CAPUT 17 - SUPPASIT

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La dejé atrás con su dolor, con sus gritos, con su llanto, porque ella no me importa. Cuando llegué a la habitación mi muñeco está inspeccionando su clóset

- ¿Pupa? – lo llamo con el corazón en la garganta. No me mira - ¿Pupa? – llamo de nuevo con voz temblorosa.

- Por dios, si sigues llamándome así no podré enojarme contigo nunca – su voz esta congestionada por el llanto y puedo ver sus hombros moviéndose también.

- Lo... lo lamento, Pupa, yo...no sabía que ella haría eso- no sé qué decirle para que deje de mover sus manos y desista de guardar cosas en su mochila.

- Así que le prometiste a ella que regresarías – me dijo y yo caminé hacia él, lo abracé desde su espalda. Puse mis brazos a su alrededor y mis manos sobre las suyas para detenerlo.

- Era un crío, ella y su hermano eran mis únicos amigos. Es probable que ella me gustara. Pero ahora no, Pupa, te tengo a ti. Estamos juntos – dije envuelto en un terror de perderlo.

- Es una zorra maldita – me dice en medio de risas lastimeras – es una maldita, pero tiene razón en algunas cosas –.

- No – interrumpo y me separo de él. Hago que se de la vuelta y me mire – no, fue una tramposa. Sabía que estabas detrás de mí, quería que hacernos discutir. No tiene la razón, no la tiene, Pupa, por favor – no quiero rogar, pero si me toca hacerlo, lo haré, no quiero que se vaya, no así. Dios mío, no.

- Estoy tan enojado ahora mismo – confiesa y me toma del rostro – quiero gritarte muchas cosas – puedo ver la lucha en su rostro.

- Hazlo, grítame, pero no te vayas – lo tomo del rostro también. Llora y llora por mi culpa, soy una bestia ¿por qué no puedo cuidar lo más hermoso que ha pasado en mi vida?

- No sé qué gritarte – baja su mirada – porque sé que ella tiene razón en algo y es que no sé si te he dado la oportunidad de elegir – me mira de nuevo con los ojos llenos de nuevas lágrimas. Lágrimas que pagaré con dolor, lo sé.

- Te elegí a ti – digo casi sin fuerzas. Las pierdo cuando él está herido. Por el espíritu sagrado, me siento morir cuando lo veo así.

- Porque no te di más opciones – dice y trata de calmarse. Suelta mi rostro y desengancha su rosario de cuentas de su cintura.

- No necesito más opciones, Gulf Kanawut – digo su nombre completo para intentar de alguna manera hacerle entender que su sitio es a mi lado y el mío al suyo.

- No lo sabes – me dice y sonríe. Se aleja un paso de mi para que deje de tocarlo. Mis manos vacías sin su rostro arden de necesidad.

- Si lo sé, porque es mi corazón, porque es lo que siento – no encuentro las palabras para decirle que no quiero a nadie más, no sé si las palabras sean suficientes con lo que pasó hace un rato con Saraí. Me pongo en sus zapatos, yo también estaría enojado, herido. ¡Cómo odio a esa mujer!

- Desde el principio te elegí- me dice y pasa aquel rosario por mi cabeza y lo deja descansar en mi cuello – siempre me has gustado, te he admirado. También te he odiado a muerte, pero ahora te amo de la misma manera – suspira.

- Lo sé y yo también te he elegido, muñequito, de verdad – lo tomó del rostro de nuevo. Me quiero acercar a su cara y enganchar mis labios en los suyos, que un beso nos devuelva la paz y la conexión que teníamos esta mañana.

- La besaste – me dice en voz muy baja mirando mis labios.

- No, no lo hice – aseguro y me acerco más confiado a sus labios, pero niega con la cabeza.

Destino Sagrado (MewGulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora