Kanawut
En la familia de mi padre existe una tradición desde hace dos siglos: uno de los hijos varones que se conciba debe hacerse sacerdote. En caso de que nacieran solo mujeres, después de cuatro intentos, el hombre de la casa, es decir el padre, deberá buscar otra mujer, casarse e intentar concebir un hijo para cumplir con la tradición. En mi familia ocurrió eso, soy el único hijo varón de mi padre, producto de su segundo matrimonio. Desde que tengo uso de razón, he sido educado con el propósito de cumplir con la tradición. He tenido poco contacto con las mujeres y mantengo siempre en mi mente algún pasaje bíblico que me ayude a evadir las tentaciones.
En unos días cumpliré 15 años y seré enviado al seminario San Alfonso, un sitio a seis días de aquí. Un seminario es un sitio en el que se prepara a los jóvenes que quieren convertirse en sacerdotes, les enseñan los principios del sacerdocio, de la iglesia, de Dios y otras cosas. Es un internado del que no puedes salir sin un permiso especial. Tiene unas reglas estrictas y si uno quiere ser el orgullo de la familia debe cumplirlas, de otro modo, será expulsado y señalado ante la sociedad. Ese ciclo de formación dura cinco años. Eso lo he escuchado en el pueblo, cuando mis hermanas me dejan cuidando sus caballos frente a los almacenes de telas y botones, sitios a los que los hombres no podemos entrar, bueno, al menos no hombres sin sotana.
Ya tengo casi toda mi maleta lista, solo me hace falta algunos abrigos que coserán mis hermanas para mi cumpleaños. El seminario San Alfonso queda en la cima de una montaña, hace mucho frío y si no quiero enfermarme debería ir bien abrigado. Los seminarios funcionan con base en las ofrendas, así que tiene un ambiente muy austero. Eso me lo dijo mi padre, él iba a visitar a su hermano cuando este estaba formándose para cura. Actualmente, no sé mucho de mi tío, me hubiera gustado conocer más su experiencia, para saber lo que me espera. Sin embargo, eso no me quita la emoción, por fin empezaré a cumplir con mi destino sagrado.
Suppasit
No hay día en el que no lamente haber llegado a este lugar. Comprendo que mi madre no haya tenido más opciones, era enviarme aquí o verme morir de hambre. Yo creo que sería mejor estar muerto que estar aquí. Llevo tres años aquí, quisiera tener más paciencia para aguantar los dos años que me quedan para salir, pero no puedo, ya estoy cansado no puedo más. Estoy mirando por la ventana de la habitación que comparto con Zee, veo los chicos caminar de un lado al otro repitiendo en voz alta el rezo que siempre decimos cuando muere alguien. Ese rezo es porque ayer encontramos muerto a Pete, se colgó con las sábanas en su habitación, ahora mismo lo estamos velando. Su familia no lo visita desde hace un año, sabemos por qué dejó de hacerlo. Es por ello por lo que lo velamos nosotros solos. Comprendo a Newi en su llanto amargo porque era quien dormía con él y fue quien lo encontró. ¡Maldita sea! Lo comprendo porque el año pasado fui yo quien vivió eso cuando encontré a mi amigo Tong con las muñecas heridas y un lago de sangre a su alrededor. Estaba blanco y frío cuando me acerqué. Este lugar es un maldito infierno, pero nadie viene a salvarnos.
En la última visita del obispo nacional intentamos mencionarle lo que sucede en este lugar, pero solo recibimos golpes de su parte, azotes y penitencias que tuvimos que cumplir por semanas. Pero eso no fue suficiente, después de unos días hizo que ante su presencia llevaran a Pete y a First y, aunque ellos no han mencionado una palabra, sabemos, por experiencia propia, de qué son capaces esos hombres que se consideran siervos de Dios y representantes de Jesucristo en la Tierra. He intentado escapar incontables veces, pero existe un cerco de seguridad muy difícil de burlar, la policía también hace parte de esto.
El padre Damon o Lucifer como le decimos nosotros, internamente, es el peor de todos. Tiene una cara de inocente, pero esa inocencia se pierde cuando te invita a su despacho y cierra la puerta detrás de ti. Con candado. Él fue quien me recibió cuando mi madre me trajo, le dijo un montón de mierda para que ella se fuera tranquila, incluso yo me tranquilicé, pero esa misma noche todo cambió, cuando me llevó a su despacho y me explicó las reglas "del juego". Nunca sentí más asco en mi vida que esa noche. Un sentimiento que me ha acompañado estos tres años cuando lo veo caminar hacia mí. El padre León, un gordo seboso manilargo no se queda atrás, está enfermo, es al que le gustan los que tienen cara de bebé.
Esta semana llegan nuevos chicos, nos han advertido, como todos los años, que debemos callar y no decir nada a las familias. No debemos alterarlos. La advertencia es: si ocasionan un alboroto el castigo será peor que la muerte. Entiendo que existen cosas peores que la muerte: chupársela a un seboso asqueroso o dejártela chupar por Lucifer.
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Bueno, esta historia viene rodeando mi cabeza hace meses. Es una temática fuerte cargada de abusos, maltratos, pero también de amor, mucho amor, porque como ven, es lo que les falta a estos chicos, ah y sexo chico con chico. No hago referencia a religiones directamente, ese no es mi objetivo, así que no se lo tomen personal. El abuso sexual es una problemática que existe en muchos ambientes religiosos.
Debido a que todavía estoy terminando el epílogo de la segunda parte de Men for Men, esta historia la actualizaré cada semana. Después de que publique dicho epílogo, probablemente sea menor el intervalo de actualizaciones
Gracias por su apoyo y sus comentarios.
Recuerden que todo esto es ficción.

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Destino Sagrado (MewGulf)
FanfictionGulf quiere ser sacerdote, Mew quiere escaparse del monasterio. Gulf espera que el monasterio sea su paraíso, Mew sabe que aquel lugar es el infierno. . . Se mencionan temas sensibles, se aconseja discreción. Leer bajo su responsabilidad. . Ranki...