso funciona. Las damiselas deben de estar enamoradas de ti y tu bella poesía, más de una me lo ha confirmado

— Son amables y bellas sin embargo yo solo estoy enamorado de una, pero, aun no se si la dama a quien juraría en la tumba de mi madre que amo, lo está de mi

—¿Por qué no ser directo y preguntarle?

—Tienes razón, esta noche le dije los más bellos versos que del palpitar de mi corazón salieron. ¿Enamorada de mi? no se si lo este. ¿lo estas, María?

En ese momento sentía como el color me subía y siendo honesta no sabía qué contestar, mi ser me contradecía en todo, una parte de mi quería que fuese una broma y la otra que sus palabras fueran sinceras. Comencé a sentir cómo las emociones me chocaban, mis manos temblaban y aunque estuviera sentada, sentía que mis piernas no podían con mi propio peso.

He sentido cosas únicas por él desde... bueno desde hace mucho. No sabía si estaba enamorada o solo era una gran amistad lo que sentía. Era un sentimiento único, solo hacia él.

Después de mirar mil veces a todas partes dije

— Joven Lebbrú— me vi interrumpida

—María, nos conocemos desde muy pequeños, pocas veces he escuchado de tu boca salir mi nombre. Me encantaría que me llames por mi nombre, así como yo lo hago, así como me lo pediste de niños. —hizo una sonrisa picara—lo recuerda señorita Timberlake

—Me será difícil, te he llamado por tu apellido desde niños y—suspiré— lo intentare—me quede callada y él hizo un gesto para que le diera una respuesta

—¿Estás siendo sincero conmigo?

—Más sincero no creo que pueda existir en este mundo. María, estoy enamorado de ti, y si no soy correspondido lo entenderé, pero también te pido una oportunidad de cortejarte y tal vez llegues a enamorarte tanto como yo de ti

—Lebbrú... Oscar, te seré sincera, no se que es lo que siento hacia Tu persona—le acaricie la mejilla—es tarde, iré a descansar, deberías de hacer lo mismo, mañana partiremos de Liverpool temprano

—En busca de una nueva vida. Lo haré, descansa— me beso la mano

A la mañana, me levanté y pude divisar que los barcos estaban en el muelle listos para ser abordados. Llegó el mediodía y estábamos listos.

El pueblo aún no estaba listo del todo, había casas , negocios, carreteras y demás que aún tenían que ser terminados de construir. Las propiedades que estaban listas serían habitadas enseguida, era una cantidad considerable, pero las carretas que iban a nuestra dirección eran demasiadas, muchas personas aún no tenían su propiedad construida y aún así decidieron abordar con nosotros. Todas esas personas nos daban una oportunidad y era hermoso saber que confiaban en mi padre.

Mi padre miraba fascinado la caravana de carretas y dijo

—Todas esas personas se dan una nueva vida al no hacer caso a los rumores y sarta de tonterías que se hablan de la isla

Mis padres se dirigieron a los barcos para recibir a los pasajeros. Yo me quede en  "La princesa de Harael" mi madre fue a  "El caballero" y mi padre a  "La sombra", estos dos últimos eran los barcos más grandes de la familia

—Señor Lebbrú, ¿abordará este barco? creí que se iría en  "El caballero"

—bueno, señorita María, mi hijo me pidió que abordaremos este barco, supongo es lo mejor, los barcos grandes lo marean y yo puedo seguir discutiendo los planes con su padre

—bueno, bienvenidos sean.

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