Capitulo. 07

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Estuve dos semanas metida en el hospital y fue un verdadero martirio. Extrañaba a mi padre y mamá estaba trabajando horas extras para sustentarnos. Liam no me dejó sola en ningún momento y Ashley fue a visitarme tres veces, se disculpó con Liam por el incidente en la piscina y de igual manera lo hizo conmigo.

—Hoy empiezas las terapias con la doctora Jen y la próxima semana empiezas las secciones con Karen —informó el doctor Sandoval.

—¿Está viendo mejorías? —susurré.

—Pocas, pero sí, son visibles.

—Es posible que en dos meses logres caminar sobre tus propios pies sin asistencia extra —Finalizó antes de retirarse.

—Vas a mejorar, eres fuerte —se acercó Liam.

—No creo estar mejorando, pero gracias por tu optimismo.

—No es la mejora física a lo que me refiero —dijo serio.

—¿A qué te refieres? —Indago.

—Sabes a lo que me refiero.

—Mi padre ya no está y supongo que no tengo que seguir pensando en ello.

—Si lo ves de esa forma sabes que te dolerá aún más.

—No me estas ayudando en absoluto —Frunzo el ceño y trato de contener las lágrimas —Además, ¿Qué sabes tú de dolor? —espeté un poco molesta.

—Ya debo irme —le da una ojeada a su reloj.

—Siempre te vas cuando te sientes amenazado.

—No me siento amenazado, tengo cita con Karen, luego regreso —agregó antes de salir.

Necesito salir de aquí, no soporto estar aquí y mi madre trabajando horas extras por mi culpa; todo esto ha sido un desastre desde que papá no está y apenas van dos semanas. No pude ir a su entierro y tampoco pude despedirme de él cómo se debe; aunque estoy molesta con él por no haberme comentado lo del cáncer no puedo culparlo, después de todo, siempre quiso cuidarme por, sobre todo; incluso por encima de su salud.

—Estas llorando —la voz que menos esperaba escuchar.

—¡Jason! —me emocioné de inmediato.

—Tu ojeroso favorito —Sonrió acercándome las porciones.

—¿Cómo has estado? —pregunto con emoción.

—De mal en peor, pero veo que me sigues los pasos.

—Ni que lo digas, he estado mejor.

—Lo siento mucho —expresó con pesar y cerré los ojos antes de derramar algunas lágrimas.

—Está bien, supongo que debía de pasar —sonrío amargamente.

—¿Cómo lo llevas con tu padre? —me llevo la pajilla del jugo a los labios. Jason me había contado que su padre lo abusaba, y no se detenía hasta verlo derramar lágrimas. Ese hombre está enfermo, y no me cabe duda de que no tiene ni la menor idea de que está matando a su propio hijo lentamente. O tal vez sí lo sabe, y ni siquiera le importa; sin embargo, Jason, no se atrevió a decirme su nombre.

Flash Back

Este puesto había cambiado, definitivamente, mi perspectiva por los helados. Tenían un sabor exquisito y originario, después de salir del instituto había salido a compartir con Jason.

—Son los mejores que probarás en mucho tiempo —Jason saborea el helado como si fuese lo último que hace antes de morir, lo hace con tal devoción que, fácilmente, podría parecer un comercial de televisión.

Más allá de bellezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora