Capitulo Cuatro

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La cabeza le iba a explotar de tanto pensar, la ultimas semanas de Phoebe habían hecho sentirse indecisa y sin rumbo, desde que su hermana Kate murió había prometido hacer lo que ella más quería en vida, ayudar a los demás. Encontró en la iglesia una forma de hacerlo, pero estas últimas semanas... habían confundido su mente. Estaba dudando si convertirse en monja era su destino, a veces se imaginaba yendo a la universidad y estudiando para ser profesora de canto o escritora, la música era una gran aliada, la reconfortaba en los momentos más difíciles, había estado junto a ella desde siempre, no podía salir a jugar de pequeña, pero sí que podía cantar, y cantar en la iglesia la llenaba de felicidad.

Pero ya no estaba segura de nada, o bueno, de lo único que estaba segura era que su corazón y mente se derretían cuando pensaba en Dev.

Después de ir a dos reuniones más, se había dado cuenta que era mejor financiar el proyecto con la fundación de su familia, tenían muchas posibilidades de patrocinadores.

No había visto a Dev en todo ese tiempo, aunque si habían hablado por teléfono, ella le había contado que estaba yendo todos los días a terapia y que estaba emocionada porque estaba dando resultado, aunque no se podía ilusionar. Saliendo de rehabilitación recibió un mensaje.

"¿Dónde estas?"
Era Dev
"Saliendo de la terapia"
Respondió Phoebe
"Ven al lado izquierdo del parqueadero"

A Phoebe se le aceleró el corazón cuando lo vio, ahí estaba... había venido a verla.

A penas la vio sacó de atrás un ramito de rosas.

—Para ti—musitó el castaño.

A Phoebe la tomó por sorpresa, no solo porque nadie le había regalado flores, sino porque Dev no parecía un tipo romántico.

Tomó un momento de su tiempo para olerlas, seguramente se puso de pie y las dejó en la silla.

—Hola-musitó Phoebe
Él tomó su cara entre sus manos y la besó intensamente.

—He querido hacer eso hace días...

Ella se sonrojó

—Me encantaron las rosas—

—No sabía si traerlas, no sabía si venir.

—Me alegra que lo hayas hecho—Ella sonrío

—¿Quieres hacer algo? Ya salí del trabajo y no tengo hasta en la noche.

—Me gustaría, pero es que estoy con el chofer... Rose está en clases...

—Él no sabe que saliste de terapia, podemos caminar al parque que está aquí mismo, tengo una manta que podemos poner en el césped...

Ella asintió y fueron al parque.

Extendieron la manda sobre el césped y ambos se acomodaron acostados al lado del otro.

Frente a frente Phoebe no pudo contenerse las ganas de tocarle la cicatriz

Todo su pulgar palpó suavemente la cicatriz

—¿Puedo preguntar cómo te la hiciste?

El miró al cielo con amargura...

—No me la hice, me la hicieron...fue mi padre con una parrilla caliente.

Phoebe nunca se imaginó esa respuesta.

—Él estaba preparando un asado, yo tenía alrededor de 13 o 14 años, estaba jugando con una pelota y sin querer tiré la carne al suelo...—suspiró- lo siguiente que supe...tenía la cara en la parrilla

—Dios santo—musitó Phoebe poniendo su mano en su boca a modo de sorpresa.

—Sé que debes saber que mi papás están en la cárcel... no sé cómo estás aquí conmigo sabiendo esa información.

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