Después de aquel frustrante desayuno en dónde prácticamente sólo tomé el jugo de manzana, decidí recostarme; ya que no tenía nada que hacer, pero justo cuando me acurruco debajo de aquellas sábanas blancas, escucho la perilla de la puerta y volteo de inmediato.
—Cariño, estás despierta —dice mi madre fingiendo una sonrisa, pero al ver sus ojos me doy cuenta de que tiene unas ojeras enormes y sus ojos están hinchados y ligeramente rojizos.
—¿Qué pasa mamá? —Ella niega aguantando las lágrimas.
—Tranquila cariño, todo está bien sólo que estaba muy preocupada por ti y he tenido mucho trabajo —dice tomando mi mano; sin embargo, sé que está mintiendo para no preocuparme.
—¿Cómo está papá? —Siempre me preocupo por papá, lo amo con mi vida, es el mejor padre que la vida me ha regalado.
—Tu padre vino de inmediato cuando se enteró de que te habías desmayado... —Hizo una pausa y acarició mis mejillas—. No sé qué habría hecho si no te hubieran traído aquí a tiempo. —dijo mi madre limpiando unas lágrimas que salían de sus ojos sin previo aviso.
—Mamá. —dije tomando su barbilla—. No sé lo que sucedió, pero de lo que estoy segura es de que estoy muy bien y estoy con vida. —Le sonreí con calma y ella rompió en llanto. En ese momento la envolví entre mis brazos, pero un punzante dolor se apoderó de mi estómago haciéndome soltar un pequeño quejido. Mi madre se separó de inmediato.
—¿Qué sucede cariño? —dice mi madre sosteniendo mis mejillas y le regalo una media sonrisa para que se tranquilice, niego con la cabeza, pero el dolor cada vez es peor y me es imposible no retorcerme un poco.
—No te preocupes, ya se me pasará. —dije en medio del dolor y mi madre negó con la cabeza y salió a toda prisa de la habitación, a los pocos segundos llegaron varios doctores como la última vez, luego de revisarme y ver que no mostraba mejorías, decidieron ponerme a dormir otra vez.
[...]
Al despertar veo a mi madre plácidamente dormida en el mueble reclinable y decido no molestar, pero mi intento se ve reemplazado por el sonido de la puerta dejando ver a la misma enfermera con una sonrisa en su rostro, pero ahora tiene, además, un sobre amarillo en su mano izquierda. Mi madre se incorpora de inmediato y se acerca a un costado de la cama; y, me observa con una mirada triste.
—Estoy bie... —Una interminable tos me atacó en ese momento. Mi madre miró a la enfermera asustada y ésta le dedicó una sonrisa para que no se preocupe.
—Es normal, no ha tomado líquidos durante 24hrs y los medicamentos tampoco ayudan. —Tranquiliza a mi madre—. En unos minutos te traerán el desayuno pero esta vez debo quedarme a observar que lo hayas terminado. —dice la enfermera, esta vez, mirándome a mí con desconfianza porque la última vez sólo tomé el jugo, al percatarme de que mi madre la miró confundida, le hice una señal a la enfermera con la cabeza para que por favor no lo hablara delante de mi madre y al parecer captó la información y rompió con el incómodo silencio.
—Aunque confiamos en ti, así que te dejaré con tu madre para que ella esté al pendiente. —Añadió la doctora y mi madre asiente; y le regalo una sonrisa de agradecimiento.
—Yo me encargo, muchas gracias. —Asintió mi madre acariciando mi brazo.
—Buenas buenas mañani... —Canturreaba el mismo chico de ayer, pero al ver la cara de mi madre y a la enfermera, cambia de inmediato su semblante a uno serio y la enfermera lo fulmina con la mirada—. Lo siento, aquí está su desayuno señorita —Sin más se retira de la habitación seguido de la enfermera.
—Casi lo olvido. —Regresó la enfermera y le entregó el sobre a mi madre—. Son los estudios, ahí puede ver qué es lo que está causando el estado de la joven. —Se retiró.
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Más allá de belleza
Roman pour Adolescents"Creer que la vida tiene sentido, te ayudará a hacerlo realidad". -El silencio en ocaciones es un arma mortal, pero también puede arruinarte la vida. -dije tomándo sus manos. -Entonces déjame terminar arruinado. -dijo separándose bruscamente. -Si re...